Ruta 218 - Munich. Paseo por el Parque Olimpico, pasando por el Estadio, la Colina y la villa olímpica

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Ruta realizada el 7 de septiembre de 2025

5 personas a pie

Distancia: 5,64 km

Desnivel positivo; 63 m

Dificultad técnica: Fácil

Desnivel negativo: 63 m

Altitud máxima: 557 m

Altitud mínima: 498 m

Tipo de ruta; Circular

Tiempo en movimiento; una hora 47 minutos

Tiempo; 2 horas 16 minutos


La finalidad de esta ruta es recorrer el Parque Olímpico de Múnich y su entorno, descubriendo un espacio emblemático de los Juegos Olímpicos de 1972 que hoy combina instalaciones deportivas, zonas verdes, museos y recuerdos históricos. El itinerario permite conocer el Museo BMW, el Estadio Olímpico, la Olympiaberg y la Villa Olímpica, todo en un paseo accesible que une deporte, cultura y memoria, ofreciendo una visión completa de un lugar clave en la historia reciente de Alemania.





Adjunto vínculo a Wikiloc:


https://es.wikiloc.com/rutas-a-pie/munich-paseo-por-el-parque-olimpico-pasando-por-el-estadio-la-colina-y-la-villa-olimpica-230716140


La visita al Parque Olímpico de Múnich la realizamos una mañana durante nuestra estancia en la ciudad, aprovechando que teníamos previsto recorrer también el Museo BMW, situado en las inmediaciones. Nos acercamos en metro hasta la parada Olympiacentrum, que está perfectamente señalizada y conecta de forma directa con el complejo. 





El Parque Olímpico de Múnich fue construido para los Juegos Olímpicos de verano de 1972 y ocupa un amplio espacio en el vecindario de Oberwiesenfeld. Desde entonces, además de haber sido escenario de grandes acontecimientos deportivos, se ha convertido en un espacio cultural y social de referencia, gestionado por la empresa Olympiapark München GmbH, propiedad de la ciudad. El parque conserva instalaciones y rincones que aún transmiten el espíritu olímpico, combinando historia y uso actual, lo que lo convierte en un lugar ideal para recorrer a pie con calma.


Nuestra primera parada fue el Museo BMW. Se encuentra junto a la Torre BMW y no requiere entrada de pago, lo que lo convierte en un reclamo muy accesible para cualquier visitante. El museo está dedicado a la historia de los automóviles y motocicletas de la marca, con piezas históricas y exposiciones que permiten hacerse una idea del peso que ha tenido BMW en la industria alemana y mundial. Además del museo, el BMW Welt, situado en un edificio diferente, muestra productos actuales y funciona como centro de distribución. La visita al museo fue entretenida, con vehículos que permiten recorrer décadas de evolución técnica y estética. Es uno de los museos más visitados de la ciudad, con alrededor de medio millón de visitantes anuales, y resulta un complemento perfecto a la ruta por el Parque Olímpico







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Tras la visita al museo seguimos caminando por el camino Lilian Board W. Esta senda nos condujo hacia las distintas áreas del parque, que se divide en cuatro sectores diferenciados: el Área Olímpica, que concentra los edificios deportivos como el Estadio Olímpico, el Hall Olímpico, el Centro Acuático y la Torre Olímpica; la Villa Olímpica, que albergó a los atletas y hoy se utiliza como zona residencial; el antiguo Centro de Prensa, actualmente transformado en centro comercial; y finalmente el Parque Olímpico en sentido estricto, con la Montaña Olímpica y el Lago Olímpico como referentes principales. En este primer tramo atravesamos varias instalaciones deportivas, incluyendo campos de vóley playa, que siguen utilizándose para actividades recreativas y competiciones locales. Cruzamos después un puente sobre la carretera Georg Brauchle Ring, que divide la zona en dos, y llegamos a un punto de información con un mapa detallado del parque. Allí pudimos situar mejor nuestro recorrido y localizar los principales puntos de interés.





Continuamos hasta el Olympia Hall, el pabellón multifuncional del parque. Se trata de un recinto que alberga conciertos, ferias, eventos deportivos y congresos, con una capacidad que oscila entre los doce mil y los quince mil quinientos espectadores según la configuración. Enfrente, junto al lago Grosser Olympiasee, se encuentra un pequeño teatro al aire libre, que añade un toque cultural al entorno y se aprovecha en la temporada de buen tiempo para espectáculos y actividades.






El siguiente punto destacado fue el Estadio Olímpico. Estaba cerrado en el momento de nuestra visita, de modo que lo contemplamos desde fuera. Se construyó para los Juegos Olímpicos de 1972 y fue sede también de la Copa del Mundo de Fútbol de 1974 y de la Eurocopa de 1988. Hasta 2005, año en que se inauguró el Allianz Arena, sirvió como campo para el Bayern de Múnich y el TSV 1860. Su característica cubierta de estructura ligera, obra del arquitecto Frei Otto, lo convierte en uno de los estadios más reconocibles de Europa. El estadio comparte un dato curioso con solo otros seis recintos en el mundo: ha sido escenario tanto de unos Juegos Olímpicos como de una final de Copa del Mundo de fútbol.



Caminamos después hacia el Lago Kleiner Olympiasee, más pequeño que el principal, y seguimos un puente sobre el canal que nutre al lago olímpico. Desde allí giramos en dirección al Alto de la Colina Olímpica. La subida a la Olympiaberg, con una altura modesta pero suficiente para cambiar la perspectiva, fue uno de los momentos más agradables de la ruta. Desde la cima se obtiene una vista panorámica del parque, de la ciudad de Múnich y, en días despejados, incluso de los Alpes en el horizonte. En la parte alta se encuentra un banco con una gran cruz, frecuentado por quienes quieren descansar y disfrutar del paisaje urbano.









Al bajar de la colina encontramos un pequeño chiringuito donde era posible tomar un refresco o un aperitivo local. Nosotros continuamos hacia el Lago Grosser Olympiasee, que ocupa el centro del parque y está rodeado de zonas verdes muy concurridas. Atravesamos nuevas instalaciones deportivas y un puente que nos devolvió hacia la zona inicial del circuito. Pasamos junto a un recinto de fútbol sala y cruzamos un segundo puente sobre la carretera Georg Brauchle Ring, que conecta nuevamente con el sector norte. Allí se encuentran instalaciones de libre uso como pistas de patinaje.







La última parte del recorrido la realizamos en la Villa Olímpica, conocida también como Olydorf. Esta zona conserva las antiguas residencias de los atletas, que hoy en día están habitadas por particulares. Lo más llamativo de este lugar es que cada vivienda cuenta con una decoración única en su fachada, con murales y motivos diversos que convierten el espacio en un museo al aire libre. Es un paseo sorprendente, porque la creatividad de cada intervención ofrece un recorrido lleno de color y originalidad, muy distinto de la sobriedad que suelen tener este tipo de construcciones. Recorrimos varias calles de la villa y observamos cómo la vida actual se ha integrado en un entorno cargado de historia olímpica.







Tras explorar esta zona, regresamos al inicio de la ruta, completando así un recorrido circular que nos permitió conocer de cerca tanto las instalaciones deportivas como los espacios verdes y las viviendas históricas del complejo. Más allá del interés turístico, este tipo de recorridos tienen un valor añadido por lo que representan en la historia reciente de Alemania y de Europa central. El Parque Olímpico de Múnich no es solo un espacio deportivo, sino también un símbolo de un momento histórico complejo. En 1972, Alemania quiso mostrar una imagen renovada al mundo, después de las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, y utilizó los Juegos Olímpicos como escaparate de apertura y modernidad. Al mismo tiempo, la tragedia ocurrida durante aquellos juegos recuerda que la historia europea del siglo XX estuvo marcada por conflictos y tensiones que afectaron también a países vecinos como Austria, Italia o la antigua Yugoslavia. Hoy, recorrer el parque es también una forma de entender cómo Alemania y sus alrededores han transformado un pasado convulso en un presente orientado a la cooperación y al intercambio cultural.


Terminamos la visita con la sensación de haber dedicado el tiempo a un recorrido que combina historia, arquitectura, deporte y ocio, todo en un mismo espacio. Es una ruta muy recomendable para quienes visiten Múnich y dispongan de unas horas para caminar sin prisas, disfrutando de la ciudad desde una perspectiva diferente a la de los circuitos turísticos habituales.


Dejo el mapa de la ruta






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