Fecha: 27 de septiembre de 2025
Distancia: 9,69 km
Desnivel positivo: 166 m
Desnivel negativo: 166 m
Altitud máxima: 955 m
Altitud mínima: 840 m
Tipo de ruta: Circular
Tiempo en movimiento: 2 horas 27 minutos
Tiempo: 3 horas un minuto
La finalidad de la ruta fue disfrutar de un recorrido circular desde Fresnedillas de la Oliva que nos permitió combinar naturaleza, patrimonio e historia. El objetivo era adentrarse en la Dehesa de Navalquejigo, atravesando encinares y pastizales de gran valor ecológico, y enlazar con el Camino del Canalizo, donde se encuentran miradores naturales y vestigios de la Guerra Civil. Una caminata que mostró la riqueza paisajística y cultural de la Sierra Oeste.
Adjunto vínculo de Wikiloc:
Durante la mañana realizamos una ruta circular en Fresnedillas de la Oliva, con salida y llegada en el centro del pueblo. La caminata la habíamos planificado para recorrer la Dehesa de Navalquejigo y enlazar después con el Camino del Canalizo, descubriendo tanto rincones naturales como huellas históricas. Por la tarde todavía nos quedaba otra salida, hacia la Estación Espacial, pero esa la contaremos en otra entrada.
El inicio fue en el aparcamiento público de Fresnedillas de la Oliva, junto a la Iglesia de San Bartolomé. Esta iglesia se alza en el cruce de carreteras que comunican Navalagamella con Robledo de Chavela y, por otro lado, Zarzalejo con Colmenar del Arroyo. Es el edificio más destacado del municipio, situado en el noroeste del casco urbano. Se levantó en el siglo XVI con una sola nave y un coro sostenido por columnas del XVII. El interior solo se puede visitar en los oficios religiosos, los sábados por la tarde y los domingos o festivos a media mañana, aunque por fuera ya merece la pena detenerse. Desde la plaza principal, donde además se conserva un antiguo potro de herrar como testimonio del pasado ganadero, comenzamos a caminar.
Tomamos la calle de la Fragua y luego giramos a la derecha, avanzando por la calle del Arroyo y después por la calle Real. A la altura de un cruce nos encontramos con un panel informativo de la Senda de Navalquejigo, que explicaba los valores naturales de la zona y servía de referencia para lo que íbamos a recorrer a continuación. El itinerario seguía por el Camino del Pinar de Navahonda, un tramo cómodo que nos llevó hasta la Fuente de Los Limones, situada en el kilómetro 2 aproximadamente. Continuamos recto por el mismo camino, y poco después alcanzamos la entrada a la zona protegida de la Dehesa de Navalquejigo.
La dehesa es un espacio muy representativo de la Sierra Oeste de Madrid. Encinares, fresnos de ribera, pastizales y retamas conviven en un paisaje que aún conserva el aspecto modelado por siglos de aprovechamiento ganadero. Además de su valor natural, es también un lugar con importancia cultural y social, porque muestra la forma en que las comunidades rurales han sabido mantener un equilibrio entre explotación y conservación. Allí vimos carteles que recordaban que de octubre a enero se abre la temporada de caza y de enero a septiembre es época de cría, por lo que el paso está restringido estrictamente al sendero. Ese 27 de septiembre lo recorrimos en silencio, con la sensación de estar en un escenario donde cualquier ruido podía romper la calma. La comparación con la película “Un lugar tranquilo” nos vino a la mente, aunque en realidad el ambiente no dejaba de ser agradable y seguro.
El camino discurría bajo encinas cargadas de bellotas, que iban marcando el paso del otoño. Más adelante llegamos a un punto de información de la senda, donde paneles detallaban la flora y fauna más comunes. A partir de allí fuimos alternando giros, primero a la izquierda y luego a la derecha, hasta llegar a la salida de la zona protegida.
La siguiente parte del recorrido exigió prestar atención. Había que encontrar el acceso al Camino del Canalizo. En los mapas aparecía como si se enlazara directamente con la pista principal, pero en la práctica no era así. Tuvimos que bordear un murete por un sendero estrecho hasta dar con él. Una vez identificado, giramos a la izquierda y cruzamos este mismo murete junto a una bañera vacía, que probablemente se usó para dar de beber al ganado. A partir de ahí ya estábamos en el verdadero Camino del Canalizo.
Decidimos desviarnos brevemente hacia la izquierda, subiendo hasta un mirador natural en lo alto de una loma. La subida incluía una pequeña trepada por granito, nada complicada. Desde allí disfrutamos de una panorámica amplia de la Dehesa de Navalquejigo, con sus praderas, encinas y ondulaciones suaves. Después tomamos un sendero descendente que nos devolvió a la pista principal.
Seguimos por el Camino del Canalizo hasta alcanzar una puerta. Segimos unos metros hasta un cruce cerca ya de la carretera, en donde giramos a la derecha en dirección a Perozancas. Poco después nos encontramos con un vestigio de la Guerra Civil: un nido de ametralladoras de Perozancas, construido en piedra y hormigón, testimonio de las posiciones defensivas que se levantaron en la sierra durante el conflicto. Continuamos por una senda paralela a la carretera de Fresnedillas hasta llegar a un cruce con la carretera principal. En ese punto se encuentra la Fuente Perozancas, en torno al kilómetro 8,3. Se trata de un manantial acondicionado que ha servido históricamente para el abastecimiento de vecinos y ganaderos, pero estaba seco.
Desde allí giramos a la derecha, guiados por la presencia de una antena gigante de telecomunicaciones. Decidimos desviarnos nuevamente del trazado para visitar tres miradores naturales. El primero, sobre el canchal conocido como Peña Grande, tenía la peculiaridad de una silla tallada de manera natural en la roca. Nos sentamos y aprovechamos para hacernos alguna foto. El segundo, era un mirador orientado a la Sierra Almenara. El tercero exigía una pequeña trepada y nos regaló una panorámica directa sobre el pueblo de Fresnedillas, un cierre perfecto antes de regresar.
El último tramo consistió en cruzar la carretera M-521 y entrar de nuevo en la localidad. Avanzamos por las calles hasta alcanzar un restaurante en el que paramos a almorzar, dando por concluida la parte matinal de la jornada. La caminata había sido variada, combinando patrimonio, naturaleza, historia reciente y miradores con vistas amplias. La senda de Navalquejigo tiene un valor especial en el contexto de la Sierra de Guadarrama. Aunque Fresnedillas se encuentra en la Sierra Oeste, este tipo de dehesas y encinares forman parte del mosaico de paisajes que complementan a las cumbres altas del Guadarrama. Son espacios que demuestran cómo la sierra no se reduce a las grandes montañas, sino que también incluye zonas de transición donde la actividad humana tradicional, la biodiversidad y el patrimonio cultural se han entrelazado durante siglos. Recorrerla es entender un fragmento de esa sierra más amplia, que va más allá de sus picos y glaciares.
La caminata nos permitió descubrir rincones interesantes de Fresnedillas de la Oliva y su entorno natural inmediato, antes de reservar energías para la segunda parte del día, la visita a la Estación Espacial.
Dejo el mapa de la ruta.