Ruta 249 - Rodeando el Arroyo Meaques y la Laguna de Valchico desde Colonia Jardín

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Fecha: 30 de noviembre de 2025
Distancia: 12,14 km
Desnivel positivo: 72 m
Dificultad técnica: Fácil
Desnivel negativo: 72 m
Altitud máxima_ 738 m
Altitud mínima: 658 m
Tipo de ruta: Circular
Tiempo en movimiento: 2 horas 58 minutos
Tiempo: 3 horas 13 minutos

La finalidad de la ruta es recorrer la zona inicial del Arroyo Meaques, un corredor natural que atraviesa el límite entre Madrid y Pozuelo de Alarcón, funcionando como uno de los tramos más accesibles del entorno de la Casa de Campo. El arroyo nace cerca de Boadilla, a la altura de la M40 y avanza hacia el noroeste hasta la Casa de Campo, cruzando el Zoo, y finalizando su parte visible en el Lago. Su antiguo cauce llegaba hasta el Manzanares cruzando el Huerto de la Partida. Recibe aportes del Arroyo de Retamares y el arroyo Valchico discurriendo junto a áreas urbanas como la Ciudad de la Imagen, la Colonia Jardín y los accesos de la M-40 y la M-511. La dehesa dispone de una red muy densa de sendas, caminos y pistas forestales, empleados tanto por senderistas como por ciclistas. El entorno combina zonas de pinar joven, encinas dispersas, antiguos pastos y áreas de ribera restauradas. Dispone de varios accesos cerca de la Ciudad de la Imagen y las rutas procedentes de la Casa de Campo por el corredor del Meaques. Es una zona muy transitada y bien integrada en la red verde del oeste de Madrid.







Adjunto vínculo a Wikiloc y el mapa:


https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/rodeando-el-arroyo-meaques-y-la-laguna-de-valchico-desde-colonia-jardin-242105673




Comienzo la ruta en la estación de metro de Colonia Jardín. Desde el mismo metro avanzo cruzando un aparcamiento hacia el punto de información del Arco Verde, que marca uno de los corredores ambientales mejor conectados del oeste y sur de Madrid. Continúo recto y me adentro por una pista cómoda bajo pinares jóvenes, que sirve de transición entre la zona urbanizada y el espacio natural.




Llego al segundo punto de información del Arco Verde y sigo las indicaciones hacia Boadilla. Poco después tomo un desvío a la derecha que me coloca en un sendero que discurre paralelo a un pequeño lago. Este tramo me lleva directamente hacia la Laguna de Valchico, que considero el punto más atractivo del recorrido. Es una laguna pequeña, pero aporta cierto contraste al paisaje predominantemente seco del entorno. Tras detenerme unos instantes, retomo el sendero hacia la derecha y vuelvo a incorporarme a la pista principal, que coincide nuevamente con el Arco Verde.




Poco después paso junto a una barrera que impide el acceso a vehículos y continúo avanzando hasta cruzar el Arroyo Valchico por un puentecito sencillo. Mantengo el itinerario siguiendo el Arco Verde hasta que decido abandonar la pista por un senderito a la izquierda que discurre muy cerca del arroyo. En una intersección aparece un puentecito muy llamativo sobre el arroyo Valchico, que no cruzo. Su estructura ligera lo convierte en un buen punto de referencia. Desde aquí giro a la izquierda y me incorporo a una pista algo más ancha, que sigo recto un buen trecho antes de tomar otra desviación a la izquierda que me devuelve de nuevo al Arco Verde.




Este nuevo tramo ofrece una panorámica amplia desde un mirador natural situado sobre una loma con un banco improvisado. Aunque la altitud es mínima, permite observar parte del corredor del Meaques y las formaciones boscosas que lo rodean. Pendiente de los desvíos, continuo hacia el oeste. A mi derecha queda la Dehesa de los Carabancheles, una extensión que combina antiguos pastos, encinas dispersas y pinares jóvenes. El terreno se nota blando por la lluvia, aunque transitable.




Prosigo recto, manteniendo el ritmo constante hasta toparme con la M40, en el punto más lejano de la ruta. Este tramo es más ruidoso debido al tráfico, pero mantiene un sendero bien definido. Cerca del cruce de la M40 con la Carretera de los Pantanos (M501), tomo el giro que me permite regresar paralelo a esta última, dirección Ciudad de la Imagen. Este tramo combina zonas abiertas y pequeñas vaguadas, con pasos que enlazan distintas sendas en la loma que bordea los Retamares.




Al avanzar recto atravieso la Dehesa de los Carabancheles, que ofrece un terreno fácil y con caminos muy marcados. Continúo acercándome a un cerro donde se ubica un vértice geodésico. Allí la vista hacia los pinares cercanos y hacia la Ciudad de la Imagen. Tras pasar junto al vértice, tomo un desvío a la derecha centro y sigo por el sendero que transita por la cresta de la loma. Es un tramo cómodo, con pequeñas ondulaciones, que enlaza de manera progresiva distintos caminos secundarios. Al poco tiempo aparece otra panorámica de la Dehesa, esta vez más abierta y con la llanura extendiéndose hacia el sur.




Continuo hacia la derecha por una senda que deja a mi izquierda las cocheras del metro ligero. La infraestructura aparece parcialmente oculta por vegetación. Sigo hasta llegar a un pequeño aparcamiento sin asfaltar junto a la Calle Edgar Neville, en el límite de la Ciudad de la Imagen. Desde este punto rodeo por senda toda la zona de Kinepolis. El tránsito por este tramo es sencillo y llano, con algunos repechos mínimos y un camino perfectamente acondicionado.




Tras completar el rodeo, giro a la izquierda y avanzo por un camino cómodo que discurre junto al Arroyo de los Meaques. El sendero se mantiene casi siempre paralelo al arroyo, que queda a la derecha, mientras que a la izquierda se extienden las instalaciones de la Ciudad de la Imagen. Continúo recto y tomo más adelante una desviación a la derecha para seguir fiel al trazado del Arroyo Meaques. Este tramo permite apreciar cómo el arroyo, pese a encontrarse tan próximo a zona urbana e infraestructuras, mantiene un corredor natural relativamente bien conservado. Llegado a un punto elevado, encuentro un mirador orientado hacia la Laguna de Valchico. Aunque ya he pasado por ella antes, esta perspectiva ofrece una imagen distinta del entorno, con la lámina de agua parcialmente oculta entre los taludes y las plantas de ribera. Avanzo unos metros y vuelvo a situarme junto a la presa de la Laguna de Valchico, completando así el rodeo que marca el sector más característico del itinerario.




Desde aquí tomo la desviación hacia la derecha, observando a la izquierda la parada del metro ligero, que constituye una alternativa viable de inicio o fin de la ruta para quien prefiera acortar el recorrido. Sigo hacia el tramo final junto al Arroyo Meaques antes de que se introduzca en el canal subterráneo que lo conduce hacia la Casa de Campo. Este punto marca simbólicamente el final del tramo más natural del recorrido. Desde allí regreso al punto de inicio, cerrando el circuito en Colonia Jardín sin contratiempos. El terreno, aún húmedo por la lluvia de la noche, ha permitido una marcha cómoda y sin excesivas complicaciones.

El corredor del Arroyo Meaques y su prolongación en torno a la Laguna de Valchico forman una pieza importante en la red de espacios naturales periurbanos del área metropolitana. Su integración en el Arco Verde, su conexión directa con la Casa de Campo y su proximidad a infraestructuras principales permiten que funcione como un espacio de transición entre lo urbano y lo natural. Además, facilita rutas continuas y accesibles para quienes buscan caminar, correr o pedalear sin necesidad de salir de la ciudad. Esta zona funciona como un pulmón cercano y como un recordatorio de que todavía se conservan espacios abiertos en medio de un entorno muy urbanizado. Su mantenimiento y adaptación progresiva a usos recreativos contribuyen a preservar parte del paisaje tradicional de los Carabancheles y los Retamares, así como a mejorar la conectividad ecológica de esta parte del sur madrileño.

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