Ruta 205 - De Marbella al Refugio del Juanar (PRA-169), pasando por el Puerto de Marbella, Olivar del Juanar y Bosque de Eucaliptus

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Fecha: 26 de agosto de 2025

2 personas a pie

Distancia: 16,49 km

Desnivel positivo: 917 m

Dificultad técnica: Moderado

Desnivel negativo: 917 m

Altitud máxima: 1.042 m

Altitud mínima: 211 m

Tipo de ruta: Circular

Tiempo en movimiento: 4 horas 31 minutos

Tiempo: 7 horas 46 minutos


La finalidad de esta ruta fue ascender desde Marbella hasta el Refugio del Juanar, dentro del entorno protegido de la Sierra de las Nieves. El objetivo era disfrutar de un itinerario exigente y variado, recorriendo senderos bien señalizados que combinan paisajes mediterráneos, formaciones geológicas, panorámicas costeras y bosques de pinos, olivares y eucaliptos, en un espacio de gran valor ecológico y cultural.





Dejo el vínculo a Wikiloc:


https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-marbella-al-refugio-del-juanar-pra-169-pasando-por-el-puerto-de-marbella-olivar-del-juanar-y-bos-228803296


La ruta que emprendimos desde Marbella hasta el Refugio del Juanar se desarrolló en un entorno privilegiado de la Sierra Blanca, en las cercanías de Ojén, y dentro del área de influencia del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves. Esta gran área protegida, declarada parque nacional en 2021, suma casi 23.000 hectáreas en plena Serranía de Ronda y es reconocida tanto por la Unesco como parte de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera desde 1995, como por su integración en la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo desde 2006. Es un espacio de enorme valor ecológico, geológico y paisajístico, con un papel clave en la conservación de especies y ecosistemas únicos de la Cordillera Bética. La ruta que realizamos nos permitió conocer una parte de este entorno, disfrutando de senderos oficiales muy bien señalizados y de un itinerario que combina tramos de ascenso exigente, vistas panorámicas, formaciones geológicas y bosques variados, desde pinares a eucaliptos, pasando por olivares tradicionales.


El punto de inicio fue el pequeño aparcamiento de Puerto Rico Bajo, relativamente cerca del Centro Comercial La Cañada, en Marbella. Allí dejamos el coche, cruzamos la barrera y comenzamos a caminar por el Camino de Puerto Rico. Desde el inicio fuimos conscientes de que se trataba de una senda muy cuidada, con numerosos puntos de información repartidos a lo largo del recorrido y que hacen de la señalización un aspecto muy fiable, algo que siempre aporta seguridad al senderista. Siguiendo recto, dejamos a la derecha el desvío hacia la Hoya de los Cabañiles y continuamos nuestro camino hacia la montaña. Al poco alcanzamos la Fuente Nuestra Señora de la Paz, que se encontraba completamente seca, como es habitual en esta época del año en toda la zona. El recorrido seguía de frente, tomando la opción de la derecha, ya que el sendero de la izquierda desembocaba más adelante en la misma senda tras un rodeo. A medida que íbamos ganando altura, se abrían ante nosotros panorámicas de Marbella y del litoral mediterráneo. El día comenzaba con neblina y, aunque el sol asomaba tímidamente, el amanecer no llegó a ofrecer el espectáculo luminoso de otros días más despejados. Este primer tramo resultó exigente, con una pendiente sostenida que requería esfuerzo. Llegamos así a los Abrigos de Puerto Rico, una formación geológica que presenta pequeñas cuevas, visibles en la subida hacia Puerto Rico Alto, lo que añadió un punto de interés histórico y natural a la ruta. Desde allí, las vistas se ampliaban, permitiéndonos observar no solo la ciudad de Marbella sino también los valles interiores.








En el ascenso cruzamos con el GR-249, correspondiente a la etapa 31 de la Gran Senda de Málaga entre Marbella y Ojén. En ese punto continuamos recto, siempre en dirección hacia la Cruz del Juanar. Así alcanzamos Puerto Rico Alto y seguimos al norte, con el camino llevándonos a una zona boscosa, mucho más amable para el senderista, con sombra y frescor. Poco después pasamos junto a un punto informativo denominado “Ascenso Casa del Guarda”, donde se bifurca la Senda de los 3 Valles hacia la izquierda. Nosotros seguimos de frente, entre pinares y helechos que nos ofrecían un entorno muy agradable. El siguiente cruce nos situó frente a la Fuente Chumbar, aunque en esta ocasión no nos desviamos para visitarla. Sabíamos además que, como las demás fuentes de la zona, se encontraba seca. Desde este tramo disfrutamos de hermosas vistas hacia Marbella, la Cruz del Juanar y el Tajo Negro, aunque la cima estaba parcialmente cubierta por nubes que parecían estancadas en lo alto de la sierra. Encontramos varios hitos de piedras apiladas en forma piramidal, algunos situados estratégicamente para indicar el camino, que seguía por el sendero PRA-169. Esta parte del recorrido serpenteaba entre los árboles y resultó especialmente bella, un tramo de bosque mediterráneo. Pasamos junto a la loma de la Gaceta y el Puerto de Juan Benítez, que dejamos pendiente para otra ocasión, pues nuestra intención era centrarnos en el Refugio del Juanar. Las vistas hacia la Cruz del Juanar y el Tajo Negro continuaban dominando el paisaje, mientras las nubes empezaban a disiparse poco a poco.










Al llegar al Puerto de Marbella hicimos una breve parada técnica, descansando y reponiendo energía. Desde allí comenzamos el ascenso en dirección a la Cruz del Juanar, llegando a superar aproximadamente dos tercios del camino hasta la cima. Sin embargo, por circunstancias personales muy particulares y que no vienen al caso, decidimos no continuar hasta la cruz y regresar al Puerto de Marbella para continuar con el plan previsto de recorrer la meseta del Juanar y completar la ruta circular.









Desde el Puerto de Marbella tomamos la senda que se dirige hacia Istán, en la conocida como Senda de Ojén a Istán. Cruzamos primero el Olivar del Juanar, una bonita estampa de tradición agrícola en este entorno serrano, hasta enlazar con el sendero que asciende tanto hacia la Concha como hacia la Cruz del Juanar por la otra vertiente. Allí giramos a la derecha, siguiendo el camino paralelo al arroyo del Juanar, que nos condujo por un frondoso pinar. Poco después tomamos un desvío a la izquierda, internándonos en un bosque denso de pinos y helechos, que nos transmitía una sensación de frescura y recogimiento. Más adelante, llegamos al sobrecogedor Bosque de Eucaliptos, un lugar singular dentro de la Sierra Blanca, donde los altos troncos rectos crean una atmósfera muy especial. Pasamos también por los restos de una antigua mina de agua.








Finalmente salimos a una pista forestal, que seguimos girando a la izquierda en dirección al Refugio del Juanar. Poco después alcanzamos el refugio, donde aprovechamos para desayunar y descansar, disfrutando de un servicio muy amable. Este lugar es punto de referencia para senderistas y excursionistas que transitan por la Sierra Blanca, y siempre ofrece un respiro acogedor en medio del monte.






El regreso lo emprendimos siguiendo la pista que lleva al Mirador del Corzo, aunque no llegamos a desviarnos hasta él. En nuestro trayecto pasamos junto a la Fuente del Charquillo, otra de las fuentes que también se encontraba seca. Cruzamos por una portilla accesible para peatones y continuamos recto, dejando a la izquierda el camino hacia el mirador. Seguimos por la parte sur del Olivar del Juanar, incorporándonos de nuevo a la senda que conecta con Istán y regresando al inicio de la zona circular. A partir de allí, el itinerario de regreso coincidió exactamente con el de la subida, descendiendo por el Camino de Puerto Rico hasta volver al aparcamiento de Puerto Rico Bajo, donde habíamos comenzado la jornada.








Fue una jornada fantástica de senderismo en compañía, con un recorrido exigente en algunos tramos, pero muy completo y variado en paisajes. La ruta ofrece un buen resumen de lo que significa la Sierra Blanca y de lo que implica la integración de la Sierra de las Nieves como parque nacional en Málaga: una apuesta por conservar la riqueza natural de este territorio, proteger sus ecosistemas y garantizar que generaciones futuras puedan disfrutar de la biodiversidad y del paisaje de la cordillera bética. Hacer este tipo de sendas es, además de un ejercicio físico y un disfrute estético, una forma de reconocer y valorar la importancia de preservar este patrimonio natural.


Dejo el mapa de la ruta.





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