Ruta 115 - Madrid-Rivas Vaciamadrid. Ruta improvisada por la zona de la Laguna del Campillo

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Ruta realizada el 15 de abril de 2025

1 persona a pie

Distancia: 5,83 km

Desnivel positivo: 86 m

Desnivel negativo: 86 m

Altitud máxima: 610 m

Altitud mínima: 528 m

Tiempo en movimiento: una hora 18 minutos

Tiempo: una hora 26 minutos


La finalidad de la ruta era descubrir la Laguna del Campillo, un espacio natural del Parque Regional del Sureste, aprovechando una tarde tranquila tras la lluvia. Buscaba disfrutar de la biodiversidad, los miradores, y conocer el valor histórico de la zona, marcada por su pasado ferroviario. Aunque hubo contratiempos por el barro y la crecida del río, la experiencia permitió una conexión auténtica con la naturaleza y el entorno.





Adjunto el vínculo a Wikiloc:


https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/madrid-rivas-vaciamadrid-ruta-improvisada-por-la-zona-de-la-laguna-del-campillo-209074356


 A veces, lo mejor que puede hacer uno es salir sin demasiados planes. Eso hice una tarde semana santa de 2025, cuando a última hora del día, decidí emprender una ruta improvisada por la zona de la Laguna del Campillo, en el Parque Regional del Sureste. Había llovido durante todo el día, pero como queriendo compensar, el cielo se despejó justo antes del atardecer, regalando una luz dorada, sin viento y con una temperatura suave. Sabía que disponía de una hora y media de luz solar, así que decidí aprovecharla.


Salí desde Madrid hacia Rivas-Vaciamadrid y aparqué en la Calle del Mirador, junto a una zona habilitada. Desde allí comencé la ruta entrando en la zona cerrada al tráfico, ya dentro del entorno protegido del Parque Regional del Sureste. Un cartel informativo me daba la bienvenida a la ruta de los Cantiles (siendo este el tramo final, y que me la apunto para un futuro), y el silencio del lugar, interrumpido solo por los sonidos de las aves, marcaba el tono del paseo.


Punto de información 


Punto de información 


Cantiles 


Giré a la izquierda para comenzar a bordear la laguna en sentido antihorario. Seguí adelante y pasé junto a un punto de información sobre la Laguna del Campillo, además de la entrada a la senda botánica, que recoge algunas especies autóctonas de la zona. La laguna, con las lluvias recientes, estaba a rebosar de agua. El reflejo del sol bajo sobre su superficie daba una sensación de calma total.


Acceso a la senda botánica 


Senda botánica 


Senda botánica 


Pronto llegué al Puente de Arganda, a unos 900 metros del inicio. Me desvié unos metros para contemplar el antiguo puente de la N-III, un vestigio de otras épocas que sigue ahí, vigilante, a pesar del paso del tiempo. Después, regresé al camino principal pasando por el túnel bajo la línea de tren que discurre junto a la laguna. En este tramo, la senda botánica se hace más evidente, y es fácil encontrar viveros con distintas plantas propias de este ecosistema húmedo.


Primavera 


Laguna del Campillo 


Laguna del Campillo 


Puente de Arganda 


Puente de Arganda 

Túnel bajo la línea de tren 


Túnel bajo la línea de tren 


Vivero


Viveros 


Seguí caminando hasta que la ruta me llevó al borde de la propia Laguna del Campillo. Desde este punto, pude comprobar de cerca cómo el río Jarama había crecido considerablemente. Había una desembocadura recién abierta que arrastraba un caudal importante, imposible de cruzar sin arriesgarse. Tras evaluar las opciones, decidí volver sobre mis pasos.


Desembocadura del río Jarama 


Desembocadura del río Jarama 


De regreso al inicio de la ruta, cambié el sentido del paseo y opté por bordear la laguna en dirección contraria, esta vez en sentido horario. Llegué pronto al antiguo apeadero de la Laguna del Campillo, que continua activo gracias al tren turístico. Un rincón que conserva cierto encanto ferroviario. Continué hacia la orilla, pasando junto a un merendero que, a esas horas, ya estaba completamente vacío.


Apeadero de la Laguna del Campillo 


Apeadero de la Laguna del Campillo 


Acceso a la Laguna 


Merendero 


Laguna 


Sin embargo, la senda pronto se convirtió en un barrizal intransitable, probablemente por el efecto de las lluvias acumuladas de las últimas semanas. Decidí no seguir forzando el avance y volví a girar, trazando una nueva alternativa. Por suerte, desde esta zona hay varios puntos elevados que permiten disfrutar de la laguna desde otra perspectiva. En el camino, pasé por zonas habilitadas para la observación de aves, aunque ya a esa hora la mayoría estaban recogidas, como si también intuyeran que el día llegaba a su fin.


Camino embarrado 


Mirador de aves 



Merendero 


Tomé entonces un sendero interior, paralelo a la antigua vía del tren. En lugar de volver directamente al aparcamiento, me desvié por un camino que asciende por una loma. La subida era suave, pero el terreno seguía algo húmedo, lo que obligaba a avanzar con precaución. Conforme ganaba altura, la vista se ampliaba.


Senda 


Laguna 


Cantiles 


Senda 


Mirador 


Mirador 


A la altura del kilómetro 4,1 llegué al Mirador Laguna del Campillo. Desde aquí, la panorámica es excelente. Se ve no solo la laguna, sino también los alrededores, con la cuenca del Jarama al fondo y otras lagunas cercanas. El cielo comenzaba a teñirse de naranja, y la luz dorada del atardecer acentuaba los contrastes del paisaje. Este fue, sin duda, uno de los puntos álgidos de la ruta. Poco después alcancé el punto más alto del recorrido, donde quizás se tiene la visión más completa de todo el entorno. 


Laguna 


Laguna 


Laguna 


Mirador 


Mirador 


Mirador 

El sol ya caía rápidamente, así que inicié el regreso tomando un sendero que gira a la izquierda. En el siguiente cruce, volví a tomar otro desvío a la izquierda, y a partir de ahí todo el camino fue en descenso. Aunque el sendero era estrecho, estaba bien marcado, lo que facilitaba la bajada. Avancé en línea recta hacia el aparcamiento, no sin antes pasar junto al Polideportivo Municipal Parque del Sureste, cuyas pistas de tenis lucían sorprendentemente cuidadas. Seguí descendiendo por un sendero que gira levemente a la izquierda, hasta llegar finalmente al aparcamiento junto al frontón de Rivas Vaciamadrid, cerrando así el bucle de la ruta.


Senda 


Senda 



Polideportivo Municipal Parque Regional del Sureste 


Frontón de Rivas Vaciamadrid 



En total, fueron 5,83 kilómetros de recorrido, con un desnivel de 86 metros. No era la ruta circular ideal que tenía en mente al empezar, pero terminó siendo un paseo lleno de pequeñas sorpresas y vistas inesperadas.

La Laguna del Campillo, dentro del Parque Regional del Sureste, es uno de esos rincones poco conocidos que merece más atención. Su origen, ligado a la antigua explotación de gravas en la cuenca del Jarama durante los años 60 y 70, ha dado lugar a un humedal de gran valor ecológico. Hoy, con más de 35 hectáreas de superficie, es la segunda laguna más grande del parque después de El Porcal. La presencia del ferrocarril turístico del Tren de Arganda añade además un toque histórico y cultural al entorno.

La senda recorrida forma parte de un esfuerzo mayor por preservar y dar a conocer los espacios naturales del sureste madrileño. Estos parajes, a menudo eclipsados por otros destinos más conocidos, son esenciales para el equilibrio ambiental de la región. Aquí conviven aves migratorias, especies vegetales autóctonas y un entorno que invita tanto a la contemplación como al paseo tranquilo.

Para los que busquen una ruta accesible, cercana a la ciudad pero con un fuerte componente natural, esta opción en Rivas-Vaciamadrid es más que recomendable. Especialmente en primavera, cuando el paisaje se muestra en su plenitud, con los caudales crecidos y una explosión de vida en cada rincón.


Dejor el mapa de la ruta:












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