Ruta 217 - Paseito por Füssen (Babiera)

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Ruta realizada el 6 de septiembre de 2025

5 personas a pie

Distancia: 1,33 km

Desnivel positivo: 15 m

Dificultad técnica: Fácil

Desnivel negativo: 15 m

Altitud máxima: 821 m

Altitud mínima: 796 m

Tipo de ruta: Circular

Tiempo en movimiento: 24 minutos

Tiempo: una hora 14 minutos


Después de pasar la mañana en la zona alpina cercana a Füssen, donde la visita a los castillos de Neuschwanstein y Hohenschwangau junto con el Lago Alpsee nos ocupó varias horas, todavía quedaba algo de tiempo antes de regresar a Múnich y aprovechamos la ocasión para hacer una parada en Füssen, una ciudad que, aunque pequeña, tiene un casco histórico muy agradable para pasear sin prisas y disfrutar de su ambiente. 





Adjunto vínculo de Wikiloc


https://es.wikiloc.com/rutas-a-pie/paseito-por-fussen-babiera-230501452


Dejamos el coche en la calle Luitpoldstrasse, donde encontramos aparcamiento sin dificultad. Muy cerca estaba el Monumento Luitpold, que recuerda al príncipe Leopoldo de Baviera. Es un punto de referencia sencillo, pero nos sirvió para marcar el inicio de la ruta circular que íbamos a seguir por el centro. A escasos metros, en la Kaiser-Maximiliam-Platz, se encuentra la oficina de información turística de Füssen. 




Desde ese punto nos adentramos en el casco histórico, que es totalmente peatonal. La entrada ya anticipa lo que viene después: calles cuidadas, casas de tonos pastel y un trazado medieval que se conserva bastante bien. El ambiente era tranquilo, con terrazas ocupadas por vecinos y visitantes que disfrutaban del final de la tarde. Decidimos parar pronto para merendar en un establecimiento local de la calle Drehergasse. Allí probamos algunos productos de la zona, con repostería típica y bebidas frescas. Era un alto en el camino breve, pero suficiente para reponer fuerzas y compartir impresiones del día. El local mantenía un estilo tradicional, lo que reforzaba esa sensación de estar en un lugar que conserva su carácter alpino sin perder comodidad para el visitante.







Con energías renovadas seguimos hacia la plaza Schrannenplatz, uno de los rincones más pintorescos del recorrido. Varias casas de colores enmarcan el espacio, con fachadas que parecen sacadas de una postal de pueblos alpinos. La plaza estaba animada, aunque sin agobios, y nos permitió detenernos un rato para contemplar el entorno. Desde allí, avanzamos hacia la iglesia Krippkirche, que aparece algo escondida entre calles estrechas, pero añade un contraste interesante al trazado urbano.







Continuamos por la calle Reichenstrasse, quizá la más representativa de Füssen. Es amplia y reúne tanto comercios modernos como locales tradicionales, lo que da al paseo un aire equilibrado entre lo histórico y lo actual. A medida que avanzábamos, llegamos a una plaza donde se encuentra la estatua Kneipp-Denkmal. Este lugar es particular porque desde allí se obtienen unas buenas vistas del recinto del Hohes Schloss, el Castillo Alto, que domina la parte alta de la ciudad con su estilo gótico tardío. Subimos parte de la colina por la calle Ritterstrasse, que bordea la muralla. El ascenso no es largo ni exigente, pero permite asomarse a otra perspectiva del casco antiguo. La presencia de las murallas recuerda la función defensiva de la ciudad en siglos pasados, cuando su posición cercana a la frontera la hacía un punto estratégico. Muy cerca se encuentra el Museo de la Ciudad de Füssen, situado en el antiguo monasterio de St. Mang. Aunque no entramos por cuestión de tiempo, saber que allí se conservan piezas vinculadas a la tradición musical y cultural de la región le añade atractivo a cualquier visita más prolongada.












Desde allí descendimos de nuevo hacia las calles interiores, pasando por la calle Brunnengasse, donde encontramos una fuente que sirve de punto de reunión y descanso. Aprovechamos para hacer una breve pausa, refrescarnos y continuar con calma hacia las calles peatonales que aún nos quedaban por recorrer. El itinerario nos llevó por la calle Jesuitergasse, otra de las vías que muestran el carácter más recogido de Füssen. No hay grandes monumentos en esta parte, pero sí se mantiene la sensación de estar en un entramado urbano que combina la huella histórica con el día a día de la ciudad. 






El recorrido se completó de forma circular, volviendo hacia la zona del aparcamiento y cerrando así un paseo de poco más de una hora, con paradas tranquilas y sin ninguna dificultad técnica.


En conjunto, esta breve paseo urbano, de apenas 1,33 kilómetros y un desnivel muy suave de quince metros, nos permitió descubrir el encanto de Füssen en un tiempo limitado. Más allá del plano turístico, conviene destacar lo que implica este tipo de recorridos urbanos. Ciudades como Füssen han jugado un papel importante en la historia de Austria, Alemania y los países colindantes. Situada al pie de los Alpes y muy cerca de la frontera, su posición la convirtió en un cruce de caminos, tanto comerciales como culturales. No es casualidad que se encuentre al final de la Ruta Romántica, uno de los recorridos más conocidos de Baviera, que conecta distintas localidades cargadas de historia y patrimonio. En esta franja alpina se han tejido relaciones entre pueblos a lo largo de los siglos, desde los intercambios medievales hasta el turismo actual, lo que hace que un paseo por sus calles sea también una forma de entender esa condición de frontera y de puente entre territorios.


Dejo el mapa de la ruta.




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