Ruta 190 - Sierra de Hoyo de Manzanares. Circular por la Cascada del Covacho y el Alto de los Lanchares desde Parking Berzosa

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Fecha: 13 de agosto de 2025

1 persona a pie

Distancia: 7,94 km

Desnivel positivo: 181 m

Dificultad técnica: Moderado

Desnivel negativo: 181 m

Altitud máxima: 1.060 m

Altitud mínima: 909 m

Tipo de ruta: Circular

Tiempo en movimiento: una hora 51 minutos

Tiempo: 2 horas 9 minutos


La finalidad de esta ruta es acercar al senderista a la vertiente suroeste de la Sierra de Hoyo de Manzanares, poniendo en valor sus paisajes graníticos, encinares y elementos naturales emblemáticos como la Cascada del Covacho y el Alto de los Lanchares. El recorrido, integrado en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, fomenta un contacto respetuoso con el entorno, combinando interés paisajístico, cultural y recreativo en un itinerario accesible.





Adjunto vínculo de Wikiloc:


https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/sierra-de-hoyo-de-manzanares-circular-por-la-cascada-del-covacho-y-el-alto-de-los-lanchares-desde-p-226619036


La Sierra de Hoyo de Manzanares constituye un enclave singular dentro del conjunto montañoso de la Sierra de Guadarrama. Aunque geológicamente forma parte de ella, se encuentra separada por un valle que le da una identidad paisajística propia. Sus berrocales graníticos, encinares y formaciones rocosas modeladas por la erosión ofrecen un entorno de gran valor natural y cultural. Además, este espacio se encuentra incluido en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, protegido bajo diversas figuras legales que salvaguardan sus ecosistemas y su biodiversidad. Caminar por sus senderos supone adentrarse en un mosaico de lomas, barrancos y miradores naturales que, además de su interés paisajístico, tienen relevancia como zona de transición entre las áreas bajas y medias de la sierra. La senda recorrida en esta ocasión es un ejemplo de cómo las rutas locales contribuyen a mantener viva la conexión histórica y natural de la Sierra de Guadarrama, fomentando un uso recreativo compatible con la conservación del entorno.


Inicié la ruta en el Parking Berzosa a última hora de la tarde, buscando la luz suave del día y temperaturas más agradables en pleno verano. El punto de partida, junto a la urbanización de La Berzosa, permite un acceso cómodo a la pista que conduce hacia el interior de la sierra. Antes de comenzar, me acerqué a curiosear el Parque de la Berzosa, aunque no es necesario entrar para realizar el recorrido. Desde allí, regresé a la barrera que da acceso a la vía pecuaria y que marca el inicio real del itinerario. Seguí recto por una cómoda pista de tierra, amplia y bien definida, que permite caminar sin dificultad. A pocos minutos, el paisaje se abrió a una zona de encinares que acompañan buena parte de este primer tramo. A pesar de estar próximos a las urbanizaciones, el silencio y la vegetación comienzan a envolver al caminante, recordando que esta sierra es refugio de fauna y flora típicas del monte mediterráneo. Poco después crucé un pequeño murete que marca la separación administrativa entre los términos de Hoyo de Manzanares y Moralzarzal. A partir de este punto, la senda se vuelve más abrupta y comienza a alejarse de forma evidente de la influencia urbana. El trazado conserva el carácter de antiguos caminos ganaderos, con tramos de piedra y pasos estrechos entre matorrales. Llegué al cauce del Arroyo Peregrinos, completamente seco en agosto, lo que refuerza la idea de que esta ruta gana mucho en épocas más húmedas, cuando el agua aporta dinamismo y sonido al entorno. Tras el cruce, tomé el camino de la derecha, que me llevó a pasar relativamente cerca del puente sobre el Arroyo de Peregrinos, situado en el kilómetro 2,1, aunque en esta ocasión no lo crucé. Un poco más adelante, de nuevo opté por el camino de la derecha para continuar la progresión. Ignoré un desvío hacia la derecha y avancé recto, encontrando a mi paso unas edificaciones en ruinas que aportan un toque histórico al recorrido. Más adelante, tomé a la izquierda y, poco después, un giro a la derecha, quedando paralelo a la alineación montañosa de la Sierra de Hoyo. El sendero me condujo bajo un pequeño pinar, na de las pocas zonas no expuestas del recorrido.









Las vistas comenzaron a abrirse hacia el Cerro de la Lechuza, primero en la distancia y luego en combinación con el Cerro de Covacho. En este punto, un bonito descenso sobre placas graníticas marcó uno de los tramos más fotogénicos del recorrido. 







Llegué así a la Cascada del Covacho, situada en el kilómetro 5. A pesar de estar seca, este paraje mantiene su encanto gracias a la imponente pared de granito que, en épocas lluviosas, canaliza un salto de agua procedente del Arroyo de Peña Herrera. Cuando fluye, la cascada forma una poza de aguas claras, y junto con los arroyos del Cuchillar y Peregrinos, conforma uno de los enclaves más bellos de la sierra. El lugar ofrece panorámicas hacia los cerros cercanos y permite apreciar el modelado natural de la roca, que aquí se presenta en formas suaves y pulidas.






Tras una breve parada, continué hacia el Arroyo de Peñaliendre, igualmente seco en esta época. Alcancé la caseta forestal desde la que se disfrutan buenas vistas del Cerro Covacho y el Cerro del Alcornoque. Desde aquí seguí recto por el camino de la Casa del Monte, que pronto pasó a discurrir sobre grandes bloques graníticos, formando un firme natural muy característico de la zona. La panorámica general de la Sierra de Hoyo se desplegaba hacia el sur y el oeste, con los cerros y lomas que configuran su relieve. Alcancé de nuevo la linde entre Hoyo de Manzanares y Moralzarzal y giré a la izquierda para comenzar la subida hacia Los Lanchares. Se trata de una pequeña cuesta que no llega a un centenar de metros de distancia, pero que constituye el tramo más exigente del recorrido.








En el kilómetro 7 alcancé el Alto de los Lanchares, un mirador natural que permite contemplar la puesta de sol sobre el horizonte, con tonalidades cálidas que bañaban los berrocales. Tras disfrutar del momento, tomé el descenso por el camino de la derecha, que lleva de forma directa hacia el final de la ruta.







En el tramo final pasé bajo un enorme poste eléctrico y, poco después, junto a dos depósitos de agua, ambos cubiertos de grafitis que contrastan con el entorno natural. El segundo depósito se encuentra algo más próximo a la intersección donde giré a la izquierda, encarando ya el regreso hacia el punto de inicio. El circuito concluyó de nuevo en el Parking Berzosa, cerrando así una ruta circular de casi 8 kilómetros, con un escaso desnivel positivo y negativo de 181 metros. Realicé el recorrido en poco más de 2 horas, incluyendo paradas, con un tiempo en movimiento de 1 hora y 51 minutos. En general se trata de un itinerario accesible para la mayoría de senderistas, transitable por pistas anchas y senderos cómodos.






En resumen, esta circular por la Sierra de Hoyo de Manzanares desde el Parking Berzosa ofrece una oportunidad excelente para descubrir el sector suroeste de esta alineación montañosa, con puntos de interés como la Cascada del Covacho, el Alto de los Lanchares y varios miradores naturales hacia los cerros y formaciones graníticas. Aunque en verano el agua desaparece de los arroyos, el paisaje sigue ofreciendo atractivos en forma de encinares, berrocales y vistas amplias. El itinerario transita por zonas de gran valor ecológico, integradas en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, y permite disfrutar de la sierra de forma tranquila y sin grandes exigencias físicas. En épocas más húmedas, el recorrido gana en espectacularidad gracias al sonido y movimiento del agua en los arroyos y saltos, convirtiéndose en una experiencia completa para quienes valoran tanto la naturaleza como la historia de los caminos serranos.


Dejo el mapa de la ruta







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