Ruta 99 - Navacerrada. Peña Pintada, Sendas Ortiz y Alakán, Mirador de las Canchas y Fuente de la Campanilla desde la Barranca

0

Ruta realizada el 1 de marzo de 2025

1 persona a pie

Distancia: 10,98 km

Desnivel positivo: 497 m

Desnivel negativo: 497 m

Altitud máxima: 1.850 m

Altitud mínima: 1.375 m

Tiempo en movimiento: 3 horas 2 minutos

Tiempo: 3 horas 39 minutos


La finalidad de esta ruta era disfrutar de un recorrido solitario por la Sierra de Guadarrama por la zona del Valle de la Barranca, en condiciones invernales, apreciando la montaña en su estado más puro. A pesar de la lluvia inicial y la posterior nevada, el trayecto ofreció una experiencia distinta, con senderos cubiertos de blanco y una atmósfera silenciosa y envolvente. La ruta permitió explorar miradores, sendas y cimas, destacando la Peña Pintada y la Fuente de la Campanilla.





Adjunto vínculo de Wikiloc de la ruta:


https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/navacerrada-pena-pintada-sendas-ortiz-y-alakan-mirador-de-las-canchas-y-fuente-de-la-campanilla-des-203332462


Salí temprano desde el aparcamiento de La Barranca, donde el aire frío de la mañana y un cielo cubierto presagiaban un día húmedo. La pista de tierra me recibió con su aspecto habitual, compacta y bien definida, flanqueada por pinos altos que crujían suavemente con la brisa. A pocos metros de iniciado el camino, un panel informativo señalaba el trazado del Camino de la Barranca, que recorreré durante la ruta, recordando la riqueza de esta zona montañosa de la Sierra de Guadarrama. A la derecha dejo atrás el Embalse del Pueblo de Navacerrada.


La Maliciosa desde el Parking de la Barranca



Embalse del Pueblo de Navacerrada


Panel con la Ruta de la Barranca


Poco después, pasé junto al embalse del Ejército del Aire, que soltaba una gran cantidad de agua. La lluvia, fina pero persistente, comenzaba a hacer más pesado el avance, humedeciendo el suelo y acentuando el aroma a resina de los pinos circundantes. Mantuve el ritmo mientras seguía la pista, hasta que llegó el momento de girar a la izquierda y tomar un sendero que ascendía por la ladera.


Presa del Embalse del Ejercito del Aire


Embalse del Ejercito del Aire


La subida me condujo hasta la Senda Ortiz, un sendero bien trazado que discurre junto a la ladera de El Mojón. Aquí la vegetación se hacía más densa, y la inclinación del terreno aumentaba, obligándome a ajustar el paso. En este tramo encontré un panel informativo sobre el sendero, justo cuando la lluvia daba paso a una ligera nevada. El manto blanco comenzó a cubrir sutilmente el suelo, creando un entorno cada vez más invernal.



Senda Ortiz


Senda Ortiz

Comienza a nevar




Pocos minutos después, crucé la Fuente del Mojón, para continuar hacia un mirador natural que en días despejados ofrece vistas magníficas de Peña Gorda. Sin embargo, la niebla densa impedía ver más allá de unos metros, limitando la panorámica a un paisaje difuminado por la bruma.


Mirador de Peña Gorda


Siguiendo la Senda Ortiz, crucé el Arroyo del Chiquillo, que bajaba con un caudal notable debido a las recientes precipitaciones. 


Arroyo del Chiquillo

La senda giró poco después a la derecha, llevándome a una explanada en la loma. En esta zona se encontraba el antiguo sanatorio de Guadarrama, hoy desaparecido, solo queda un magnifico mirador (en el que hay poco que ver hoy),  pero cuya historia aún resuena entre los montañeros de la zona. Desde aquí, retomé la pista de tierra del Camino de la Barranca, un tramo cómodo que permitió un respiro tras el ascenso anterior.



Mirador del antiguo sanatorio de Guadarrama


Camino de la Barranca



Continué hasta el Mirador de las Canchas, pero la combinación de niebla y nieve hacía que la visibilidad fuese prácticamente nula. En la encrucijada donde confluyen varias rutas, encontré una senda oculta por la nieve que conducía a Peña Pintada. La nieve, cada vez más abundante, cubría las piedras del camino y obligaba a avanzar con precaución.


Mirador de las Canchas


Punto de información en el Mirador de las Canchas


La senda hacia Peña Pintada serpenteaba entre los pinos, ofreciendo un ambiente solitario y silencioso, roto solo por el crujir de la nieve bajo mis botas. Finalmente, llegué a la cima de Peña Pintada, completamente cubierta por la nieve. La sensación de aislamiento y la blancura del paisaje generaban un momento de contemplación en lo alto. Tras unos minutos en la cumbre, emprendí el regreso hacia el Mirador de las Canchas y, de nuevo, a la pista del Camino de la Barranca.


Sendero que sube a Peña Pintada


Cima de Peña Pintada


El descenso me llevó a cruzar el puente sobre el Arroyo de Peña Cabrita y, poco después, el puente sobre el Arroyo de Regajo del Pez. El recorrido prosiguió hasta el mojón conocido como Puerta de la Maliciosa, donde tomé momentáneamente el PR-M26. Las marcas blancas y amarillas del sendero guiaban el camino en medio del terreno nevado.


Camino de la Barranca



Arroyo de Peña Cabrita

Arroyo Regajo del Pez


Puerta de la Maliciosa


Encrucijada de caminos


El siguiente punto clave del recorrido fue la Fuente de la Campanilla, que manaba con fuerza tras las lluvias y nevadas recientes. Siguiendo la tradición montañera, hice sonar la pequeña campana que la acompaña, un gesto simbólico para muchos senderistas que pasan por aquí. Con el sonido aún resonando en el aire frío, retomé la marcha de vuelta, siguiendo el PR-M26.


PR-M26



Fuente de la Campanilla


Vuelta por PR-M26


Abandoné la pista para tomar la Senda Alakán, un sendero estrecho que discurre paralelo al río de Navacerrada. Este tramo se adentraba en un denso pinar, donde el suelo cubierto de agujas de pino y nieve formaba una mezcla resbaladiza pero visualmente hermosa. Al cruzar el arroyo de la Maliciosa, la senda se volvía más técnica, exigiendo un mayor esfuerzo en cada paso. En este punto, pasé junto a la conocida cabaña del Sendero Alakán, una construcción modesta de palos que aporta un refugio improvisado en medio del bosque. 


Sendero Alakán

Río Navacerrada


Senda Alakán


Pinar


Arroyo de la Maliciosa


Arroyo de la Maliciosa


Cabañas de la Senda Alakán


Pinar


Poco después, llegué al Embalse del Ejército del Aire por su otro lado. Desde aquí, crucé la puerta que daba acceso a la pista de tierra, el último tramo del recorrido antes del final de la ruta.


Embalse del Ejército del Aire


Embalse del Ejército del Aire

El tramo final me llevó hasta la Casa de los Agentes Forestales y la puerta que marca el acceso al aparcamiento de La Barranca, donde había comenzado la jornada. A medida que descendía, la nieve dio paso a una llovizna intermitente, hasta que, finalmente, cesó por completo al llegar al punto de inicio.


Casa de los Agentes Forestales



Esta ruta, más allá de su atractivo paisajístico, representa una conexión importante con la Sierra de Guadarrama. Sus sendas y caminos han sido transitados durante generaciones, y forman parte de un entorno natural protegido que alberga una biodiversidad rica y variada. La combinación de bosques de pino silvestre, arroyos y cumbres nevadas ofrece un recorrido de gran interés tanto para senderistas ocasionales como para montañeros experimentados. Además, el mantenimiento de estas rutas garantiza el equilibrio ecológico de la zona, permitiendo que futuras generaciones sigan disfrutando de este enclave único.


En definitiva, una jornada en la que la nieve, la lluvia y la niebla fueron protagonistas, añadiendo un toque de aventura a la travesía. La ruta, a pesar de la falta de vistas en algunos puntos clave, no dejó de ser un recorrido interesante y enriquecedor.


Adjunto el mapa de la ruta:




Entradas que pueden interesarte

Sin comentarios