Ruta 117 - Cercedilla-Pto Navacerrada. Circular por senda Alevines,camino Schmidt, senda Whistler. Majalasna, Fuenfría y Collado Ventoso

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Ruta realizada el 17 de abril de 2025

1 persona a pie

Distancia: 21,93 km

Desnivel positivo: 897 m

Desnivel negativo: 897 m

Altitud máxima: 1.914 m

Altitud mínima: 1.277 m

Tiempo en movimiento: 5 horas 40 minutos

Tiempo: 9 horas 4 minutos


La finalidad de esta ruta es conectar en una ruta circular alrededor del macizo de 7 Picos con varios senderos históricos y naturales de la Sierra de Guadarrama en una travesía exigente pero gratificante, partiendo desde Camorritos y ascendiendo por la Vereda de las Encinillas y la Senda de los Alevines hasta el Collado Ventoso, para luego enlazar con el Camino Schmidt y regresar por la Senda Whistler y el Camino del Calvario, disfrutando del paisaje, la nieve primaveral y diversas fuentes y miradores.





Adjunto vínculo a wikiloc:


https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/cercedilla-pto-navacerrada-circular-por-senda-alevines-camino-schmidt-senda-whistler-majalasna-fuen-209320317


La ruta comienza temprano, en el aparcamiento del apeadero de Camorritos, con algo de frío. El cielo aparece cubierto, pero sin lluvia. El aire es limpio y se intuye que acabará despejando. Desde aquí, subo por la calle marcada con el letrero "CAMINO DE LAS ENCINILLAS", en donde también hay uncompleto panel informativo de las rutas senderistas de la zona, y cruzo la portilla que separa la Colonia de Camorritos del monte. En este punto inicio la subida por la propia Vereda de las Encinillas, un tramo del GR-10 que se desliza suavemente entre pinares y robles, dejando atrás las casas para adentrarse en el corazón del valle de la Fuenfría.


Aparcamiento 


Camino de las Encinillas


Panel informativo 


La Vereda de las Encinillas es una ruta de montaña en Cercedilla, en plena Sierra de Guadarrama. Parte del apeadero de Camorritos y asciende con decisión hasta la pradera de Navarrulaque, enlazando con el GR-10. Aunque menos transitada que otras, ofrece vistas imponentes de Siete Picos. Como senda de tipo GR, está marcada con señales blancas y rojas, que en este tramo se han repintado recientemente, y además son muy frecuentes. 



GR10


Al poco tiempo, y tras un breve pero intenso ascenso, alcanzo la pradera de Navarrulaque. El terreno está ya libre de nieve, muy verde y se nota la llegada de la primavera. Paso junto al mojón de "Puerta de la Fuenfría" que cruza con la Carretera de la República y otras sendas como la Herreros y la cercana Victory. También aparece la conocida encrucijada de señales de sendas, y sigo la que indica la Senda de los Alevines en dirección al Collado Ventoso, a 2,7 kilometros.


Punto de información 


Puerta de la Fuenfria


Senda de los Alevines

La Senda de los Alevines es un recorrido de 4 km que conecta la la pradera de Navarrulaque con el Collado Ventoso. De dificultad media-alta, está señalizada con círculos amarillos y asciende hasta los 1.970 metros. Debe su nombre a su dedicación a los jóvenes montañeros de los clubes alpinos de la Sierra de Guadarrama. Fue concebida como un itinerario formativo para que los más jóvenes se iniciaran en el montañismo, permitiéndoles adquirir experiencia en un entorno natural exigente pero accesible. El camino atraviesa pinares y pasa por la pradera de Majalasna, ideal para descansar y disfrutar de las vistas. Es transitable todo el año, pero en verano conviene evitar las horas centrales. Forma parte de un espacio natural protegido. El sendero está bien definido y marcado por puntos amarillos, un tanto desgastados, pero se identifica la señal redonda en los troncos de los árboles. Se asciende de manera constante, ganando altura con rapidez. En uno de los primeros recodos, se abre una vista espectacular sobre el valle de la Fuenfría. Más arriba, un segundo mirador natural con distintos ángulos de visión . A partir de aquí, la nieve aparece tapando la senda en algunos tramos, aunque los puntos amarillos de señalización continúan siendo visibles. Alcanzo la Fuente Jesús, todavía con un buen caudal, y desde allí sigo hacia la Fuente Majalasna, esta vez más escasa de agua.


Vistas


Senda


Senda 



Vistas


Fuente de Majalasna


Llego a la pradera del Majalasna, con los Siete Picos al fondo. La nieve ha ganado protagonismo, y aunque no es profunda, cubre todo el entorno. Me acompañará en la medida que me mueva en estas altitudes. En esta ocasión, no subo al pico Majalasna; el hielo en las rocas y el saber que me espera aún un buen trecho por la senda de los Alevines me hacen continuar por el trazado sin coronar. 


Pradera de Majalasna



Pradera de Majalasna



Picos Majalasna


Senda de los Alevines


En su segunda mitad, esta senda se vuelve más técnica, encontrando pasos estrechos, tramos que implica superar pequeños roquedos, que hay que gestionar con cuidado. Pronto alcanzo el pasadizo natural que da nombre a uno de los puntos más característicos del recorrido. El sol comienza a abrirse paso entre las nubes justo en este tramo, iluminando de golpe la ladera del Cerro Ventoso.









Finalmente alcanzo el Collado Ventoso, cubierto por una fina capa de nieve helada, sin mucha complicación. Aunque mi idea era completar la Senda de los Alevines hasta el Cerro Ventoso, y de ahí bajar al Alto de la Fuenfría, la nieve y el hielo, así como lo visto en este último tramo de la Send de los Alevines, me lleva a seguir el Camino Schmidt. Pero como no quiero renunciar al desayuno en el Alto de la Fuenfría, lo hago por la izquierda.







Este tramo nevado del Camino Schmidt es una delicia. La senda se dibuja claramente entre los árboles, y la nieve, algo blanda, permite caminar con seguridad. Llego a la Carretera de la República a la altura de la Fuente de Antón Ruíz Velasco, que mana con fuerza. A pocos metros, el Mirador de la Reina ofrece una vista abierta del valle, con el Cerro Minguete a la izquierda, la Peña Bercial y La Peñota al fondo. También hay visibilidad de la ladera de las Berceas, así como de los Siete Picos, y en especial el Majalasna. La Carretera de la República, es una pista forestal de 27 km (ida y vuelta) que recorre el valle de la Fuenfría en Cercedilla (Madrid), ascendiendo desde Las Dehesas hasta el puerto de la Fuenfría. Fue proyectada durante la Segunda República para acercar la naturaleza a la ciudadanía, pero quedó inconclusa por la Guerra Civil. Con escasa pendiente, es ideal para caminar o ir en bicicleta. 















Sigo hasta el Puerto de la Fuenfría, donde la concurrencia rompe la soledad del trayecto anterior. Junto a la fuente, aprovecho para comer algo, antes de dejar atrás este cruce de caminos.

 













Tomo entonces la Senda de los Cospes, que comunica el puerto con la ladera norte del Cerro Ventoso. La senda, también nevada, resulta cómoda. La nieve está muy pisada y, al no estar helada, permite caminar sin esfuerzo. Hay una bonita cascada fruto del deshielo que me obliga a parar a hacer una foto. La Senda de los Cospes, de unos 2 km, se une más adelante con el Camino Schmidt en un cruce bien señalizado. En este tramo se cruza el arroyo del Telégrafo sin incidencias. Poco después, la senda se abre paso entre una pista de esquí en desuso. Solo algunos excursionistas, algunos con trineos, animan el entorno. El Camino Schmid (PR-M/SG-5) es una ruta clásica de la sierra de Guadarrama que conecta el puerto de Navacerrada con el valle de la Fuenfría, en Cercedilla. Fue señalizado en 1926 por Eduardo Schmid, guarda del albergue de Peñalara. Recorre pinares bien conservados en ambas vertientes de Siete Picos, con una altitud máxima de 1.896 m en Collado Ventoso. Bien señalizado con marcas amarillas, su dificultad es baja y es apto para todo el año, aunque en invierno puede haber nieve. En 2008 fue acondicionado, y en 2009 se modificó su trazado para limitar el uso ciclista.

















Finalmente, el Camino Schmidt concluye a la altura de la Residencia Los Cogorros, en el Puerto de Navacerrada. Aquí paro a tomar un café en Dos Castillas. Hay mucho movimiento, como suele ser habitual en días con buen tiempo.











Inicio el regreso descendiendo por la Senda Árias, buscando llegar a la estación del tren. Sin embargo, una valla corta el paso a mitad del sendero. Rodeo el vallado por un pequeño sendero que me permite conectar con el nivel inferior. La parte baja está cerrada con carteles de regeneración forestal, lo que explica el corte. Continúo hacia la estación ferroviaria que enlaca con Cercedilla y Cotos (actualmente en fase de remodelización), y llego a la Iglesia de la Virgen de las Nieves, antiguo refugio y punto de paso habitual para los que transitan por este puerto.








Al cruzar una nueva portilla, dejo atrás el Puerto de Navacerrada y entro de lleno en el valle de Navalmedio. Sigo la Senda Whistler, que discurre paralela al arroyo del Regato del Puerto y la vía de tren. Poco después, una bonita cascada marca el inicio de una sucesión de vadeos. Aunque los arroyos no bajan con tanta fuerza como hace unas semanas, siguen trayendo un buen caudal, lo que obliga a ir atento. La Senda Whistler, que conecta el Valle del Navalmedio con el Puerto de Navacerrada, recibe su nombre del ingeniero británico Charles Whistler, quien jugó un papel importante en la construcción del ferrocarril de vía estrecha que conecta Cercedilla con el Puerto de Navacerrada y posteriormente con Cotos.











El sendero se bifurca y tomo el ramal izquierdo para continuar por la Senda Whistler. Vadeo el arroyo Matasalgado, y me acerco a uno de los elementos más curiosos del recorrido: un pino tallado, de los muchos que se encuentran en esta zona repleta de pequeños misterios y pozas escondidas.







Realizo un vadeo más para continuar con la senda y alcanzar el Pino de la Cadena, otro árbol singular bien señalizado. Para llegar a él es necesario volver a vadear el arroyo Matasalgado. 


Pino de la Cadena 


Pino de la Cadena 


Desde aquí, giro a la izquierda por una pista forestal. En la siguiente intersección, tomo el sendero que conduce al Puente de las Cortes, una pequeña estructura de madera, sencilla pero funcional, junto a la Fuente de la Pradera de las Cortes. Según mi experiencia, este es el único operativo a día de hoy en todo el valle.







Cruzo la pradera y enlazo con un tramo del Camino del Calvario, que desciendo tranquilamente hasta un punto en el que el camino se pierde al llegar al río Navalmedio. Debería haber un puente, pero esta desbordado dejando una bonita cascada. Toca desviarse por un pequeño sendero a la derecha que discurre paralelo al cauce del río y al embalse. El Camino del Calvario (el cual recorro hoy el tramo desde Las Cortes hasta el puente), con 8,5 km de longitud y 600 metros de desnivel negativo, parte de la estación de tren del Puerto de Navacerrada y finaliza en Cercedilla. Atraviesa el valle de Navalmedio, siguiendo una senda entre pinares, robles y abedules.











La senda final me lleva en dirección a la Colonia de Camorritos. Justo antes de llegar, como si fuera un ritual de cierre, hay que cruzar el río Pradillo. Otro vadeo, el último del día, que pone fin a una ruta en la que se atraviesan dos valles de la Sierra de Guadarrama, encadenando algunos de sus senderos más emblemáticos.










Esta ruta tiene una singularidad especial: traza un lazo perfecto entre dos valles míticos, el de la Fuenfría y el de Navalmedio, uniendo algunas de las sendas con más historia y tradición montañera de la sierra madrileña. La vereda de las Encinillas, la técnica y emocionante Senda de los Alevines, el tranquilo Camino Schmidt, la solitaria Senda Whistler o el regreso por el Camino del Calvario son nombres que resuenan en cualquier aficionado a la montaña. Enlazarlos todos en una sola jornada es una experiencia completa, tanto física como emocionalmente.


Cada sendero tiene su carácter. La vereda de las Encinillas sirve de introducción al entorno, amable y progresiva. La Senda de los Alevines ofrece vistas, esfuerzo y una pizca de aventura. El Schmidt es el clásico y popular que nunca decepciona. La Whistler, mucho menos transitada, brinda momentos de verdadera conexión con la naturaleza, entre arroyos y cascadas.


Dejo el mapa de la ruta.





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