Ruta 46 - El Pardo. Senda Fluvial desde Mingorrubio, pasando por la Presa del pardo y el Puente de los Capuchinos

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Ruta realizada el 3 noviembre de 2024

1 persona a pie

Distancia: 8,55 km

Desnivel positivo: 29 m

Desnivel negativo: 29 m

Altitud máxima: 645 m

Altitud mínima: 590 m

Tiempo en movimiento: 2 horas 6 minutos

Tiempo: 2 horas 16 minutos


Adjunto vínculo a Wikiloc








El objetivo principal de esta ruta es recorrer la senda fluvial del Pardo en su tramo final, disfrutando del entorno otoñal a lo largo del río Manzanares. Desde el aparcamiento de Mingorrubio hasta el Mirador del Manzanares, el recorrido combina paisajes naturales, historia y biodiversidad. La ruta permite descubrir hitos como la Presa del Pardo y el Puente de los Capuchinos, ofreciendo un espacio de tranquilidad y conexión con la naturaleza a pocos kilómetros de Madrid.


Con las primeras luces del día, inicio la ruta desde el acceso al aparcamiento de Mingorrubio (que todavía no había abierto), bajo la sombra de una gran encina solitaria que se alza junto al camino. 


Encina en la entrada al parking de Mingorrubio


El entorno, vestido con el dorado del otoño, recibe los primeros rayos de sol que se filtran entre los árboles y despiertan los tonos marrones y amarillos en el suelo, formando una alfombra natural de hojas caídas.




En el horizonte, y mucha distancia, diviso un grupo de ciervos que se van introduciendo en el encinar. El sendero se va dibujando suavemente junto al río Manzanares, que avanza tranquilo, apenas interrumpido por la pasarela de Mingorrubio a unos 1.4 kilómetros del inicio. 


Pasarela de Mingorrubio


Unos ánades chapotean en el agua, y en el ambiente se respira esa paz que solo los primeros momentos de la mañana pueden ofrecer. Desde aquí, contemplo el río que serpentea entre los árboles y continúa su curso hacia la Presa del Pardo, el siguiente hito de esta ruta.





La Presa del Pardo (2.3 km) aparece imponente, un lugar donde la naturaleza y la obra humana se funden, creando un paisaje único que da vida a este tramo del Manzanares. Me detengo un momento para observar el contraste entre el agua calma y las estructuras que intentan domarla. 


Presa de El Pardo


Alrededor, tres árboles centenarios se mantienen en pie como guardianes silenciosos, sus troncos retorcidos y rugosos dan testimonio del tiempo que ha pasado. Es un rincón con historia y con la serenidad que caracteriza a este rincón del Pardo.








Desde aquí, el sendero me conduce hacia el Puente de los Capuchinos. Antes de llegar, me topo con un azud que desvía parte del cauce del río, generando un pequeño remanso donde el sonido del agua es hipnótico. La vegetación se espesa, y el ambiente se vuelve más fresco y húmedo, creando una sensación de aislamiento, como si cada paso me llevase más lejos de la ciudad.


Azud de El Pardo





El Puente de los Capuchinos se levanta a pocos metros, una estructura robusta que conserva el carácter y el encanto de épocas pasadas. Lo cruzo, y al otro lado, comienzo el regreso por la otra rivera del Manzanares. 


Puente de los Capuchinos



La ruta prosigue hasta alcanzar el Mirador del Manzanares (6.1 km), desde donde la vista abarca todo el paisaje otoñal, y unos metros adelante, un segundo Mirador. Aquí, el río sigue su curso sinuoso y silencioso, mientras las colinas del monte del Pardo dibujan el horizonte. 

Mirador del Manzanares I


Señalización


Mirador del Manzanares II



Es un momento perfecto para hacer una pausa y dejarse llevar por la calma del entorno, sentir cómo el aire fresco de la mañana y el olor a hojas secas se mezclan en un instante de conexión con la naturaleza.




Al continuar, giro a la izquierda para descender una rampa que me conduce de vuelta hacia el punto de inicio, cerrando así el círculo de esta ruta fluvial. Cada paso de regreso me recuerda la importancia de este ecosistema en el monte del Pardo, un espacio natural que, a pesar de la cercanía con la ciudad de Madrid, se mantiene como un refugio de biodiversidad y tranquilidad. Este entorno cumple una función vital: no solo es el hogar de numerosas especies, sino también un pulmón verde y un espacio donde los visitantes pueden reconectar con la naturaleza.


La senda fluvial del Pardo es un auténtico tesoro en las cercanías de Madrid, un lugar que combina historia, naturaleza y un ecosistema en equilibrio. Este recorrido es un recordatorio de la importancia de preservar estos espacios, no solo por su belleza, sino por su papel en el bienestar de todos los que viven en la ciudad.

Adjunto mapa de la ruta:






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