Ruta 106 - Cercedilla. Invernal (II). Refugio de Navarrulaque, Carretera de la República y Ducha de los Alemanes, desde Camorritos

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Ruta realizada el 23 de marzo de 2025

A pie por dos personas

Distancia: 10,85 km

Desnivel positivo: 479 m

Desnivel negativo: 479 m

Altitud máxima: 1.737 m

Altitud mínima: 1.346 m

Tiempo: 4 horas 25 minutos




La finalidad de esta ruta era disfrutar de la nieve recién caída en el valle de la Fuenfría, recorriendo caminos conocidos de manera segura y sin riesgos innecesarios. Buscábamos una experiencia invernal, caminando sobre nieve virgen, disfrutando del paisaje nevado y observando el entorno transformado por el invierno. Además, como queríamos completar la ruta a tiempo para regresar a casa a comer, la idea era ir adaptando el itinerario según las condiciones del terreno y del clima.


Adjunto el vínculo de Wikiloc:


https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/cercedilla-invernal-ii-refugio-de-navarrulaque-carretera-de-la-republica-y-ducha-de-los-alemanes-de-205877663


Salimos a las nueve de la mañana desde el parking del apeadero de Camorritos con la ilusión de caminar sobre la nieve recién caída. La noche anterior había dejado un buen manto blanco sobre el valle de la Fuenfría, cubriendo cada sendero, cada roca y cada árbol con un espesor virgen que invitaba a recorrerlo. El ambiente era inmejorable: una ligera nevada acompañaba nuestros primeros pasos, pero la previsión auguraba que el día acabaría despejado. Apenas nos cruzamos con gente en las primeras horas, quizás por los avisos de posibles lluvias o desprendimientos de nieve. Nosotros, sin embargo, habíamos planeado una ruta sencilla, sin riesgos, y con la intención de volver a comer a casa.




Desde el inicio seguimos la Vereda de las Encinillas por el GR-10, avanzando con calma mientras nos acostumbrábamos a la pisada en la nieve. En algunos tramos, el sendero se difuminaba bajo el blanco uniforme, pero conocíamos el camino lo suficiente como para no perdernos. Unos metros más adelante, decidimos tomar un pequeño atajo que nos recortaba ligeramente el recorrido. En ese punto hicimos una breve pausa para admirar la panorámica: el valle se abría ante nosotros, completamente cubierto de nieve, con las copas de los árboles inclinadas bajo el peso del hielo. La sensación de soledad y tranquilidad era absoluta.

Vereda de las Encinillas


GR-10


Vistas del Valle


GR-10

Retomamos el GR-10 en dirección a la Pradera de Navarrulaque, uno de los lugares más emblemáticos de la zona. Cuando llegamos, la imagen era impresionante: un amplio manto blanco extendiéndose sin una sola pisada.


Pradera de Navarrulaque




Pradera de Navarrulaque


Pradera de Navarrulaque


Seguimos sin detenernos demasiado, tomando a la derecha la Carretera de la República en dirección al Puerto de la Fuenfría. Aquí la nieve comenzaba a ser más profunda. Al principio, la capa apenas nos cubría los tobillos, pero poco a poco fue aumentando hasta llegar casi a la rodilla. La progresión se hacía más lenta, y cada paso exigía más esfuerzo. Las rocas del lado derecho de la carretera estaban adornadas con espectaculares témpanos de hielo, formados por el agua que goteaba y se congelaba con el frío nocturno. Además, varios arroyos bajaban con fuerza desde la ladera, dejando un murmullo constante que contrastaba con el silencio de la nieve. El paisaje, con la luz filtrándose entre las nubes, tenía un aire casi irreal.


Tempanos


Carretera de la República



Vista del Mirador de la Reina


Carretera de la República


Al llegar al Puente de Hierro de la Navazuela, nos planteamos si seguir adelante o cambiar el itinerario. La nieve no daba tregua y avanzar se hacía cada vez más complicado. Decidimos descender por el sendero que baja junto al río, buscando la parte inferior de la Carretera de la República. Este tramo, aunque tapado por la nieve, se podía seguir sin grandes dificultades. Nos abríamos paso con cuidado, disfrutando del entorno sin perder la referencia del curso del río.


Puente de Hierro de la Navazuela



Río Navazuela



Senda junto al Río Navazuela


Al poco tiempo alcanzamos el puente de madera sobre el río Navazuela, un rincón siempre encantador, pero que con la nieve adquiría un toque aún más especial. Seguimos en dirección a la Ducha de los Alemanes, donde el agua caía con una fuerza inusual. Las últimas lluvias y el deshielo habían alimentado el cauce, y la cascada ofrecía un espectáculo impresionante. Unos metros más abajo, la segunda Cascada (y no tan famosa, pero hoy impresionaba) del Río Navazuela bajaba con la misma energía, una muestra más de la vitalidad del entorno en invierno.


Puente de Madera


Ducha de los Alemanes


Ducha de los Alemanes


Segunda Cascada


Volvimos a conectar con la Carretera de la República en su nivel inferior, donde el tránsito era mucho más cómodo. Aquí la nieve estaba compactada por el paso de otros excursionistas y un coche de los agentes forestales que cruzó a toda velocidad terminó de reforzar el firme. Caminamos a buen ritmo, pasando junto al Descanso de González Bernáldez, cuyo cartel apenas se distinguía bajo la nieve.


Carretera de la República


Carretera de la República


Descanso de Gonzalez Bernáldez


El cielo comenzó a abrirse, dejando que los rayos de sol iluminaran el valle. La nieve, hasta entonces blanda y ligera, empezaba a derretirse en algunos puntos, creando charcos y zonas resbaladizas. La luz resaltaba la belleza del paisaje, con un juego de sombras y reflejos que nos acompañó hasta la Pradera de Navarrulaque.


Sale el sol


Valle de la Fuenfría


Carretera de la República


Nos desviamos hacia el Refugio de Aurrulaque, donde hicimos una parada para reponer fuerzas. Allí coincidimos con otro excursionista, con quien compartimos impresiones sobre la ruta y el estado de la nieve. Tras unos minutos de descanso, emprendimos el descenso por el GR-10, retomando la Vereda de las Encinillas en su tramo completo. Aquí, el camino estaba muy pisado y la nieve mezclada con agua nos obligaba a elegir bien cada paso para evitar mojarnos demasiado los pies.


Refugio


Refugio



GR-10

En el Mirador de Cercedilla nos detuvimos para contemplar el paisaje y comparar la imagen con la que habíamos visto a primera hora. El sol había transformado el valle, fundiendo parte de la nieve y dejando al descubierto las copas de los árboles y algunas rocas que antes estaban ocultas. Unos excursionistas se ofrecieron a hacernos una foto, un bonito recuerdo de la jornada.


Vistas de Cercedilla


Desde allí, tomamos el mismo camino de vuelta hasta el apeadero de Camorritos, cerrando así el círculo de nuestra ruta. El día había sido perfecto: nieve recién caída, un entorno espectacular y la satisfacción de haber disfrutado de la montaña con tranquilidad.


Este recorrido es una muestra de la riqueza del valle de la Fuenfría y su importancia dentro de la Sierra de Guadarrama. La Carretera de la República y el GR-10 son ejes fundamentales para explorar la zona, permitiendo descubrir sus rincones más emblemáticos sin grandes dificultades técnicas. En invierno, con nieve, el paisaje se transforma y ofrece una experiencia única, siempre con la precaución de adaptar el itinerario a las condiciones del terreno.


Dejo el mapa de la ruta.





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