Ruta realizada el 15 de junio de 2025
2 personas a pie
Distancia: 2,04 km
Desnivel positivo: 8 m
Desnivel negativo: 8 m
Altitud máxima: 973 m
Altitud mínima: 955 m
Tipo de ruta: Circular
Tiempo en movimiento: 38 minutos
La finalidad de esta ruta fue descubrir el casco histórico de Buitrago del Lozoya en un paseo circular que conjugara patrimonio, paisaje y descanso. Tras una ruta de senderismo matinal por el embalse de Puentes Viejas, exploramos las murallas, la iglesia, el castillo y el museo Picasso, disfrutando del entorno urbano y su historia antes de retomar el contacto con la naturaleza en la otra ribera del embalse durante la tarde.
Vinculo a Wikiloc:
El día era despejado, con alguna nube alta que suavizaba el sol de junio. Aparcamos en un aparcamiento público gratuito situado en la Plaza del Progreso, a unos 960 metros de altitud, y tras realizar por la mañana una ruta de senderismo por la zona del Embalse de Puentes Viejas, nos dirijimos a conocer la ciudad. Desde ese punto arrancó el paseo circular por el casco histórico, con la idea de detenernos a almorzar y más tarde dedicar la tarde a rutas de senderismo por la otra rivera del embalse de Puentes Viejas. Comenzamos siguiendo la calle dirección al recinto amurallado, que nos llevó directamente hacia el Puente del Arrabal, conocido como Puente Viejo. Se trata de una construcción que cruza el río Lozoya y conecta el recinto amurallado con el antiguo arrabal del Andarrío. Este puente, aunque en parte deteriorado, mantiene su arco central de medio punto y aún se aprecian restos de un antiguo acueducto que abastecía de agua a los arrabales. Desde ahí, contemplamos el tramo del río que parecía una balsa, enmarcado por las murallas que abrazan el casco urbano.
Cruzamos el puente y ascendimos por unas escaleras en la calle Barbacana para acceder al interior del recinto amurallado. La muralla, de origen musulmán (siglo XI), rodea Buitrago en un trazado que supera los 800 metros. Caminamos por el adarve bajo, paralelo al río, y continuamos por el adarve alto en algunos tramos. Las murallas combinan elementos como torreones macizos, torre albarrana, barbacana y coracha, construidos con sillarejo, ladrillo y cal.
Al acceder al interior del recinto amurallado por la calle Barbacana, llegamos a la iglesia de Santa María del Castillo. Este templo gótico con torre mudéjar fue construido en 1321, aunque tras el incendio de marzo de 1936 se perdieron sus bóvedas. La restauración en estilo neomudéjar dejó visible el artesonado original del antiguo hospital de San Salvador sobre el altar mayor. Decidimos subir al campanario por un euro por persona. Desde lo alto, comenzamos a tener una perspectiva amplia de la villa, su muralla, el valle y los embalses al fondo.
Continuamos hacia la Plaza del Gato, atravesando un pasaje a través de la muralla por la calle Arco. Luego nos internamos en la calle Real, la zona gastronómica, donde hicimos una parada para comer. La gastronomía local ofrece opciones sencillas y sabrosas en un entorno que combina piedra antigua y ambiente relajado.
Desde ahí cruzamos hasta la fuente de Buitrago, en la Plaza Picasso, donde encontramos el museo Picasso–Arias. Se trata de una colección de 60 obras donadas por el barbero Eugenio Arias Herranz, amigo íntimo del pintor. El museo, inaugurado en 1985, ofrece grabados, cerámicas y bocetos con temática taurina. La entrada es gratuita, lo que lo hace especialmente accesible. También hay una biblioteca municipal dedicada a Eugenio Trias y una oficina de información turística con una escultura femenina junto a la carretera.
Retomamos el paseo bordeando el curso del río Lozoya en dirección al castillo. El recorrido baja suavemente hasta el cauce y luego sube hacia la fortaleza. El castillo de Buitrago del Lozoya es un conjunto gótico‑mudéjar del siglo XV con planta rectangular, siete torres y patio central. Construido de ladrillo, piedra y cal, conserva bóvedas de medio punto y decoración con yeserías y techumbres. En él vivió Juana la Beltraneja durante la guerra civil castellana. También vimos la coracha, un tramo de muralla que penetra en el río para proteger el acceso al agua en caso de asedio.
Caminamos por lo alto de la muralla, tanto el adarve bajo como el alto. El tramo bajo, junto al río, era más ancho y defendible, mientras que el adarve alto sube hasta 16 metros y tiene forma irregular, con torres y torreones. Disfrutamos de las vistas al jardín medieval de la Villa desde lo alto de las murallas. Llegamos al Jardín Medieval Parque de la Villa. Se trata de un espacio ajardinado de laberinto de setos y zonas ajardinadas donde se recrean especies herbáceas de la Edad Media. Agradecimos la sombra y las formas que recordaban la época histórica. Continuamos hasta llegar al final del tramo transitable. Desde ahí regresamos al casco histórico.
Avanzamos por la calle del Piloncillo, cruzando la muralla por el Arco del Piloncillo, que desemboca en el Puente del Arrabal, punto final del paseo. Cerramos el circuito de 2,04 km, con un desnivel de apenas 8 metros.
Este paseo permite conocer en profundidad el patrimonio monumental de Buitrago del Lozoya en poco más de una hora. La senda urbana —calles, escalinatas y murallas— tiene un valor similar a las rutas rurales de la Sierra Norte. Al recorrerla, se comprueba que estas vías históricas mantienen vínculos con la montaña: reflejan la adaptación al terreno, la defensa frente al río y el uso tradicional del entorno. Son caminos que permiten conjugar historia, patrimonio y paisaje en un recorrido breve, pero significativo.
Volvimos al río para descansar junto al puente. Más tarde nos dirigimos a las rutas de senderismo por el embalse de Puentes Viejas. Esa parte de la jornada completó un día satisfactorio en el que el casco urbano, con murallas y castillo, se combinó con el entorno natural y las rutas forestales.
Dejo el mapa de la ruta.