Fecha: 22 de agosto de 2025
2 personas a pie
Distancia: 7,32 km
Desnivel positivo: 14 m
Desnivel negativo: 34 m
Altitud máxima: 27 m
Altitud mínima: 0 m
Tipo de ruta: Solo ida
Tiempo en movimiento: una hora 41 minutos
Tiempo: una hora 50 minutos
La finalidad de esta ruta fue dar continuidad al proyecto de recorrer la Senda Litoral de Málaga, conectando Cabopino con la Cala de Mijas a través de un itinerario accesible y bien señalizado. Se buscó disfrutar de un recorrido junto al mar que combina playas, pasarelas de madera, patrimonio histórico y espacios naturales. Además, la ruta permitió poner en valor este proyecto provincial que recupera el litoral para el uso peatonal y ciclista.
Adjunto vínculo a Wikiloc:
Salimos a media tarde desde la urbanización de Cabopino, en el aparcamiento junto a las Dunas de Artola, donde habíamos concluido la última etapa de nuestro proyecto de recorrer la Senda Litoral. En esta ocasión nos planteamos un itinerario lineal de poco más de 7 kilómetros hasta la Cala de Mijas, aunque en realidad completamos un recorrido circular, ya que la vuelta (sin grabar ya el track) la hicimos andando en sentido contrario. Ello supuso duplicar la distancia y reducir ligeramente el tiempo total, puesto que al regreso imprimimos un ritmo más rápido. Esta etapa, sencilla en lo técnico pero cargada de interés natural y cultural, forma parte de un proyecto más amplio de carácter provincial que busca unir de manera continua toda la franja litoral de Málaga, conectando paseos marítimos, senderos y pasarelas de madera, y que en conjunto cubrirá unos 180 kilómetros desde Manilva hasta Nerja. Se trata de una iniciativa coordinada por la Diputación de Málaga con la participación de los municipios costeros, la Junta de Andalucía y el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, y que ya se encuentra operativa en muchos de sus tramos. Más información puede encontrarse en la web oficial https://www.sendalitoral.es/es/.
El inicio del camino nos llevó a atravesar un pequeño tramo urbano por la Calle de la Playa, ya que la continuidad de la senda se ve interrumpida por la presencia del Puerto Deportivo de Cabopino. El objetivo de este primer tramo fue bordear esta instalación hasta poder acceder de nuevo a la costa. Tras alcanzar un acceso a la playa, nos incorporamos a la Senda Litoral mediante un camino de lamas de madera que discurre sobre la arena de la playa de Calahonda, en la zona conocida como Punta del Lance de las Cañas. A partir de aquí, el recorrido se hace más amable, con una infraestructura bien señalizada y preparada para el tránsito peatonal. La senda atraviesa la zona del Chaparral, donde encontramos numerosos paneles interpretativos que explican aspectos ambientales y patrimoniales del litoral. En este tramo destacan las playas de La Luna y Royal Beach, situadas aproximadamente a 1,4 kilómetros del inicio. Un panel tallado en la madera indicaba que restaban 5618 metros para llegar a la Cala de Mijas, recordándonos el carácter progresivo del itinerario. También se ofrecía información sobre los arenales costeros y su importancia ecológica, así como sobre la playa de Calahonda. Más adelante, en la zona de Algaida, encontramos un alcornoque junto al arroyo que le da nombre, y nuevos carteles explicativos. En este punto la senda pasa literalmente por dentro del restaurante El Capricho, un detalle curioso que refleja la convivencia entre el uso turístico y la recuperación peatonal del litoral.
Tras este tramo urbano, el recorrido nos llevó a la Playa de Calahonda Alhamar, situada a 2,6 kilómetros. La continuidad de la senda se ve de nuevo interrumpida unos metros por edificaciones, lo que obliga a salir a una acera antes de reincorporarnos al trazado oficial. Poco después alcanzamos uno de los hitos patrimoniales más relevantes: la Torre de Calahonda o Calahorra, situada a unos 3,1 kilómetros de la salida. Esta torre atalaya, de origen árabe y construida en el siglo XVI con mampostería, tiene forma cónica y una altura superior a los 10 metros. Está declarada Bien de Interés Cultural y formaba parte del sistema de vigilancia costera compuesto por almenaras, torres vigía y castillos que protegían el litoral mediterráneo frente a incursiones piratas. En la actualidad se encuentra en una finca privada y el Ayuntamiento de Mijas ha mostrado interés en su recuperación como patrimonio público.
La ruta continuó junto a un peñón rocoso que recuerda en miniatura al Peñón de Gibraltar, y poco después cruzamos el puente sobre el arroyo El Lucero. Alcanzamos la playa Riviera, donde hay otro punto de información, en el kilómetro 3,8 desde el inicio de la ruta. Desde aquí el camino sigue hacia la playa de la Riviera y la playa de Calahonda, a unos 4,6 kilómetros, antes de llegar a la Punta de la Torre Nueva. Aunque no es visible desde la senda la Torre Nueva, en esta zona existió la Torre Nueva o de la Cala del Moral, también llamada Torre Pesetas, cuya historia se remonta al siglo XVI. Según los registros, comenzó a construirse hacia 1513 o 1568 y en siglos posteriores formó parte del sistema defensivo de la costa. En el siglo XVIII estaba en uso con capacidad para cañones de 4 libras, y contaba con personal permanente. En el siglo XIX aún seguía en servicio, aunque fue deteriorándose progresivamente hasta quedar en ruinas. Su recuerdo queda en los paneles informativos que explican su historia.
El itinerario prosiguió por una zona de playa rocosa conocida como Cabo Rocoso, situada en el kilómetro 5,3, y poco después alcanzamos la playa El Bombo, a 5,5 kilómetros. Aquí cruzamos el puente sobre el arroyo Torrenueva y pasamos de nuevo de las pasarelas de madera a un paseo marítimo pavimentado, señal inequívoca de la proximidad de la Cala de Mijas. A la altura de la playa de La Cala o Butibamba, en el kilómetro 6,6, cruzamos el puente sobre el arroyo La Cala y encontramos una placa conmemorativa en recuerdo del destructor Almirante Ferrándiz, hundido en estas aguas durante la Guerra Civil. Este punto marcaba la recta final del recorrido hacia el Torreón de la Cala de Mijas, situado en el kilómetro 7 de la ruta.
El Torreón de la Cala de Mijas, también llamado Torre de la Batería, fue construido alrededor de 1760 y forma parte del sistema de torres almenaras que jalonan el litoral mediterráneo. De planta troncocónica, con dos plantas interiores, terraza y elementos defensivos como garitas y cañoneras, servía para vigilar la costa y comunicar mediante señales de fuego y humo con otras torres cercanas, como la de Calahorra en Calahonda o la de Calaburras junto al faro. En su interior se conservaban almacenes para pólvora y víveres, así como chimeneas para las señales. Durante el siglo XVIII estuvo guarnecida por varios torreros y soldados que realizaban labores de escucha y vigilancia, y fue desmantelada en 1860. Hoy constituye uno de los símbolos históricos de la Cala de Mijas y un punto final perfecto para esta etapa de la Senda Litoral.
Concluimos el recorrido en el paseo marítimo de la Cala de Mijas, en una zona con gran afluencia turística donde la carretera A7 discurre literalmente pegada a la costa. Esto obliga a plantearse cómo se resuelven las siguientes etapas del proyecto, ya que en muchos casos la senda ha de salvar infraestructuras y urbanizaciones. No obstante, lo que se ha logrado hasta ahora demuestra que el proyecto es viable y aporta un gran valor tanto para los vecinos como para los visitantes, recuperando el litoral para el disfrute peatonal y ciclista. La Senda Litoral de Málaga, además de ser un recurso turístico de primer orden, contribuye a la conservación ambiental, a la divulgación del patrimonio histórico y a la mejora de la calidad de vida en la Costa del Sol.
La ruta que realizamos, con 7,32 kilómetros en el tramo de ida y un desnivel positivo de 14 metros y negativo de 34, se completó en una hora y cincuenta minutos, con un tiempo en movimiento de una hora y cuarenta y un minutos. La dificultad técnica es baja y el atractivo radica en la combinación de playas, pasarelas, patrimonio histórico y paisajes costeros. En nuestro caso, al repetirla en sentido inverso, la experiencia se convirtió en una caminata de más de 14 kilómetros que nos permitió apreciar con otra mirada los mismos hitos y comprobar cómo el paisaje cambia según la luz y la dirección de la marcha.
Dejo el mapa de la ruta: