Ruta realizada el 19 de octubre de 2024
1 persona a pie
Distancia: 8,31 km
Desnivel positivo: 134 m
Desnivel negativo: 134 m
Altitud máxima: 759 m
Altitud mínima: 628 m
Tiempo: 2 horas 8 minutos
Adjunto vínculo de Wikiloc:
El objetivo de esta ruta es explorar el monte del Pardo en solitario tras días de lluvia, disfrutando del amanecer y del contraste entre la naturaleza y la proximidad urbana. A lo largo del recorrido, se visitan miradores con vistas a la Sierra de Guadarrama y Madrid, atravesando la senda de Valpalomero y la de Peñarrubia. La ruta combina tranquilidad, paisaje y reflexión sobre la importancia de preservar estos espacios naturales.
Un sábado otoñal, tras varios días de lluvias, decidí salir a recorrer el monte del Pardo en solitario. La claridad del cielo tras las tormentas recientes iluminaba el paisaje de tonos ocres y verdes, mientras el suelo húmedo despedía el aroma característico de la tierra mojada. El silencio del amanecer solo era interrumpido por los ruidos de la naturaleza, el crujir de las hojas bajo mis botas, y, de vez en cuando, algún disparo lejano de cazadores, recordándome que el entorno salvaje del monte del Pardo sigue en parte gestionado para la caza. Algunos conejos se cruzaban fugazmente en el camino, apenas dejando rastro, mientras avanzaba con el primer café aún fresco en la mente.
La ruta comenzó en el aparcamiento de Valpalomero, donde el frescor matinal daba paso a una tranquilidad que solo el monte del Pardo puede ofrecer. Comienzo siguiendo la Senda de Valpalomero, marcada con hitos de madera amarillos. A los pocos metros me cruzo con las marcas blancas y rojas de la Senda Real o GR-124 que atraviesa el monte.
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| Sendas señalizadas con señales amarillas |
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| Cruce con GR-124 |
Subiendo por la Senda de Valpalomero, nos encontramos una caseta del Canal con Grafitis, giramos a la derecha subiendo una rampa que nos lleva en unos pocos metros a otro mirador natural, junto a un antiguo nido de ametralladoras utilizado en la Guerra Civil Española.
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| Caseta del Canal |
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| Mirador junto al nido de ametralladoras |
A medida que me adentraba en la senda, el paisaje se abría hacia los miradores. Primero, alcancé el mirador de la fuente de Valpalomero a los 2.2 km, donde un rápido trago de agua fresca me sirvió para disfrutar del silencio, y poco después, el mirador de Valpalomero, con su espectacular vista hacia la extensión de la Sierra de Guadarrama.
Decidí entonces abandonar la senda señalizada y descender hacia la carretera M602. Crucé cuidadosamente hasta el aparcamiento que marca el inicio de la senda de Peñarrubia.
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| Fuente de Valpalomero |
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| Señalización |
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| Mirador de Valpalomero |
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| Vistas de Madrid |
Esta parte de la ruta es más tranquila, con menos afluencia de caminantes, pero no por ello menos interesante. Los miradores del banco de Peñarrubia y el mirador principal, a los 6 km y 6.3 km respectivamente, ofrecen vistas impresionantes, con el skyline de Madrid recortándose en el horizonte mientras la sierra vigilaba a lo lejos.
La senda de Peñarrubia ofrece una perspectiva única sobre el monte del Pardo. Más allá de su función recreativa, estas rutas marcan la frontera entre la naturaleza semisalvaje y el desarrollo urbano cercano. Es un espacio donde el monte sigue siendo dueño de su territorio, con una riqueza faunística que recuerda la importancia de proteger estas áreas, incluso dentro de una ciudad tan extensa como Madrid. Los caminos están marcados por las balizas de madera con puntos amarillos, discretas pero siempre presentes para guiar a los que se aventuran por estos parajes.
Después de disfrutar de las vistas, volví a cruzar la carretera, bordeando el muro del Palacio de la Quinta, que en este tramo, se solapa con el Sendero GR-124. Desde allí, la ruta me llevó de nuevo hacia la parte final de la senda de Valpalomero, completando la circular y cerrando el recorrido en el aparcamiento donde todo comenzó. Un recorrido perfecto para aquellos que buscan una mezcla de soledad, paisaje y tranquilidad, todo dentro del entorno del monte del Pardo, un rincón de naturaleza que guarda su esencia a pesar de la proximidad a la gran ciudad.
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| Vistas de Madrid |
La senda de Peñarrubia ofrece una perspectiva única sobre el monte del Pardo. Más allá de su función recreativa, estas rutas marcan la frontera entre la naturaleza semisalvaje y el desarrollo urbano cercano. Es un espacio donde el monte sigue siendo dueño de su territorio, con una riqueza faunística que recuerda la importancia de proteger estas áreas, incluso dentro de una ciudad tan extensa como Madrid. Los caminos están marcados por las balizas de madera con puntos amarillos, discretas pero siempre presentes para guiar a los que se aventuran por estos parajes.
Después de disfrutar de las vistas, volví a cruzar la carretera, bordeando el muro del Palacio de la Quinta, que en este tramo, se solapa con el Sendero GR-124. Desde allí, la ruta me llevó de nuevo hacia la parte final de la senda de Valpalomero, completando la circular y cerrando el recorrido en el aparcamiento donde todo comenzó. Un recorrido perfecto para aquellos que buscan una mezcla de soledad, paisaje y tranquilidad, todo dentro del entorno del monte del Pardo, un rincón de naturaleza que guarda su esencia a pesar de la proximidad a la gran ciudad.
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| Muro del Palacio de la Quinta |
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| Puerta del Palacio de la Quinta |
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| GR-124 |
Adjunto mapa de la ruta:
