Ruta 113 - Las Rozas. Recorriendo el Área Natural del Alto Lazarejo

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Ruta realizada el 12 de abril de 2025

2 personas a pie

Distancia: 13,65 km

Desnivel positivo: 182 m

Desnivel negativo: 182 m

Altitud máxima: 732 m

TrailRank: 51

Altitud mínima: 630 m

Tiempo en movimiento: 3 horas 22 minutos

Tiempo: 3 horas 42 minutos


El propósito de esta ruta circular por el Alto Lazarejo, en Las Rozas, es disfrutar de un entorno natural protegido sin salir del área metropolitana, explorando sendas bien marcadas, cruzando arroyos estacionales y descubriendo rincones poco conocidos entre encinares, barrancos y zonas semiurbanas. Es un recorrido accesible, tranquilo y sorprendente, ideal para quienes buscan caminar entre naturaleza y ciudad, sin necesidad de utilizar vehículo privado.





Adjunto vínculo a Wikiloc:


https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/las-rozas-recorriendo-el-area-natural-del-alto-lazarejo-208583188


El Área Natural del Lazarajo, es una zona protegida por el Ayuntamiento de Las Rozas, y se extiende dentro de la subcuenca del Arroyo del mismo nombre. Pertenece al tramo medio del río Guadarrama y tiene una superficie de casi mil hectáreas. 


Una mañana templada de primavera, sin prisas pero con ganas, salimos a recorrer uno de esos espacios que sobreviven milagrosamente al avance urbanístico: el Alto Lazarejo, una zona protegida que se esconde entre las urbanizaciones de Las Rozas, a medio camino entre la ciudad y el campo, apenas unos minutos en bus del centro de Madrid. Partimos de la Calle Kalamos, junto al campo de rugbi, y un poco más adelante, junto a uno de los accesos, encontramos un punto de información relativo a la zona protegida del Alto Lazarejo. Desde allí, cruzamos la Avenida de Lazarejo y tomamos una pista de tierra que señalaba el comienzo real de la ruta. A partir de este momento, el ambiente cambió. Tranquilidad y silencio.


Panel informativo del Área Natural del Lazarajo 


Acceso a la zona protegida 


Puente de la Avenida del Lazarajo 


Al poco de avanzar por la pista, llegamos a un cruce. Tomamos el ramal derecho, una senda ancha que nos condujo en dirección al arroyo Lazarejo. Este pequeño cauce, que muchas veces aparece seco, esta vez llevaba agua gracias a las lluvias de las últimas semanas. Sorprendía el sonido del agua corriendo, casi como un premio inesperado. Nos acercamos a él y lo cruzamos en varias ocasiones. Pasamos bajo el puente de la Avenida de Lazarejo. Había barro y algunas zonas con fango, pero nada que no se pudiera sortear con cuidado.


Señales. Dirección Arroyo Lazarejo 


Arroyo Lazarejo 


Puente sobre el arroyo Lazarejo 


Senda


Senda


Arroyo Lazarejo 


A lo largo del siguiente tramo, el arroyo fue apareciendo y desapareciendo, y lo cruzamos en varias ocasiones. Las aguas, aunque poco profundas, se deslizaban entre juncos y zarzas con una calma contagiosa. Vadeamos el arroyo sin dificultad, incluso en una ocasión lo hicimos sobre una antigua tubería, en un paso improvisado pero efectivo. Otro punto de información del Alto Lazarejo nos esperaba al poco, como para recordarnos que estábamos caminando por una zona protegida, rica en fauna y flora, donde liebres, milanos y jabalíes comparten espacio con corredores y paseantes.


Panel informativo


Panel informativo 


Sendero 


Sendero 



Arroyo Lazarejo 



Arroyo Lazarejo 



Seguimos avanzando hasta otro cruce de caminos bien señalizado. Tomamos la dirección Miguel Martín / Fuente del Cura, atravesando el pintoresco Puente de Perales. Pronto dejamos el curso del arroyo y comenzamos una suave subida por una rampa de tierra a la izquierda, ascendiendo a la zona del Endrinal. Aquí el paisaje cambiaba nuevamente, con encinas dispersas y matorral bajo cubriendo el terreno. Al llegar a una zona perimetral vallada, giramos a la derecha y seguimos caminando junto a un muro que delimitaba la propiedad colindante.


Señales 


Puente de Perales 


Izquierda 


Derecha 



La valla desapareció poco después, y el camino nos condujo a la zona conocida como Los Barrancos. Aquí, el sendero era más cómodo, ancho y flanqueado por encinas. Nos detuvimos un momento junto a otro punto de información, esta vez dedicado al ecosistema de los encinares. El campo estaba florido y el aire vibraba con los sonidos de la vida silvestre. Se escuchaban a lo lejos los toques metálicos de los pitos reales, mezclados con el arrullo de las torcaces y el revoloteo de las urracas entre las ramas.


Encinar


Punto de información 


Encinares 


Encinares 


Primavera 


Una paloma 


En un cruce posterior, seguimos por uno de los muchos senderos que serpentean esta parte del parque. El terreno aquí mostraba signos de un pasado incierto: caminos con bordillos, señales de una urbanización que nunca llegó a materializarse. Esta parte parecía una postal de algo que estuvo a punto de suceder, y no sucedió. El resultado, sin embargo, era un escenario curioso.


Zona preurbanizada 


Alcanzamos el límite perimetral del área por este frente, cerca de la Calle de Chile, en las proximidades de la carretera de la Coruña. No tardamos mucho en volver sobre nuestros pasos, tomando un camino similar hasta reencontrar el cruce anterior. Esta vez optamos por bajar junto al arroyo Miguel Martín, que también traía agua. A lo largo de este tramo, el camino ofrecía buenas vistas de las urbanizaciones de Monterozas. Seguimos acompañando el curso del arroyo, que serpenteaba a nuestro lado, tímido pero constante.


Acceso de Calle de Chile


Panorámica de Monterozas 


Senda 


Arroyo Miguel Martín 

Arroyo Miguel Martín 


En la encrucijada donde antes ascendimos hacia el Endrinal, ahora giramos en dirección opuesta, hacia la Loma de los Cazadores. El sendero ganaba algo de pendiente, pero ofrecía una caminata tranquila. A nuestra izquierda, se abría el perfil de la mastodóntica Iglesia del Corpus Christi, imponente entre las edificaciones. Cruzamos la Avenida de Atenas por otra portilla y nos adentramos de nuevo en una zona más natural, continuando por cómodos senderos de tierra en la Loma de los Cazadores.



Arroyo Miguel Martín 


Arroyo Miguel Martín 


Iglesia del Corpus Christi 


Sendero 


Iglesia del Corpus Christi 


Avenida de Atenas 


Giramos a la izquierda y subimos por una escalera amplia que coronaba la loma. En lo alto, nos detuvimos unos minutos para disfrutar de la panorámica: una vista abierta de la cuenca, con la Ciudad del Fútbol brillando al fondo bajo el sol del mediodía. Desde allí, descendimos hacia la zona de Los Barrancos y seguimos el curso del arroyo de los Perales de la Carrascosa, que discurría entre una vegetación cada vez más densa.


Escalera 


Escalera 


Vistas


Vistas de Ciudad del Fútbol 


Dirección: Ciudad del Fútbol 


Puente sobre el arroyo de los Perales de la Carrascosa 



Arroyo de los Perales de la Carrascosa 


Un amplio cruce de caminos nos obligó a tomar una decisión. Elegimos la dirección hacia la Ciudad del Fútbol, cruzando el puente sobre el arroyo. La Ciudad del Fútbol de Las Rozas es la sede oficial de la Real Federación Española de Fútbol. Inaugurada en 2003, alberga los entrenamientos de la selección española, instalaciones deportivas de alto nivel, oficinas, residencias y zonas médicas. Está situada en un entorno natural, junto al área protegida del Alto Lazarejo, lo que la convierte en un enclave singular donde deporte de élite y medio ambiente conviven en armonía. Una vez que alcanzamos las instalaciones, continuamos, y dejamos atrás el entorno protegido para adentrarnos en la zona urbana de Las Rozas. El contraste era evidente, aunque el tránsito fue progresivo gracias a los corredores verdes que conectan ambos espacios.


Ciudad del Fútbol 


Sendero 


Fin de zona protegida 


En el cruce de la Avenida de Esparta con Miguel de Unamuno, accedimos a uno de esos corredores verdes por donde seguimos caminando. Unos metros después, en la calle Epidauro, enlazamos con otro sendero que serpenteaba entre las urbanizaciones. El tramo era agradable, flanqueado por vegetación y acompañado por el murmullo de algún que otro pájaro escondido entre los setos.


Acceso a corredores verde


Corredor verde 


Primavera 


Senda 


Senda 

Continuamos caminando junto a la zona de Los Barros. Bajamos por una ladera tranquila y cruzamos un puente de madera sobre el arroyo de los Perales de la Carrascosa. A un lado y otro, la vegetación se abría como una alfombra irregular de verdes y ocres. Cruzamos una última portilla que nos dejaba, de nuevo, fuera del área protegida del Alto Lazarejo. Solo nos quedaba seguir por la Avenida de Atenas hacia el punto de partida.


Senda 


Puente sobre el arroyo de los Perales de la Carrascosa 


Puente sobre el arroyo de los Perales de la Carrascosa 


Senda 


Fin de corredor verde 


Ya en el cruce con la calle Kalamos, observamos la parada de autobús de la línea 625, que en poco tiempo conecta con Moncloa.

La senda que recorre el Alto Lazarejo es un ejemplo de cómo la naturaleza puede resistir y adaptarse a su entorno urbano. El sendero, que transcurre entre cursos de agua, encinares y zonas de transición, permite asomarse a un ecosistema diverso sin alejarse de la ciudad. El recorrido combina historia natural, momentos de reflexión y una red de caminos que invitan a perderse sin perder el rumbo. Las zonas de vadeo del arroyo, los cruces bien señalizados y los puntos de información, hacen que este paseo no sea solo una ruta más, sino una pequeña expedición dentro del paisaje madrileño. Es una oportunidad para escuchar, observar y caminar sin prisa, recordando que incluso en plena expansión urbana, aún hay espacios donde la naturaleza se deja ver con generosidad.

Adjunto mapa de la ruta.




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