Ruta realizada el 22 de junio de 2025
1 persona a pie
Distancia: 24,29 km
Desnivel positivo: 1.345 m
Desnivel negativo: 1.345 m
Altitud máxima: 2.220 m
Altitud mínima: 1.027 m
Tipo de ruta: Circular
Tiempo en movimiento: 7 horas 27 minutos
Tiempo: 9 horas 39 minutos
La finalidad de esta ruta fue remontar el río Manzanares desde su curso bajo en La Pedriza hasta su nacimiento en el Ventisquero de la Condesa, y regresar por la cima de La Maliciosa y la Sierra de los Porrones, combinando dos senderos balizados: el PR-M 18 y el PR-M 16. El objetivo era explorar con profundidad el curso alto del río y sus afluentes, disfrutar del paisaje cambiante —desde gargantas graníticas hasta praderas abiertas— y completar un recorrido circular que muestra la riqueza natural y geológica del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
Adjunto vínculo de Wikiloc
El día comienza temprano en el aparcamiento de Canto Cochino, en el corazón de La Pedriza, dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. El lugar, que antaño contaba con algunos restaurantes que servían como punto de encuentro y campamento base para senderistas y visitantes, se presenta ahora completamente desmantelado. Se echa en falta esa infraestructura básica, tan útil y simbólica para los que frecuentan este entorno. Aun así, el arranque de la jornada tiene algo especial: voy a remontar el río Manzanares desde su curso bajo en la Pedriza hasta su nacimiento en el Ventisquero de la Condesa, y regresar por la Maliciosa y la Sierra de los Porrones. Cruzo el puente sobre el Manzanares nada más comenzar. Aquí tomo el sendero PR-M 18, señalizado con marcas blancas y amarillas, que discurre junto al cauce, remontándolo por su margen derecha. La senda está bien definida y pronto se adentra en una zona de pozas, chorreras y cascadas. El sonido constante del agua y el frescor del ambiente hacen llevadera esta primera parte del recorrido. Paso junto a una cascada cercana a un puente de madera que no cruzo. La senda discurre algo elevada respecto al cauce, pero lo suficientemente cerca como para disfrutar de los saltos de agua que lo adornan. A lo lejos empiezo a divisar la Charca Verde, aunque aún no estoy en su entorno directo. A medida que avanzo, el sendero se desvía momentáneamente y me obliga a vadear el Manzanares. La corriente no es peligrosa, pero el terreno está resbaladizo. Tras cruzarlo, subo en línea recta unos diez metros por una placa granítica, buscando retomar el sendero que se había desplazado hacia el otro margen. A continuación, paso jnto a la Charca Verde, que veo desde la distancia, y continuo por el sendero PRM 18.
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Puente sobre el Manzanares |
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Chorro del Manzanares |
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Charca Verde |
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PRM-18 |
En un punto llego a la pista forestal conocida como la de las "Zetas", que corto y sigo unos metros. En el Puente del Francés, el sendero se separa de la pista a través de unas escaleras y retoma su trazado más estrecho. Cruzo otro puente de madera que me devuelve a la margen derecha del río. El entorno se vuelve más cerrado, con tramos entre arbustos, y me acerco a la zona de la Chorrera del Retén. Poco después llego a los Chorros del Manzanares, una zona espectacular por la fuerza con que el agua cae y se encajona entre bloques. Continuo por el sendero, que se interna en un bosque de pinares y helechos. La humedad del terreno y el color verde del sotobosque contrastan con el granito dominante de la Pedriza. A lo lejos se ven las Pozas de Nerón, aunque no me acerco. Continúo hasta una cascada marcada por la confluencia del Manzanares con el arroyo del Berzoso. Decido desayunar en una explanada granítica junto a unas pozas, en pleno cordal de Campuzano (que lo sigo desde el inicio de la ruta). Es un lugar tranquilo y resguardado, perfecto para hacer una parada. Vuelvo a cruzarme con la pista forestal y la sigo a la izquierda durante unos metros hasta el Puente de los Manchegos, donde el PR-M 18 vuelve a separarse.
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PRM-18 |
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Puente sobre el Manzanares |
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Corros del Manzanares |
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Chorros del Manzanares |
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Sendero |
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Sendero |
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Chorrera del Manzanares |
Dejo atrás el bosque y el paisaje cambia de forma radical. El valle se ensancha, aparece la hierba en lugar del matorral, y los afluentes se multiplican por todas partes. La impresión es más cercana a la de las tierras altas escocesas que a la imagen habitual del Guadarrama. Todo está verde y hay cascadas por doquier. Cruzo el arroyo de Valdemartín, otro afluente del Manzanares, y me encuentro con más saltos de agua y pequeñas pozas. Esta es la zona conocida como el Descanso de los Mesones, que hace honor a su nombre con otra sucesión de cascadas y praderas. La subida se hace más evidente. A lo lejos ya se distingue la caseta del Ventisquero de la Condesa, entre vacas, rocas y saltos de agua. La última subida hasta el nacimiento es exigente. La pendiente se acentúa y las piernas empiezan a notar el esfuerzo. Paso de largo la Fuente de la Teja, y finalmente llego al punto que marca el final oficial del PR-M 18. Estoy en el nacimiento del río Manzanares. Desde aquí, una corta subida más lleva hasta el Mirador Natural del Manzanares, junto a la Bola del Mundo, a 2.261 metros de altitud. Almuerzo contemplando las vistas.
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Descanso de los Mesones |
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Río Manzanares |
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Río Manzanares |
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Descanso de los Mesones |
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Río Manzanares |
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Río Manzanares |
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Ganado |
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Parte alta de la cuenca del Manzanares |
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Ventisquero de la Condesa |
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Mirador del Manzanares |
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Bola del Mundo |
Inicio entonces el regreso por el PR-M 16, que une la Bola del Mundo con La Maliciosa. El primer tramo hasta el Collado del Piornal es cómodo, pero justo antes de llegar al pluviómetro, se desata un tormentón repentino que dura unos diez minutos. Por suerte, llevo chubasquero y puedo seguir sin problemas. Cuando llego a la cima de La Maliciosa, a 2.225 metros, la montaña está más solitaria que nunca, recién barrida por la tormenta. A lo lejos, un grupo de cabras se mueve con tranquilidad. No hay nadie más. Sigo el PR-M 16 por la zona de la Portilla del Tubo de Todos. El sendero discurre por la Sierra de los Porrones, con vistas constantes a La Pedriza, al valle del Manzanares y al propio cordal que voy a recorrer. La bajada es fuerte, muy inclinada y pedregosa, especialmente en el tramo inmediato a la Maliciosa y previo al Collado de las Vacas, a 1.887 metros. Continúo por el cordal del Hilo, que forma parte de la misma sierra. Paso por una cima previa antes de alcanzar la Maliciosa Baja, a 1.938 metros. El terreno aquí vuelve a ser cómodo, más seco y despejado. Desde la Maliciosa Baja desciendo hasta el Collado de la Maliciosa, y más adelante me topo con un vivac de piedra. Luego paso por El Diente y llego al Collado del Porrón.
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Pluviómetro. Collado del Piornal |
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Maliciosa |
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Maliciosa |
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Sierra de los Porrones |
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Cabras en la Maliciosa |
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Vistas desde la Maliciosa |
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Vistas desde la Maliciosa |
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Sierra de los Porrones |
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Collado de las Vacas |
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Maliciosa Baja |
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Collado de la Maliciosa |
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Vivac |
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El Diente |
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Collado del Porrón |
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Collado del Porrón |
Aquí dejo el PR y tomo un sendero a la izquierda que baja en dirección a Canto Cochino. Este tramo final es cómodo y rápido de recorrer. El sendero desciende con suavidad, se cruza con la pista forestal en varias ocasiones. Tras una de las curvas de las “zetas”, vuelvo a tomar un sendero a la derecha. A partir de aquí, sigo de nuevo de forma recta por el bosque, en un tramo especialmente agradable, fresco y sombreado. Tomo un último desvío a la izquierda por la Loma de las Casiruelas, que me lleva directamente hasta el aparcamiento de Canto Cochino, donde comencé la ruta.
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Dejo el PRM y giro a la izquierda |
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Sendero |
Esta senda, que combina el PR-M 18 y el PR-M 16, es un ejemplo claro del valor que tiene el sistema de senderos balizados de la Sierra de Guadarrama. No solo permite una navegación más sencilla para senderistas de distintos niveles, sino que también actúa como una herramienta de conservación al canalizar el tránsito por rutas diseñadas para minimizar el impacto sobre el entorno. En zonas tan visitadas como La Pedriza, disponer de estos recorridos señalizados y mantenidos es clave para preservar el equilibrio entre disfrute y sostenibilidad. Una jornada completa, exigente en lo físico, pero muy gratificante. He recorrido el río Manzanares desde sus primeras pozas hasta su nacimiento, y lo he sobrevolado de vuelta desde las alturas, por la cuerda de la Maliciosa y los Porrones, cerrando un bucle sobre una de las zonas más emblemáticas del Guadarrama.
Dejo el mapa de la ruta.