Ruta 112 - Madrid. Linea 2 de metro. Cuatro Caminos a las Rosas. Pasando por Sol, Cibeles, Puerta de Alcala, Retiro, Ventas y Cementerio de la Almudena

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Ruta realizada el 11 de abril de 2025

2 personas a pie

Distancia: 14,45 km

Desnivel positivo: 86 m

Desnivel negativo: 102 m

Altitud máxima: 710 m

Altitud mínima: 646 m

Tiempo en movimiento: 3 horas 5 minutos

Tiempo: 3 horas 43 minutos


Aprovechando una tarde de primavera en la que se mezclaban el sol y los aguaceros, nos propusimos realizar una ruta poco habitual pero con cierto sabor a aventura urbana. Se trataba de recorrer a pie el trazado aproximado de la línea 2 del Metro de Madrid, desde su inicio en Cuatro Caminos hasta su último punto en Las Rosas, disfrutando no solo del paseo, sino también de la arquitectura, los barrios, los parques, los monumentos y la historia que se esconde en cada parada. No pretendíamos ser exhaustivos, sino dejarnos llevar y permitir que cada rincón ofreciera una pequeña sorpresa. Un paseo de 14,45 kilómetros, con apenas 86 metros de desnivel positivo, pero cargado de matices y contrastes.









adjunto vínculo a wikiloc:

https://es.wikiloc.com/rutas-a-pie/madrid-linea-2-de-metro-cuatro-caminos-a-las-rosas-pasando-por-sol-cibeles-puerta-de-alcala-retiro-208489806

Iniciamos la caminata en la Glorieta de Cuatro Caminos (Parada 1), uno de los nodos neurálgicos del norte madrileño (se cruzan Raimundo Fernandez de Villaverde, Santa Engracia, Reina Victoria y Bravo Murillo), punto de confluencia de varias líneas de metro (1, 2 y 6) y parte del trazado del Camino de Santiago Madrileño. Desde aquí bajamos por Bravo Murillo, una arteria viva, bulliciosa, con tiendas de barrio y el trajín diario de una ciudad que no descansa.





Enseguida dejamos atrás la parada de Canal (Parada 2), que es una estación de las líneas 2 y 7 del Metro de Madrid situada bajo la confluencia de las calles Cea Bermúdez, José Abascal y Bravo Murillo. Su denominación viene de la proximidad del Parque del Tercer Depósito del Canal de Isabel II, así como de la sede de los Teatros del Canal.





Sin detenernos, y nos acercamos a la Estación de Quevedo (Parada 3). Aquí sí hacemos una pausa: nos encontramos con la estatua de Francisco de Quevedo, elegante, observando el movimiento con gesto de cierta ironía, como si sus pensamientos se burlaran del paso acelerado de los peatones. La estación abrió al público el 21 de octubre de 1925. Fue la cabecera de la línea hasta 1929, cuando se amplió la línea 2 hasta la estación de Cuatro Caminos.



Continuamos hacia San Bernardo (Parada 4), una gran rotonda presidida por una fuente de múltiples chorros. San Bernardo es una estación de las líneas 2 y 4 del Metro de Madrid situada bajo en el distrito de Chamberí bajo la glorieta de Ruiz Giménez, en la confluencia de las calles San Bernardo (de ahí su nombre), Alberto Aguilera y Carranza. La ciudad se va transformando poco a poco, dejando atrás el comercio más popular para acercarse al centro histórico. A la derecha se alza la Iglesia de Nuestra Señora de Montserrat, de sobria fachada neoclásica, y al fondo se adivina el Convento de las Comendadoras. Ambos lugares nos hablan de una historia religiosa y militar que sigue latiendo en estas calles.




Llegamos a Noviciado (Parada 5), ya en el distrito Centro, en el barrio de Universidad.  Sus andenes se encuentran bajo la calle de San Bernardo, entre las intersecciones con la calle Noviciado (de ahí su nombre) y la calle de los Reyes. Se encuentra unida con la estación de Plaza de España a través de un túnel que posibilita el transbordo. En sus inmediaciones se encuentran el Instituto Cardenal Cisneros, la Escuela Superior de Canto de Madrid, el Ministerio de Justicia y la Escuela de Relaciones Laborales del Instituto de España. Sentimos que la ciudad se estrecha. Las aceras son más angostas, los edificios más antiguos, los balcones casi se tocan entre sí. En ese momento, sin previo aviso, comienza a llover con fuerza. Un aguacero repentino nos obliga a detenernos bajo un soportal. Las gotas resuenan en los adoquines y le dan a la ciudad un aire melancólico, pero también revitalizante. Decidimos esperar unos minutos y, cuando escampa un poco, retomamos el paso.



La parada de Santo Domingo (Parada 6) nos recibe ya en plena Gran Vía, donde los teatros y musicales anuncian funciones con luces y carteles vistosos. Es una zona de tránsito continuo, pero también de expectación. Aquí los pasos se cruzan con prisas, y sin embargo hay quienes se detienen a mirar los escaparates o a elegir una función para la noche.





En Opera (Parada 7) nos encontramos con el Teatro Real y la estatua de Isabel II, imperturbable ante el tráfico y el turismo. Ópera es una estación de las líneas 2, 5 y Ramal del Metro de Madrid situada bajo la Plaza de Isabel II, en el distrito Centro de Madrid. La estación permite acceder a una zona con hitos turísticos como Teatro Real, la Plaza de Oriente y el Palacio Real. El nombre de esta estación proviene de situarse junto al teatro de la ópera de Madrid, el Teatro Real.





En este punto dejamos el trazado del Camino de Santiago Madrileño, y seguimos bajando hacia el corazón de la ciudad por la calle Arenal. Y llegamos a Sol (Parada 8). Sol es una estación multimodal situada bajo la céntrica Puerta del Sol de Madrid, en el barrio del mismo nombre del distrito Centro. En esta estación confluyen las líneas 1, 2 y 3 del Metro de Madrid y C-3 y C-4 de la red de Cercanías Madrid. La Puerta del Sol es siempre un hervidero, un lugar donde la ciudad parece condensarse. Aquí nos detenemos un buen rato: observamos el Kilómetro 0, nos sacamos una foto junto al Oso y el Madroño, y contemplamos el cartel del Tío Pepe, uno de esos símbolos que parecen eternos. También reparamos en la sede de la Comunidad de Madrid, custodiada con discreción. Es un lugar de paso, pero también de encuentro. El sol reaparece con fuerza en este punto, como si quisiera compensarnos por el aguacero de antes.









Continuamos hasta Sevilla (Parada 9), donde los edificios de entidades financieras nos recuerdan el carácter institucional de esta zona. Muy cerca está la Iglesia de las Calatravas, uno de esos templos que pasan desapercibidos a pesar de su belleza. El cielo, mientras tanto, se aclara por completo y, a lo lejos, entre los edificios, asoma un arco iris. El contraste entre el cielo gris de hace un rato y esta nueva luz le da un aire casi mágico a la tarde. Pasamos junto al emblemático edificio Metrópolis en la confluencia de las Calles de Gran Via y Alcalá.





Desde este punto seguimos la calle de Alcalá, que nace aquí y que no abandonaremos hasta cruzar la M-30. La ciudad se estira hacia el este, y nosotros con ella. La parada de Banco de España (Parada 10), además del propio edificio histórico del Banco de España, nos permite detenernos en la Plaza de Cibeles, con su fuente icónica y el imponente edificio del Ayuntamiento, antes sede de Correos. Miramos hacia el Paseo del Prado y el de Recoletos, dos de los ejes más nobles de la capital. Y seguimos adelante. Estamos ante la fase más intensa de la ruta desde un plano monumental.











Llegamos a la Puerta de Alcalá, en la Plaza de la Independencia. Es uno de esos monumentos que uno cree conocer de memoria, pero al acercarse siempre impresiona. A su lado se abre el Parque del Retiro, verde y fresco tras la temporada de lluvias, que todavía parece no haber acabado. Muy cerca se alza la Iglesia de San Manuel y San Benito, con su cúpula rojiza y su aire bizantino. La parada de Retiro (Parada 11), ubicada entre los barrios de Recoletos (distrito Salamanca) y Jerónimos (distrito Retiro), nos sitúa junto al mítico parque madrileño en su parte occidental, junto a la Calle Alcalá. 









Continuamos hasta Príncipe de Vergara (Parada 12), que es una estación de las líneas 2 y 9 del Metro de Madrid situada bajo la intersección de la Calle de Alcalá y la calle Príncipe de Vergara (de la que toma el nombre), en el barrio de Goya (distrito Salamanca).




Y muy cerca (en esta parte de la ruta las paradas están muy próximas unas de otras) , llegamos a Goya (Parada 13), que es una estación de las líneas 2 y 4 del Metro situada en el barrio homónimo en el distrito de Salamanca, bajo la confluencia de la calle Alcalá y la calle Goya, de la que toma su nombre. Realmente toma su nombre del pintor español Francisco de Goya. Los andenes de la línea 4 tiene copias de grabados de Goya. donde el Corte Inglés marca una zona comercial siempre activa. La ciudad aquí se mueve con otro ritmo, más pausado pero igualmente intenso.






En Manuel Becerra (Parada 14),estación de las líneas 2 y 6 del Metro de Madrid ubicada bajo la plaza del mismo nombre en el barrio de Guindalera en el distrito de Salamanca. notamos que los edificios ganan altura y las avenidas se ensanchan. La ciudad se prepara para cruzar su frontera invisible: la M-30.





En Ventas (Parada 15), que es una estación de las líneas 2 y 5 del Metro y todavía dentro del distrito de Salamanca, toma el nombre de la contigua Plaza de Toros de Las Ventas. Nos detenemos ante la Plaza de Toros, imponente, con sus ladrillos rojos y su arquitectura neomudéjar. En los alrededores hay varias esculturas en bronce dedicadas a antiguos toreros, lo que convierte el lugar en una especie de homenaje al mundo taurino. Cruzamos la M-30 por una pasarela peatonal. Al otro lado, la ciudad cambia.






Entramos en una zona más tranquila, residencial. Las distancias entre estaciones se alargan, los bloques de viviendas se suceden sin pausa, y el ritmo del paseo se vuelve más contemplativo. Llegamos a La Elipa (Parada 16), que es una estación de la línea 2 de Metro ubicada bajo la avenida del Marqués de Corbera, en el barrio de Ventas, dentro del distrito de Ciudad Lineal. Enseguida nos adentramos en el corredor verde que bordea el Cementerio de la Almudena. Es un tramo inesperadamente sereno, donde los árboles nos acompañan en paralelo al recuerdo de los que ya no están.


La estación de La Almudena (Parada 17), en la confluencia de las calles Arriaga y Francisco Largo Caballero con la Avenida de Daroca, en el distrito de Ciudad Lineal, nos permite acceder al cementerio por uno de sus puntos centrales. Es difícil abarcar su magnitud: se extiende durante kilómetros y alberga parte de la memoria silenciosa de la ciudad. No nos detenemos mucho, pero el lugar impone respeto.









Poco después llegamos a Alsacia (Parada 18), en el distrito de San Blas-Canillejas, junto a un centro comercial que, como tantos otros, marca el pulso económico de estos barrios más recientes.





En Avenida de Guadalajara (Parada 19), notamos un diseño urbanístico más moderno, con amplias avenidas, zonas verdes y una notable oferta de servicios. La ciudad se ha ido transformando con nosotros.





Finalmente, llegamos a Las Rosas (Parada 20). Aquí, el metro emerge en la zona central de un parque, con juegos infantiles, bancos, senderos para pasear. Estamos junto al Anillo Verde Ciclista y justo cuando cae la noche. Hemos completado el recorrido. Una ruta de poco más de tres horas, que se ha sentido como un paseo por diferentes tiempos de Madrid.






Esta senda, más allá del trazado físico, tiene un valor simbólico. Conecta el pasado más antiguo con los desarrollos urbanos más recientes, desde los barrios históricos y monumentales del centro hasta los ensanches y zonas residenciales del este. Caminarla es trazar una línea viva a través del mapa, una forma de entender cómo la ciudad crece, cómo se habita, cómo se recuerda. Madrid no es una sola, sino muchas ciudades superpuestas, y esta ruta es una forma de descubrirlas a pie, sin prisas, sintiendo su pulso en cada paso.


Asimismo, tengo todas estas rutas asociadas a las líneas de metro organizadas en una entrada general:


https://amsenderismo.blogspot.com/2025/04/ruta-124-lineas-de-metro-de-madrid-1-2.html


Adjunto mapa de la ruta:




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