Fecha de realización: 10 de agosto de 2025
1 persona a pie
Distancia: 9,32 km
Desnivel positivo: 861 m
Desnivel negativo: 861 m
Altitud máxima: 2.220 m
Altitud mínima: 1.377 m
Tipo de ruta: Circular
Dificultad técnica: Difícil
Tiempo en movimiento: 3 horas 29 minutos
Tiempo total: 5 horas 20 minutos
Mi objetivo con esta ruta era alcanzar el Alto de la Maliciosa por su cara sur, una ruta diferente a la que suelo hacer desde este mismo punto. El plan incluía bordear el Peñotillo, subir a su cima y de ahí crestear ascendiendo hasta el alto de la Maliciosa, antes de encarar el regreso por la conocida senda de pequeño recorrido PRM26 (que pasa por el Collado del Piornal, el Regajo del Pez y la Fuente de la Campanilla), aunque con una ligera adaptación para desviarme hacia un mirador natural del Valle de la Barranca.
Adjunto vínculo a Wikiloc
Comence la ruta en torno a las 7:30 de la mañana en el Parking de la Barranca, todavía sin el calor que se anticipaba. Tras dejar atrás la explanada del aparcamiento, avancé hasta la portilla que da acceso al Embalse de Navacerrada. Lo crucé por lo alto de la presa y seguí hasta la portilla de salida de la zona del embalse, en donde tomo un sendero poco definido que me interna en el bosque. La vereda discurre bajo un pinar, por la ladera de los Almorchones, en un tramo agradable con mucha vegetación. Giré a la derecha para tomar un sendero que corre paralelo a una verja, un pasillo natural algo cerrado por la vegetación, en especial, grandes helechos, que obliga a esquivar ramas de vez en cuando. Siempre recto, junto a la verja, hasta que el pinar quedó atrás y la vegetación dio paso a un paisaje más abierto, con arbustos y canchales que anuncian el cambio de altitud.
Me desvío del Camino del Sur de la Maliciosa, que es como viene en el mapa el camino que vengo siguiendo, ya que tenía intención de hacer cima en el Peñotillo. La aproximación al Collado del Peñotillo se hace por bloques de piedra que requieren buena concentración. Desde el collado, tomé un desvío para conquistar la cima del Peñotillo, disfrutando de la sensación de estar suspendido entre valles y cumbres. Desde aquí, la Maliciosa, ya muy próxima (se ven nítidamente a las personas en su cima) parece todavía más desafiante.
El descenso lo inicié por el PRM26, dejando atrás el vértice geodésico tras la foto de rigor, y descendi dirección al collado del Piornal. Sin embargo, antes de continuar por la senda habitual, me desvié hacia el Mirador de la Barranca. Este punto, más apartado, ofrece una perspectiva diferente y solitaria del valle. Desde aquí bajé campo a través hasta reencontrarme con el PRM26 ya superado el Collado de Piornal. La senda desciende con fuerza por un tramo donde la pendiente, la arena y la piedra suelta obligan a extremar precauciones. No es raro ver a gente bajando despacio para evitar resbalones. Más abajo, el camino cruza la zona del Regajo del Cancho Negro, y mas adelante por el Regajo del Pez, siempre dentro del trazado del PRM26, hasta que vuelven a aparecer los pinares y zonas arboladas. El sol empezaba a calentar con intensidad, y el frescor de la sombra se agradecía. La Fuente de la Campanilla fue la siguiente parada. Como manda la tradición, toqué la campana y rellené la cantimplora con su agua fresca. Unos metros más allá, junto al Puente del Regajo del Pez, un mojón marca la Puerta de la Maliciosa y señala direcciones y distancias. Seguí recto, manteniéndome en el PRM26 hasta que la pista de la Barranca se cruzó en mi camino. Allí giré a la izquierda y tomé la Senda Alakan.
La Senda Alakan es un regalo para los sentidos. Un sendero llano y suave que se abre paso entre pinares tapizados de helechos, con el aire impregnado del olor a tierra y madera. En el vadeo del Arroyo de la Maliciosa, el agua clara cruzaba perezosa bajo el puente improvisado que forman las piedras. Más adelante, los restos de una cabaña recuerdan tiempos en los que la montaña se vivía de otra manera.
Pasé la portilla que conduce al Embalse del Ejército del Aire, cuyas aguas brillaban bajo el sol. Un último tramo me llevó hasta el centro de visitantes, donde crucé otra portilla para entrar en la pista de tierra de la Barranca. Desde aquí, en apenas unos metros, estaba de vuelta en el parking, cerrando así el círculo de una mañana intensa y plena.Dejo el mapa de la ruta