Ruta realizada el 19 de abril de 2025
2 personas a pie
Distancia: 11,91 km
Desnivel positivo: 350 m
Desnivel negativo: 350 m
Altitud máxima: 1.320 m
Altitud mínima: 1.088 m
Tiempo en movimiento: 2 horas 58 minutos
Tiempo: 4 horas 12 minutos
La finalidad de esta ruta es descubrir un itinerario histórico y poco transitado que recorre el Viacrucis del Valle de Cuelgamuros, combinando naturaleza, patrimonio y reflexión. A través de pinares, arroyos y antiguos caminos de piedra, la senda ofrece una experiencia contemplativa en un entorno monumental, cargado de simbolismo y memoria. Es una oportunidad para conocer un paisaje singular y casi olvidado, en plena Sierra de Guadarrama.
Adjunto vínculo con Wikiloc
El Viacrucis del Valle de los Caídos fue concebido por Franco como uno de los más largos del mundo, con más de cuatro kilómetros y más de 2.700 escalones. Dividido en tres secciones, comenzaba en el Altar Mayor y ascendía por las crestas hasta la basílica subterránea. Aunque ambicioso, el proyecto quedó inacabado y nunca fue retomado completamente.
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Esquema del Viacrucis |
Comenzamos la jornada en el aparcamiento de la Jarosa I, justo al lado del restaurante 'La Ermita', con ganas de descubrir un itinerario poco transitado, pero cargado de historia, misterio y belleza natural. A mediados de abril, la temperatura es perfecta para caminar: el día ha amanecido encapotado, pero las nubes se van abriendo y dejan paso a una claridad limpia que ilumina el paisaje sin agobiar. Un cielo sin lluvia y una luz amable nos acompañan desde los primeros pasos.
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Parking de Jarosa I |
El sendero arranca rodeando el embalse de la Jarosa por su orilla, en una de esas caminatas que combinan agua, montaña y bosque. A la altura de la puerta de pescadores, abandonamos la zona del embalse y accedemos a la Carretera de la Jarosa, que cruzamos para llegar al área recreativa Jarosa II. Aquí tomamos la senda conocida como 'En Busca del Agua', que pronto nos regala sus primeros encantos.
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Embalse de la Jarosa |
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Embalse de la Jarosa |
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Embalse de la Jarosa |
Cruzamos una de las desembocaduras del arroyo Calle de los Álamos y nos detenemos en el punto de información titulado 'El Agua Necesaria', que explica el proceso de construcción del embalse. Seguimos avanzando por el curso del arroyo y encontramos el panel 'Tres Pinos para una Cuenca', que detalla la importancia de las tres especies de pino que pueblan esta zona: el resinero, el silvestre y el laricio. Más adelante, otro panel algo deteriorado parece vinculado al trasvase de agua y a un túnel de canalización que está en las inmediaciones.
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Panel: Agua Necesaria |
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Arroyo |
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Panel: Tres Pinos para una Cuenca |
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Túnel de canalización |
Giramos a la izquierda para seguir fielmente el curso del arroyo de la Calle de los Álamos. Lo vadeamos sin problemas, a pesar del caudal que presenta en esta época. Poco después, un nuevo punto de información nos habla de la Cerca de Felipe II, que ya se adivina al fondo. La Cerca de Felipe II (también conocida como la Cerca Histórica de El Escorial) es un muro de piedra de más de 50 kilómetros de longitud que delimita el Bosque de Felipe II o Real Bosque de San Lorenzo, un gran coto de caza y reserva natural que rodeaba el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Fue mandada construir por Felipe II a finales del siglo XVI, como parte de su proyecto de organizar el paisaje real y proteger tanto los montes y pastos como el abastecimiento de agua y madera para el monasterio. También se utilizaba como espacio para la caza real.
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Panel: Cerca de Felipe II |
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Cerca de Felipe II |
Al llegar a la Calle de las Chaparras, giramos nuevamente a la izquierda y alcanzamos el Mirador de El Picazuelo. Desde aquí las vistas deberían ser espectaculares, pero una niebla persistente en las cumbres nos impide disfrutar del horizonte en todo su esplendor. Aun así, no resisto la tentación de trepar a la cima.
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Mirador natural de Picazuelo |
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Mirador natural de Picazuelo |
Superamos la Cerca de Felipe II por una apertura visible y tomamos el Camino de Buenavista, una pista de tierra que se interna en terrenos gestionados por Patrimonio Nacional. Aquí conviene hacer una advertencia: esta zona requiere autorización previa para el acceso, por lo que conviene informarse bien antes de aventurarse. En un desvío poco señalizado, giramos por un sendero a la derecha que nos conducirá directamente a una de las joyas ocultas de esta ruta: el Viacrucis del Valle de Cuelgamuros.
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Acceso |
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Camino de Buenavista |
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Sendero |
El Viacrucis se inicia con la senda empedrada de sillares graníticos. No tardamos en llegar a la Capilla de la II Estación, un pequeño edificio solitario, rodeado de pinares y silencio. Decidimos hacer un breve desvío de ida y vuelta hasta la Capilla de la I Estación, más alejada, para no dejar nada atrás. El camino está bien trazado y el entorno es completamente solitario, lo que da al paseo un tono casi meditativo.
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Capilla II Estación |
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Capilla I Estación |
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Capilla I Estación |
De vuelta a la II Estación, proseguimos la marcha. A lo largo del sendero se abre una panorámica impresionante del Valle de Cuelgamuros. En un punto, entre los riscos, se alzan dos enormes águilas de piedra que parecen casi al alcance de la mano. La imagen es poderosa, casi cinematográfica. Poco después, llegamos a la IV Estación, que no tiene capilla ni ermita, sino una pequeña cueva con una cruz rudimentaria en su interior. Es un rincón discreto pero evocador.
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Mirador natural |
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Mirador natural |
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Viacrucis |
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Águila |
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Viacrucis |
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IV Estación |
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Viacrucis |
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Viacrucis |
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Viacrucis |
Seguimos subiendo por la ladera y alcanzamos la Capilla de la V Estación tras varios escalones. Cada parada del Viacrucis parece ganar en altura y simbolismo. En este tramo la senda mantiene su trazado de piedra y está en sorprendente buen estado. Todo lo contrario que la señalización, que en algunos puntos es escasa o poco clara. Continuamos sin encontrar a nadie. Este aislamiento refuerza el carácter contemplativo de la ruta.
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Viacrucis |
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V Estación |
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V Estación |
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V Estación |
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V Estación |
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Viacrucis |
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Viacrucis |
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Viacrucis |
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VII Estación |
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Panel informativo |
La VII Estación está marcada simplemente con una señal, sin estructura ni cruz, apenas una referencia geográfica. Poco después alcanzamos la Ermita del Altar Mayor, que corona el Risco de la Brulera. Desde aquí se dominan el Valle de Cuelgamuros y buena parte del entorno de la Jarosa. En este punto también se encuentra un puesto de observación de los bomberos forestales, un lugar estratégico para vigilar incendios en época estival.
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Altar Mayor |
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Cruz de los Caídos |
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Altar Mayor |
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Altar Mayor |
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Altar Mayor |
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Altar Mayor |
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Cruz de los Caídos |
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Viacrucis |
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Viacrucis |
Las vistas hacia la cruz monumental y la basílica subterránea del Valle son sobrecogedoras. Aunque no accedemos al monumento propiamente dicho, la perspectiva que ofrece esta ruta es privilegiada. Seguimos el trazado del Viacrucis, sacando fotos de un paisaje que conjuga lo natural y lo monumental de forma única. Tras un pequeño desvío a la derecha, alcanzamos la IX Estación, que se marca con una baliza horizontal. Abandonamos por un momento la senda de sillares para llegar a la Capilla de la X Estación. El acceso está algo deteriorado, pero se mantiene transitable. Esta es la capilla más cercana a la basílica, aunque el Viacrucis prosigue aún más allá, en dirección al templo, entre jarales y riscos.
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IX Estación |
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Viacrucis |
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X Estación |
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Altar Mayor |
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X Estación |
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X Estación |
Nosotros decidimos abandonar el Viacrucis en la zona del Cerro del Pulmón y tomamos una senda a la derecha, que nos conduce por una zona menos definida pero igual de interesante. Pasamos junto a las canteras del Cerro del Pulmón, vestigios de la explotación de piedra que sirvió para levantar el conjunto monumental del Valle. En un cruce, giramos de nuevo a la derecha y seguimos una senda marcada que nos lleva en dirección al punto de inicio de la ruta.
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Sendero |
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Cantera del Cerro del Pulmón |
Volvemos a superar la Cerca de Felipe II por otra apertura y seguimos ahora por el otro lado de la tapia, un camino que discurre pegado a ella y que nos lleva de nuevo hasta el arroyo de Calle de los Álamos, que vadeamos por segunda vez sin mayor dificultad. La senda que seguimos ahora es menos cómoda, estrecha, flanqueada por jarales y marcada solo por los postes del tendido eléctrico. Aun así, mantiene el rumbo y no presenta complicaciones serias.
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Cerca de Felipe II |
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Arroyo |
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Sendero |
En pocos metros alcanzamos una pista amplia de tierra que seguimos sin desvíos. Esto nos conduce directamente al regreso de la Senda de la Búsqueda del Agua. En el siguiente cruce, giramos a la izquierda y volvemos a conectar con la pista principal que lleva al área recreativa de Jarosa II y a la Senda del Bosque Plateado. En este punto giramos a la derecha y pasamos por delante de las Casas de San Macario, donde se ubica un albergue actualmente cerrado por obras. La ruta nos lleva sin desvíos a la pequeña Ermita de San Macario, único edificio restaurado del antiguo pueblo que yace bajo las aguas del embalse.
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Pista de tierra |
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Casas de San Macario |
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Ermita de San Macario |
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Ermita de San Macario |
Aquí concluimos la ruta circular, tras casi doce kilómetros de historia, paisaje y reflexión. Rematamos la jornada con un merecido almuerzo en el restaurante La Ermita, donde recuperamos fuerzas y comentamos los momentos más impactantes del recorrido.
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Restaurante |
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Restaurante |
Esta senda no solo sorprende por su trazado y su entorno, sino también por su desconocimiento general. A pesar de su riqueza histórica, paisajística y simbólica, el Viacrucis del Valle de Cuelgamuros apenas aparece en las guías habituales. Su silencio y aislamiento no son fruto del abandono, sino del olvido. Y, sin embargo, es precisamente esta soledad la que convierte el paseo en una experiencia única. Es un itinerario que merecería más atención y reconocimiento, tanto por su valor patrimonial como por su papel en el entorno de la Sierra de Guadarrama.
Dejo mapa de la ruta: