Ruta 159 - Embalse de Molino de la Hoz, Presa del Gasco, Cerro Gurugu y Camino del Paredón desde Monterrozas

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Ruta realizada el 1 de julio de 2025

1 persona en bicicleta

Distancia: 25,93 km

Desnivel positivo: 493 m

Desnivel negativo: 493 m

Altitud máxima: 923 m

Altitud mínima: 618 m

Tipo de ruta: Circular

Tiempo en movimiento: 2 horas 29 minutos

Tiempo: 3 horas 11 minutos


La finalidad de esta ruta es recorrer, en bicicleta de montaña y al atardecer, una red de caminos históricos y senderos naturales entre Monterrozas y el Cerro del Paredón, disfrutando de la riqueza paisajística y patrimonial de la zona oeste de Madrid. Se enlazan vías pecuarias, embalses, presas, puentes y miradores, explorando espacios protegidos y entornos singulares como la Presa del Gasco, el Puente de Herrera o el Alto del Gurugú, todo ello en un itinerario variado, exigente y sugerente.





Adjunto vinculo a Wikiloc


https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/embalse-de-molino-de-la-hoz-presa-del-gasco-cerro-gurugu-y-camino-del-paredon-desde-monterrozas-220267540


Comienzo a última hora de la tarde en Monterrozas, en la Avenida del Lazarejo, donde se inicia una vía pecuaria que me lleva a un cruce de caminos señalizado. Sigo la dirección de Puente del Retamar, avanzando paralelo al arroyo Lazarejo, seco en esta época. Lo cruzo sin dificultad y llego al área recreativa del Retamar, donde giro a la derecha. A partir de aquí comienza el Camino de los Molinos, una pista de tierra ancha y sin sombra, que se cuela bajo la M-505, la carretera del Escorial. Desde ahí, el paisaje cambia ligeramente: encinas dispersas, algunas casas a lo lejos, hasta llegar a la presa del embalse de Molino de la Hoz.


Dirección Puente del Retamar 


Presa del Embalse de Molino de la Hoz 


Embalse de Molino de la Hoz 


Embalse de Molino de la Hoz 


Este embalse, alimentado por el Guadarrama, está lleno. De hecho, está soltando agua y la vista es agradecida. Paro un momento. Merece la pena. El camino lo bordea brevemente y sigue por calles tranquilas, entre urbanizaciones. Sigo la calle Azor, hasta una rotonda en la que giro y tomo la avenida del Camino Real. A la altura de una parada de autobús, giro a la izquieda y abandono el asfalto por un sendero en ascenso que se escapa entre vegetación baja y matorral. En un primer momento paso junto a una serie de chalets, que voy dejando atras. Ya entre encinares, en lo alto del valle sobre el Guadarrama, a lo lejos, y sobre un promontorio, se adivina la estructura de la presa del Gasco. Sigo ascendiendo por este camino cada vez más irregular, donde toca apretar el pedaleo. El sendero se estrecha, y tras unas rampas exigentes, llego a la presa. Aparco la bici para recorrer a pie la parte superior. Desde arriba se ve la garganta excavada por el río Guadarrama. Una presa inacabada del siglo XVIII que pretendía ser el inicio de un canal navegable hasta el Atlántico. Impulsada por el ingeniero francés Carlos Lemaur. Su objetivo era crear un canal navegable entre Madrid y el Atlántico. Las obras comenzaron en 1787, pero un derrumbe y la inviabilidad del proyecto obligaron a abandonarlo pocos años después. Hoy queda un impresionante muro de más de 50 metros de altura, integrado en un entorno natural protegido. Es un ejemplo singular de la ingeniería ilustrada española y un lugar de interés tanto histórico como paisajístico en la zona de Las Rozas. Hoy es un vestigio imponente en medio del monte. La luz del atardecer realza las texturas rugosas del muro.


Presa del Gasco 


Senda 


Presa del Gasco 


Presa del Gasco 


Valle del Guadarrama 


Garganta del Guadarrama 


Río Guadarrama 


Presa del Gasco 


De regreso a la bici, me detengo brevemente en un mirador improvisado con vistas a la presa. Desde aquí inicio una transición complicada: el Camino de la Isabela, que aparece en todos los mapas, está cortado por un muro de hormigón. El Camino de la Isabela es una antigua vía rural que conecta la zona de Molino de la Hoz con Torrelodones, siguiendo el curso del canal del Guadarrama. A pesar de algunos tramos deteriorados o cortados, sigue siendo transitable en bicicleta o a pie, ofreciendo buenas vistas del entorno natural y del skyline de Madrid.No queda más remedio que seguir por el primer camino a la izquierda, pegado al canal del Guadarrama, que bordeo y tomo un sendero que lleva de regreso al Camino de la Isabela en un punto superior. Pocos metros más adelante, reengancho el Camino de la Isabela, ya pasado el obstáculo. El firme mejora, y la panorámica también. A medida que gano altura, se abren vistas amplias hacia Las Rozas y Madrid, mientras voy bordeando el Cerro Gurugú (923 metros). Es un tramo exigente. El calor residual no ayuda, y el desnivel se nota. Llego al alto del cerro, a unos 7,6 kilómetros de la salida. Desde aquí, la vista alcanza también el oeste, hacia Galapagar.


Canal del Guadarrama 


Vistas de las Rozas 


Alto del Gurugú 


Vistas de las Rozas 



Sigo por el Camino de la Isabela, bordeando propiedades valladas y zonas de monte bajo. A la derecha, unas torres marcan el acceso restringido al Cerro Silla. Continuo recto. Al fondo ya se intuye la vía del tren, que une Las Matas con Torrelodones. Llego a ella y cojo un sendero que la acompaña por su derecha, siempre con precaución. Paso junto a la parada de tren de Torrelodones y luego frente a la parroquia de San Ignacio. A unos metros se encuentra la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, un pequeño templo que marca el ecuador de la ruta, en el kilómetro 11,8. Toca ahora un breve pero molesto contacto con la M-519. Salgo a ella, pero enseguida encuentro un camino que pasa bajo la carretera, paralelo a la vía del tren. Tras dejar esa pista de tierra, tomo un pequeño sendero a la izquierda, que desemboca en el histórico Puente de Herrera sobre el río Guadarrama. Construido en el siglo XVI, se atribuye tradicionalmente al arquitecto Juan de Herrera, aunque no hay documentación concluyente que lo confirme. Realizado en sillería de granito y con un solo arco de medio punto, formaba parte de la antigua vía de comunicación entre El Escorial y Madrid. Lo cruzo y continúo brevemente por la M-519, hasta que una senda a la izquierda me lleva a enlazar con la M-852, también conocida como el Cordel del Hoyo o Valdelargo.


Acceso al cerro de la Silla 


Vía del tren 


Puente de Juan de Herrera 


Vía dirección Los Ranchos 


Poco antes de llegar de nuevo a la M-505, giro a la izquierda por una vía pavimentada sin tráfico. Sigo por el Cordel del Hoyo, cruzo con cuidado la M-505, y continúo por pista de tierra en dirección a Los Ranchos. Sigo por este cordel amplio, con la Sierra como telón de fondo y los Altos de Galapagar a la izquierda. Desde Los Ranchos, enlazo con la Cañada para coger el Cordel de Colmenarejo o del Camino Viejo. Aquí empieza la transición hacia uno de los tramos más espectaculares de la ruta. Giro a la izquierda en el acceso a la Cuesta Blanca y continuo por el Camino Viejo, que se interna en un paisaje mixto, con algunas encinas y matorral.


Vía pecuaria en Los Ranchos 


Alto de Galapagar


Vistas desde el alto de Galapagar 


Monte Cuesta Blanca 



Poco después dejo la pista principal y empiezo el Camino del Paredón. Aquí el terreno se complica. Es un tramo técnico, algo pedregoso, donde conviene bajar la velocidad y prestar atención. Alcanzado el Cerro del Paredón tras un breve pero intenso repecho, se abre una vista magnífica: el skyline de Madrid, ya con las luces encendidas, el perfil del monte, y la luz final del día tiñendo de naranja las copas de los árboles. Este cerro, además, cuenta con un punto de información geológica de los Berrocales. Es una zona valiosa desde el punto de vista natural y didáctico. Desde aquí comienza el descenso más divertido del día. Un sendero recto y con un buen firme aunque tiene alguna sorpresa, pero bastante limpio en general, que permite bajar rápido sin necesidad de grandes maniobras. Llego al segundo mirador natural del Cerro del Paredón, próximo al área recreativa del Retamar, con vistas sobre Monterrozas. A esta hora ya no queda nadie. El silencio y la temperatura, por fin más amable.


Acceso al camino del Paredón 


Cerro del Paredón 


Vistas de Madrid desde El Paredón 


Camino del Paredón 



En el kilómetro 25 de la ruta cruzo el Puente del Retamar, que bordea la zona recreativa del mismo nombre. El Puente del Retamar, sobre el río Guadarrama entre Las Rozas y Villanueva del Pardillo, data de finales del siglo XVII o principios del XVIII. Construido en sillares de granito como parte del Real Camino de Castilla y Galicia, consta de siete arcos de medio punto de 8,4 m de luz y unos 6,5 m de ancho, con tajamares apuntados aguas arriba y redondeados aguas abajo. Además de salvar el cauce, ofrece un entorno representativo del ecosistema de ribera del Parque Regional del río Guadarrama, con zonas de merendero y senderos. Se considera un bien protegido y monumento destacado por su construcción y belleza. Este puente marca el cierre del bucle. Desde aquí, enlazo con el tramo inicial paralelo al arroyo Lazarejo, cruzo el cruce de caminos señalizado, y regreso al punto de inicio en la Avenida del Lazarejo. En total, han sido casi 26 kilómetros, con 493 metros de desnivel positivo acumulado, que se notan más en la primera parte. El sentido de la ruta ha facilitado que el desnivel negativo predomine, suavizando un poco el esfuerzo.


Puente del Retamar 


Puente del Retamar 


Este recorrido tiene una lectura interesante más allá del ejercicio físico o del simple disfrute de los paisajes. La red de caminos históricos, vías pecuarias, senderos tradicionales y cordeles que se cruzan entre sí conforman una estructura de movilidad suave que conecta urbanizaciones, espacios naturales y enclaves históricos. Para una región como Madrid, sometida a una presión urbanística constante, estas sendas suponen un hilo de continuidad que todavía permite recorrer el territorio a pie o en bici sin depender del asfalto. Mantenerlas vivas y transitadas es, en cierta medida, también una forma de defensa del paisaje.


Dejo el mapa de la ruta.






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