Ruta 135 - Madrid. Ruta de San Isidro 2025

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Ruta realizada el 15 de mayo de 2025

2 personas a pie

Distancia: 13,34 km

Desnivel positivo: 151 m

Desnivel negativo: 68 m

Altitud máxima: 680 m

Altitud mínima: 570 m

Tiempo en movimiento: 2 horas 51 minutos

Tiempo: 3 horas 17 minutos


La finalidad de esta ruta fue celebrar San Isidro recorriendo a pie los lugares más emblemáticos de la festividad, integrando tradición y modernidad en un paseo urbano. Inspirada en el programa oficial y en los carteles de este año, la ruta combinó espacios festivos, históricos y culturales. Fue una forma activa y sensorial de redescubrir Madrid en su día grande, conectando con su identidad castiza y su vitalidad contemporánea.



Adjunto vínculo de Wikiloc:


https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/madrid-ruta-de-san-isidro-2025-213619198


Aprovechando el festivo del patrón de Madrid, San Isidro Labrador, y un día que parecía hecho a medida, primaveral, con temperatura suave y cielo despejado tras las últimas lluvias, nos lanzamos a recorrer la ciudad a pie, descubriendo –o redescubriendo– los rincones más representativos de esta festividad. Fueron algo más de 13 kilómetros, dedicando la mañana, en los que el Madrid más tradicional y el más moderno se daban la mano en un recorrido urbano lleno de color, música, olores a rosquillas, mantones de manila, y una energía festiva que se respiraba en cada rincón.


Para diseñar esta ruta he tomado como referencia el programa oficial de festejos del Ayuntamiento y los lugares destacados en los carteles de este año. La imagen, obra del artista Javier Navarrete, “El Chico Llama”, retrata una verbena en Las Vistillas llena de color, tradición y modernidad, con chulapos, claveles, barquillos y hasta bicicletas. Las adaptaciones del cartel recorren los espacios emblemáticos de las celebraciones: la pradera de San Isidro, la plaza Mayor, Matadero y Las Vistillas. A este itinerario he sumado la Plaza de Toros de Las Ventas, donde la Feria Taurina de San Isidro también ocupa un lugar central. Así como, he incluido en la ruta otros lugares muy castizos como son La Puerta del Sol o el Estanque del Retiro.




Cartel oficial de San Isidro 


Cartel de Matadero 



Cartel de la Pradera de San Isidro 

Cartel de las Vistillas 

Cartel de la Plaza Mayor 

Cartel de las Ventas 


Partimos de Legazpi, justo junto a la estatua de Pegaso, el imponente caballo alado que da la bienvenida al Matadero Madrid, el antiguo matadero reconvertido en centro cultural. Dimos un breve rodeo para rodear el complejo y engancharnos a Madrid Río, un eje verde y fluvial que vertebra el sur del centro de la ciudad y que ha transformado el cauce del Manzanares en un paseo moderno y muy transitado.


Pegaso en Legazpi 


Matadero 


Matadero 


Matadero 


Nuestro primer tramo fue un suave avance remontando el río, cruzando sucesivamente por varios puentes. Primero, el Puente del Matadero, luego el Puente del Invernadero y poco después el Puente de Praga. Cada uno tiene su personalidad: unos son funcionales, otros más vistosos. A esa hora de la mañana, el paseo estaba tranquilo, pero ya se notaba más animación de lo habitual. Seguimos hasta la Pasarela de la Playa, que conecta las dos orillas cerca del tramo donde se ha acondicionado una zona de juegos y descanso. A los 2 km pasamos bajo el espectacular Puente Monumental de Arganzuela, obra de Dominique Perrault, que con su espiral de acero se ha convertido en símbolo de esta zona moderna y reformulada del Madrid más al sur del centro. Justo después, el coqueto Puente de las Bolas, y un poco más adelante, alcanzamos el histórico Puente de Toledo, que, pasando junto a Pirámides, cruzamos dirección Marqués de Vadillo. De aquí en adelante comenzaba realmente el Madrid de las fiestas de San Isidro.


Puente Monumental de Arganzuela 


Puente de las Bolas 


Pirámides 


Puente de Toledo 


Río Manzanares 


Puente de Toledo 


Madrid Río 


Madrid Río 


Nos adentramos en el barrio de Marqués de Vadillo, donde el tráfico estaba ya restringido y el ambiente era puramente festivo. Había música en los altavoces, puestos de barquillos, figuras de gigantes y cabezudos en movimiento, y muchas personas ataviadas con la vestimenta castiza: chulapos y chulapas con claveles rojos y blancos en la solapa o en el pelo. Entramos por la calle que no podía tener un nombre más apropiado: Paseo del 15 de Mayo. Todo aquí nos recordaba por qué esta fecha es tan especial para los madrileños. A ambos lados, hileras de puestos ofrecían desde limonada y rosquillas "listas y tontas" hasta camisetas con motivos de San Isidro. Una música alegre se colaba entre las conversaciones de los vecinos, que iban en familia o en grupo, muchos de ellos con sus mascotas también vestidas para la ocasión.


Marqués de Vadillo 


Gigantes y cabezudos 


Gigantes y cabezudos 


Calle del 15 de Mayo 


Bailando un Chotis 

Al poco, accedimos al gran espacio de la Pradera de San Isidro, mencionada por Goya en sus lienzos y siempre centro neurálgico de la festividad. Aunque era temprano, las atracciones –tiovivos, noria, coches de choque– ya estaban montadas, a la espera de los turnos de la tarde. Paseamos tranquilamente, observando los detalles.


Pradera de San Isidro 


Pradera de San Isidro 


Pradera de San Isidro 


Parque de San Isidro 



Seguimos hasta la Ermita de San Isidro, situada en el Paseo de la Ermita. Había una cola considerable para acceder al templo y a la Fuente del Santo, donde se recoge el agua bendita que, según la tradición, tiene propiedades curativas. Aquí sí que el ambiente era ya plenamente devocional y también musical: varias parejas bailaban un chotis sobre el empedrado, mientras los más veteranos aplaudían y comentaban anécdotas de otros años. En paralelo, se preparaba la actividad en las carpas: una dedicada a espectáculos y otra a los oficios religiosos.



Paseo de la Ermita 


Paseo de la Ermita 


Paseo de la Ermita 


Ermita de San Isidro 


Vistas desde la Ermita 


Chotis junto a la Ermita 


Abandonamos la Pradera cruzando de nuevo hacia Madrid Río, esta vez por el Puente del Principado de Andorra, en dirección norte. De camino, se sumaban más paseantes, algunos con claveles en la mano, otros aún con el palillo del barquillo entre los dientes. Antes de llegar al Puente de Segovia, abandonamos el río y nos adentramos en el Parque de Atenas, donde hicimos una breve pausa. Aquí la primavera se mostraba con toda su fuerza: parterres repletos de flores, árboles rebosantes de verde y bancos ocupados por personas saboreando el festivo con calma.


Puente de Andorra 


Madrid Río 



Parque de Atenas 


Parque de Atenas 


Desde allí, comenzamos la subida por la Cuesta de Javalquinto, que nos condujo hasta el Parque de las Vistillas. Allí encontramos otra gran carpa preparada para espectáculos, y una animación continua. En medio del parque, la estatua de la Violetera –personaje icónico de la zarzuela madrileña– nos recibió con su ramillete en la mano y mirada nostálgica.


Cuesta de Javalquinto 


Las Vistillas 


Las Vistillas 


Catedral de la Almudena 


Las Vistillas 


La Violetera 


Desde aquí, accedimos a la Calle Bailén, con vistas impresionantes en el Viaducto de Segovia, en donde se observa la Casa de Campo al fondo. A nuestra derecha, la majestuosa Catedral de la Almudena marcaba el cambio de ambiente: entrábamos en el Madrid histórico. Seguimos por la Calle Mayor, pasando junto al Monumento a las víctimas del atentado contra Alfonso XIII, y poco después por la Plaza de la Villa, con su arquitectura medieval y renacentista. Aquí el bullicio disminuía un poco, para dejar paso a la solemnidad.


Viaducto de Segovia 



Catedral de la Almudena 


Plaza de la Villa 


Plaza de la Villa 


Después, y ya con ambiente más turístico y castizo, entramos al Mercado de San Miguel (aunque no paramos a comer), y de ahí a la Plaza Mayor, epicentro de muchos eventos de San Isidro. Otra gran carpa ocupaba el centro, y la plaza, como siempre, estaba animada por músicos, turistas y madrileños con ganas de fiesta.


Mercado de San Miguel 


Plaza Mayor 


Plaza Mayor 


Plaza Mayor 



De ahí a Puerta del Sol, pasando junto al kilómetro cero, y cruzando al Congreso de los Diputados, un tramo más institucional pero también festivo. La Fuente de Neptuno y el Palacio de la Bolsa marcaron la entrada en la zona del Paseo del Prado, donde también nos detuvimos unos instantes para mirar el Monumento a los Caídos del 2 de mayo.


Puerta del Sol 


Congreso de los Diputados 


Plaza de Neptuno 


Paseo del Prado 


Monumento a los Caídos del 2 de Mayo 


Palacio de la Bolsa 


Entramos en el Retiro por la Puerta de España, y seguimos por la Avenida de Argentina, también conocida como el Paseo de las Estatuas. Aquí las esculturas de los reyes de España observan con solemnidad cómo la ciudad celebra. El parque estaba precioso: el Salón del Estanque con sus barcas, las fuentes rebosantes, y el verde aún más intenso gracias a las lluvias recientes.



Retiro. Puerta de España 



Retiro 


Retiro. Avenida de Argentina 


Estanque del Retiro 


Estanque del Retiro 


Abandonamos el parque por una salida directa hacia la Calle Alcalá, pasando junto a la preciosa Iglesia de San Manuel y San Benito, y ya casi en recta final. Alcalá nos llevó de forma natural hasta el broche de oro de esta ruta: la Plaza de Toros de Las Ventas, donde se celebra la Feria Taurina de San Isidro, uno de los eventos más emblemáticos de la fiesta y que atrae tanto a devotos del toreo como a curiosos.



Salida del Retiro 


Calle de Alcalá 


Cartel Plaza de Toros de Las Ventas 


Plaza de Toros de Las Ventas 


Plaza de Toros de Las Ventas 


Plaza de Toros de Las Ventas 


En poco más de 13 kilómetros, caminamos por la historia viva de Madrid. La ruta combina tradición y modernidad, calles en plena verbena con plazas solemnes, atracciones apagadas que esperan la noche y parques brillando bajo el sol de mayo. San Isidro es, sin duda, una de las mejores ocasiones para descubrir –o redescubrir– la ciudad con todos los sentidos abiertos.

Una jornada festiva, amable, accesible, y muy, muy madrileña.


Adjunto mapa de la ruta:








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