Ruta realizada el 18 de enero de 2025
Distancia: 12,87 km
Desnivel positivo: 648 m
Desnivel negativo: 648 m
Altitud máxima: 1.585 m
Altitud mínima: 997 m
Tiempo en movimiento: 3 horas 53 minutos
Tiempo: 4 horas 40 minutos
Adjunto vínculo e Wikiloc
Las Piramides por Cantera de Gneis, Collado de la Dehesilla y Las Cuatro Damas desde Aparcamiento El Berrueco
Es 18 de enero, y aunque el termómetro marcaba seis grados bajo cero al amanecer, el día prometía ser claro y soleado, ideal para una ruta en solitario por la Pedriza. Inicié el recorrido desde el aparcamiento El Berrueco, con una atmósfera helada que acompañó mis primeros pasos.
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| aparcamiento El Berrueco |
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| aparcamiento El Berrueco |
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| Me aproximo a la Pedriza |
Desde el aparcamiento, en seguida tomé la senda del GR10 de la Pedriza que me acompañó durante la primera mitad de la ruta. Crucé el portón que da acceso al Puente del Arroyo de Santillana. A medida que el sol comenzaba a iluminar la Pedriza, y todavía por pista ancha, giré a la derecha, dejando el camino de regreso a mi izquierda.
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| Puente del Arroyo de Santillana |
Mi primera parada destacable fue la Cantera de Gneis, ubicada a 2,4 kilómetros del inicio. Aunque su acceso estaba cerrado debido a un proceso de regeneración, fue un buen lugar para recordar que la Pedriza alberga dos tipos principales de rocas: el gneis, de origen metamórfico, y el granito, predominante en su variedad rosa.
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| Cantera de Gneis |
El camino pronto se transformó en un estrecho sendero con abundante vegetación. Tras cruzar una puerta, el sendero me llevó a través del Hueco de Coberteros, un valle en ligero ascenso que culmina en el Collado de la Dehesilla, también conocido como Collado de la Silla. En el trayecto crucé un murete y el Arroyo del Cobertero, siempre acompañado por las marcas rojas y blancas del GR-10.
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| Hueco de Coberteros |
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| Hueco de Coberteros |
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| Vivac |
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| Aproximación al Collado de la Dehesilla |
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| Aproximación al Collado de la Dehesilla |
En el Collado de la Dehesilla, a 5,8 kilómetros del inicio, me encontré con otros senderistas disfrutando de las vistas. Desde aquí, tomé el PR-M1, marcado con señales blancas y amarillas, que conduce hacia el Yelmo.
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| Collado de la Dehesilla |
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| Collado de la Dehesilla |
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| Collado de la Dehesilla |
El ascenso por el cordal fue espectacular, aunque desafiado por algunas placas de hielo. Pasé junto a la impresionante formación de La Cara (abandonando el PR-M1) y me acerqué a las Cuatro Damas, unas imponentes estructuras graníticas a 6,7 kilómetros de la ruta.
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| las Cuatro Damas |
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| Dejo el PRM1 |
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| La Cara |
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| Las 4 Damas |
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| Regreso a la zona inicial por el Cordal |
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| Algunas placas de hielo dificultan el camino |
Continué hasta el siguiente collado (denominado Peñas Sordas), donde las icónicas Pirámides de la Pedriza hicieron su aparición a 7,9 kilómetros. Estas tres imponentes estructuras, que evidentemente, no son de origen natural, se alzan en el corazón del parque, deben su nombre a su característica forma que recuerda a las pirámides clásicas de planta cuadrada como las de Egipto en El Cairo. Desde su base y sus alrededores, es posible disfrutar de vistas espectaculares del embalse de Santillana y del paisaje ondulado de la sierra. A fecha de hoy, no me constan registros de su autoría y finalidad.
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| Peñas Sordas |
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| Pirámide |
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| Pirámide |
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| Pirámide |
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| Pirámide |
Desde aquí, comenzó un descenso pronunciado que implicó saltar un muro y una valla antes de llegar a una pista pavimentada parcialmente. Siguiendo las señales, tomé los giros indicados y llegué de nuevo al cruce con el camino inicial. El recorrido concluyó en el aparcamiento tras haber pasado por la Cantera Jaralón, a 11,9 kilómetros.
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| Embalse de Santillana |
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| Descenso hacia El Berrueco |
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| Camino amplio que lleva a la pista |
La senda recorre una de las áreas más singulares de la Sierra de Guadarrama. La Pedriza es un museo geológico al aire libre que combina la belleza de sus formaciones rocosas con la biodiversidad que alberga. Este entorno es un testimonio de cómo la naturaleza y el tiempo esculpen paisajes únicos, y su conservación es clave para las futuras generaciones.
El día finalizó con el mediodía iluminando la Pedriza y la satisfacción de haber recorrido este entorno tan especial. Una ruta exigente pero gratificante, que deja recuerdos imborrables de su singular belleza.
Adjunto el mapa de la ruta.
