Ruta realizada el 16 de febrero de 2025
2 personas a pie
Distancia: 15,78 km
Desnivel positivo: 266 m
Desnivel negativo: 230 m
Altitud máxima: 1.011 m
Altitud mínima: 833 m
Tiempo: 5 horas 37 minutos
Adjunto vínculo de Wikiloc
Esta ruta entre Colmenar Viejo y Manzanares el Real, pretende cubrir dos objetivos de dos de los proyectos senderistas en los que me había involucrado recientemente:
- Por un lado, cubrir la tercera etapa del Camino de Santiago Madrileño. Ojo, ya comenté que el punto de corte de cada etapa puede variar según el caminante (capacidad física, disponibilidad temporal frente a otras obligaciones, recursos económicos, etc...). En lo relativo al sendero propiamente dicho, está marcado por un sinfín de flechas amarillas durante toda la ruta, y cuando usé mapas en la fase de preparación, me basé en el de tipo "Raster de Instituto Geográfico Nacional" que marca el camino con mucho detalle mediante unas conchas moradas. También hay algunos mojones graníticos indicando los kilómetros que quedan para Santiago, así como paneles informativos. Adjunto vinculo a la entrada que recoge el camino en su conjunto.
- Por otro lado, cubrir la etapa final de la Senda GR-124 o Senda Real, lo que vendría a ser la 6º Entrega de la serie, o tal como lo denomino, el "Tramo Final". En lo relativo al sendero propiamente dicho, está marcado por un marcas de sendero de Gran Recorrido blancas y rojas durante la ruta. También hay algunos hitos de madera indicando GR-124, así como paneles informativos.
Amanecía en Colmenar Viejo cuando bajamos del tren y nos dirigimos hacia el inicio de nuestra ruta. El día prometía ser inusualmente cálido para un 16 de febrero, con un cielo despejado que auguraba un buen recorrido. Nos encontrábamos en la tercera etapa del Camino de Santiago Madrileño, que además coincidía con el último tramo del GR-124, el sendero de gran recorrido que une Madrid con Manzanares el Real. A lo largo de los 15,78 kilómetros de esta jornada, nos sumergiríamos en caminos históricos, praderas extensas y paisajes con vistas privilegiadas de la Sierra de Guadarrama y la Pedriza.
Nuestra caminata comenzó en la Basílica Nuestra Señora de la Asunción, un templo con una imponente torre que se alza sobre el centro del pueblo. Es una obra gótica del siglo XV diseñada por Juan Guas, destaca por su imponente campanario y su retablo renacentista. Este retablo, realizado entre 1563 y 1579, está tallado en madera dorada y policromada, con un altar de alabastro. Su iconografía gira en torno a la Virgen María en su Asunción a los cielos.
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Basílica Nuestra Señora de la Asunción |
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Basílica Nuestra Señora de la Asunción |
Desde allí, seguimos las características flechas amarillas del Camino de Santiago, que nos guiaron a través del casco urbano de Colmenar. No tardamos en pasar junto al Mercado de Abastos, sin rastro de actividad en un domingo a primera hora de la mañana.
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Mercado de Abastos |
Poco después, llegamos al Monumento a las Bordadoras, donde aprovechamos para detenernos en una cafetería y tomar un café para iniciar el camino con energía.
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Monumento a las Bordadoras |
Reanudamos la marcha cruzando el Parque Ronda del Oeste, siempre atentos a las señales del Camino y del GR-124, cuyas marcas rojas y blancas nos acompañarían durante todo el trayecto.
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Parque Ronda del Oeste |
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Se combinan marcas rojas y blancas del GR y flechas amarillas del CS |
Al abandonar el área urbana y adentrarnos en la naturaleza, nos topamos con el primer mojón granítico que nos recordaba la distancia que nos separaba de Santiago: 640 kilómetros. Muy cerca, encontramos un punto de información del Camino de Santiago y del GR-124, confirmando que íbamos en la dirección correcta.
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Panel informativo |
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Ruta superseñalizada |
El sendero era cómodo y bien señalizado, por lo que era difícil desorientarse. Pasado el Parque de Santa Teresa, el entorno cambió drásticamente y nos encontramos en plena zona rústica. Un panel informativo y otro mojón marcaban los 639 kilómetros restantes hasta Santiago.
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Llegamos al fin al campo |
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Mojón del CS |
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Información de ambas rutas |
Ahora nos movíamos por la Colada de los Gallegos, un antiguo camino ganadero desde donde la Cuerda Larga de la Sierra de Guadarrama se veía con más nitidez a medida que avanzábamos. A medida que el terreno se hacía más irregular, encontramos algunos tramos algo abruptos, pero nada que supusiera un problema para senderistas acostumbrados a la montaña.
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Colada de los Gallegos |
Al llegar a las vías del tren, tuvimos que cruzar un túnel que, para nuestra sorpresa, estaba bastante encharcado.
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Túnel encharcado |
Cruzamos el Arroyo de las Dehesas en dos ocasiones y continuamos el ascenso, con la Pedriza perfilándose en el horizonte y recordándonos el destino final de nuestra jornada.
Tras un tramo de ligera pendiente, llegamos a la M-607, que cruzamos sin dificultad por un amplio puente. Poco después, alcanzamos el Puente del Batán, una construcción medieval de aspecto robusto que algunos creen de origen romano. Su nombre proviene de un antiguo batán cercano. Consta de un solo arco de granito y forma parte de la Cañada Real Segoviana. Ha sido restaurado recientemente.
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Cruzamos bajo la M-607 |
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Puente del Batán |
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Puente del Batán |
Desde lo alto de una loma cercana, disfrutamos de unas magníficas vistas del puente antes de continuar nuestra travesía.
Un mojón nos indicaba que quedaban 634 kilómetros hasta Santiago.
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Mojón del CS |
Cerca de allí, unas vacas descansaban tranquilamente en una pradera.
Continuamos por el Cordel de la Fuente de las Liebres, donde hicimos una breve parada para hidratarnos. Este tramo discurría por una pista de tierra, lo que facilitaba el tránsito de ciclistas, y no tardamos en ver algunos árboles comenzando a florecer. El paisaje se tornaba más abierto y, a nuestra izquierda, la silueta de la Cuerda Larga nos recordaba la inmensidad de la sierra.
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Lugar de avituallamiento |
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Campos de Colmenar |
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Primeros árboles del invierno en florecer |
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Vista de la cuerda larga |
Poco después, llegamos a la Fuente de las Liebres. Allí giramos a la derecha y tomamos un sendero que ascendía con suavidad. Ahora seguíamos el Cordel de San Samburiel y Navalcollados, otra pista de tierra que permitía avanzar sin dificultad.
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Fuente de las Liebres |
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Cordel de San Samburiel y Navalcollados |
Al alcanzar el Alto del Enebrillo, Manzanares el Real se desplegó ante nosotros con la Pedriza como telón de fondo. Nos detuvimos un instante para admirar la vista antes de continuar.
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El destino frente a nosotros |
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La pista comienza a descender |
Pasamos una puerta y el sendero comenzó a descender. La bajada nos llevó en dirección al Embalse de Santillana, cuyas aguas reflejaban la luz del sol en la distancia. A cada paso, Manzanares se acercaba más, mientras íbamos dejando atrás los últimos tramos de pista y entrábamos en senderos más montañeros.
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Pasamos la puerta |
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Sendero |
Un nuevo mojón indicaba que estábamos a 626 kilómetros de Santiago, reforzando la sensación de estar transitando por una ruta histórica.
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Panel informativo |
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Mojón CS |
Nos situamos junto al embalse, que cruzamos por una pasarela repleta de excursionistas disfrutando del buen tiempo. Desde allí, la vista del embalse era espectacular, con el agua en calma reflejando la vegetación circundante.
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Embalse de Santillana |
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Embalse de Santillana |
Al otro lado, nos adentramos en la parte urbana de Manzanares el Real. El ambiente era vibrante, con numerosas personas paseando y disfrutando del sol en este día de invierno que parecía más bien primaveral. Cruzamos junto al Monumento al Montañero, que con su mirada fija en la Pedriza nos recordaba la importancia de este enclave para el montañismo en la Comunidad de Madrid.
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Montañero mirando La Pedriza |
Desde allí, seguimos el recorrido hasta el final de la etapa del Camino de Santiago.
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Punto en el que cortamos el CS, pensando ya en la siguiente etapa |
Antes de concluir nuestra jornada, decidimos dar un último paseo por el pueblo, pensando en cerrar también el sendero GR-124, pasando junto al Puente Viejo, que fue construido en la Edad Media para cruzar el río Manzanares, y que formaba parte de la Cañada Real Segoviana. Originalmente de madera, fue reconstruido en el siglo XVI en granito. Sometido a varias restauraciones, su última gran reforma data de 1792. En el siglo XX se construyó otro puente para el tráfico rodado, dejando el Viejo para peatones.
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Puente Viejo |
También pasamos junto a la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves, que fue erigida a finales del siglo XV con el apoyo de los Reyes Católicos y la familia Mendoza. Combina el gótico tardío en su capilla mayor con elementos renacentistas en sus naves y galería porticada. Atribuida en parte a Juan Guas, refleja la influencia artística toledana y es un valioso testimonio histórico del municipio.
Finalmente, alcanzamos el Castillo de Manzanares el Real, una imponente fortaleza que marcaba el final de nuestra ruta. Este castillo, también llamado castillo de los Mendoza, es una fortaleza bajomedieval del siglo XV situada en Madrid, al pie de la sierra de Guadarrama. Construido sobre una iglesia románico-mudéjar, fue residencia de la influyente Casa de Mendoza. Diseñado por Juan Guas en estilo gótico isabelino con influencias hispano-musulmanas, sirvió de modelo para el Palacio del Infantado. Restaurado en varias ocasiones, conserva tapices, armaduras y mobiliario de los siglos XVI al XIX. Declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931, pertenece al Ducado del Infantado y hasta 2025 estuvo gestionado por la Comunidad de Madrid. Actualmente ha regresado a sus propietarios originales, y por razones que se me escapan, está cerrado al público (razón por lo que no pudimos visitarlo). Parece que se está gestionando con la propiedad su reapertura a no más tardar.
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Castillo de Manzanares el Real |
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Castillo de Manzanares el Real |
Tras casi cinco horas de caminata, nos sentamos a comer en una de las terrazas del pueblo. El día había sido perfecto: un recorrido cargado de historia, unas vistas impresionantes y un clima inmejorable para caminar. Desde allí, solo nos quedaba tomar el autobús de regreso a Madrid, cerrando así otra gran jornada de senderismo.
Esta ruta es un ejemplo del valor de los caminos históricos en la Comunidad de Madrid. El Camino de Santiago Madrileño y el GR-124 no solo conectan la capital con la sierra, sino que también permiten recorrer paisajes de gran belleza mientras se transita por sendas utilizadas durante siglos por pastores, comerciantes y peregrinos. Además, la cercanía a la sierra de Guadarrama y la Pedriza hace que este recorrido sea un deleite tanto para senderistas como para amantes de la naturaleza.
Adjunto mapa de la ruta: