Ruta 235 - Madrid. Linea 7 de metro. Pitis - Estadio Metropolitano, pasando por Avenida América, y el Parque de las Avenidas

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Fecha: 26 de octubre de 2025
2 personas a pie
Distancia: 20,71 km
Desnivel positivo: 166 m
Desnivel negativo: 158 m
Altitud máxima: 716 m
Altitud mínima: 640 m
Tipo de ruta: Solo ida
Tiempo en movimiento: 4 horas 17 minutos
Tiempo: 5 horas 23 minutos


La finalidad de la ruta es recorrer a pie la superficie de la Línea 7 del metro de Madrid, desde Pitis hasta el Estadio Metropolitano (zona A), como parte del proyecto de caminatas urbanas por las líneas de metro. El objetivo es conocer de manera pausada los barrios, parques y avenidas que atraviesan la ciudad, observando su diversidad, su evolución urbana y las conexiones entre sus distintos distritos.




Adjunto vínculo de Wikiloc:





Tambien adjunto el vínculo a la entrada del blog donde resumo todas las lineas de metro realizadas hasta la fecha:



A primera hora de la mañana iniciamos en Pitis una nueva etapa del proyecto que venimos realizando a lo largo de 2025: recorrer a pie la superficie de las líneas de metro de Madrid dentro de la zona A. Con esta ya sumamos ocho líneas completadas, y en este caso la ruta corresponde a la Línea 7, que une Pitis, en el noroeste de la capital, con el Estadio Metropolitano, en el sureste. Una línea que atraviesa barrios residenciales, parques y avenidas, y que permite conocer de manera pausada una franja muy diversa de la ciudad. 

Empezamos junto a la estación de metro de Pitis, en el límite con la M-40. La zona está rodeada de nuevas urbanizaciones y grandes extensiones de terreno aún sin construir, lo que da una sensación de periferia tranquila. Cruzamos la calle Teresa de Calcuta y nos adentramos en el corredor verde del Parque Pedro Ruiz de León Gómez-Zurdo, un espacio ajardinado con caminos bien cuidados y zonas de descanso. Poco después enlazamos con el Anillo Verde Ciclista, que aquí discurre en su tramo noroeste.  






Seguimos hacia la estación de metro de Arroyofresno, un área donde predominan las avenidas amplias y los bloques residenciales modernos. Desde allí continuamos por la calle de la Peña del Águila hasta llegar a la estación de Lacoma. La transición entre barrios se nota en el tipo de edificios y en la densidad del tráfico. Al cruzar la avenida del Cardenal Herrera Oria, también conocida como carretera de la Playa, el entorno se vuelve más urbano. En este punto pasamos junto a la Parroquia de San Eloy, situada a unos 2,2 km del inicio. Es un edificio sencillo pero con una presencia llamativa en medio del barrio.






Desde Lacoma alcanzamos la estación de Avenida de la Ilustración, donde el tráfico de la M-30 impone su sonido constante. Cruzamos la autovía por una pasarela peatonal, con buenas vistas hacia el norte y el oeste de Madrid. A partir de aquí entramos en el barrio de Peñagrande, una zona residencial tranquila, con parques y jardines que suavizan el paisaje urbano. La estación de Peñagrande se encuentra a escasa distancia, y muy cerca está el Parque Cerro de Peñabel, en el que hacemos una breve pausa. Los estanques del parque, llenos de patos, reflejan la luz del mediodía y dan al lugar un ambiente muy agradable. 







Después de cruzar la calle Valle de Mena, llegamos a la estación de Antonio Machado. El entorno es más popular y animado, con pequeños comercios y colegios. A pocos metros se encuentra el Parque Luisa Carnés, en el kilómetro 4,2 de ruta. Allí descansan familias y pasean algunos vecinos con sus perros. El camino continúa hacia el sur, siguiendo la dirección de la Línea 7, y pronto alcanzamos la estación de Valdezarza. Aquí el trazado roza la Dehesa de la Villa, uno de los pulmones verdes más valiosos del norte de Madrid. Aunque solo la tocamos tangencialmente, se percibe su arbolado denso y el olor característico a pino y tierra húmeda. Es un tramo agradable, donde el ruido del tráfico disminuye por un momento.








Seguimos por la avenida Santo Ángel de la Guarda hasta llegar a Francos Rodríguez, donde encontramos la estación del mismo nombre. El ambiente cambia de nuevo: calles con más vida, cafeterías y un continuo ir y venir de vecinos. Avanzamos por la avenida de Pablo Iglesias y pasamos junto al histórico acueducto del Canal, conocido como Acueducto de Amaniel. Su estructura de ladrillo, visible desde la calle, recuerda la importancia del Canal de Isabel II en el abastecimiento de agua a Madrid. 






Desde allí alcanzamos la estación de Guzmán el Bueno, donde la Línea 7 permite transbordo con la Línea 6. Muy cerca está el Parque de las Naciones, en torno al kilómetro 7,6, y el estadio de Vallehermoso, recientemente remodelado. A nuestra izquierda queda el Parque de Santander, también conocido como Parque del Tercer Depósito, con amplias zonas de césped y un circuito de corredores. Pasamos por la estación de Islas Filipinas, punto clave de la ruta porque marca el cambio de orientación: dejamos de avanzar de norte a sur y giramos hacia el este. Este giro define la segunda mitad del recorrido.







A partir de Islas Filipinas seguimos por la calle Cea Bermúdez, que más adelante cambia su nombre por José Abascal. Son avenidas amplias, con edificios de arquitectura variada y tráfico constante. En el número 8,8 km pasamos junto al Jardín Enrique Herreros, un pequeño espacio verde bien cuidado, y poco después alcanzamos la estación de Canal, donde se cruzan las líneas 7 y 2 de metro. En la esquina destaca el Teatro del Canal, un referente cultural moderno con su fachada de metal rojizo. Cruzamos Bravo Murillo, donde pasa el Camino de Santiago madrileño, y seguimos hacia Santa Engracia. 






Al llegar a Alonso Cano, encontramos la estación del mismo nombre y, algo más adelante, la sede de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, en el kilómetro 9,6. La zona mantiene el aire de barrio clásico del centro de Madrid. En apenas unos minutos llegamos a Gregorio Marañón, punto de conexión con la Línea 10. Aquí cruzamos el paseo de la Castellana, una de las principales arterias de la ciudad. A partir de ahí seguimos por la calle María de Molina, cruzando Serrano, López de Hoyos y Velázquez. El tránsito peatonal se intensifica y se percibe la mezcla de estudiantes, trabajadores y turistas.







La estación de Avenida de América aparece enseguida, rodeada por un complejo de intercambiadores de autobuses y acceso a varias líneas de metro (4, 6 y 9). Es una zona con mucho movimiento, pero muy funcional para enlazar distintas rutas. A pocos metros se levanta el edificio de las Torres Blancas, obra singular del arquitecto Sáenz de Oiza, que siempre llama la atención por su forma circular y su diseño de los años sesenta. 







Continuamos hacia la estación de Cartagena. Parte del tramo estaba en obras, lo que nos obliga a callejear algo más de lo previsto, desviándonos ligeramente del trazado directo. Retomamos enseguida el camino por calles residenciales hasta llegar al Parque de las Avenidas, donde se encuentra la estación del mismo nombre. Cruzamos la M-30 por una pasarela peatonal y pasamos junto a la mezquita de Madrid, cuya silueta blanca destaca entre los bloques de viviendas. El entorno se vuelve más abierto y silencioso.









Poco después alcanzamos la estación de Barrio de la Concepción, y casi sin darnos cuenta llegamos a la calle Alcalá, que cruzamos fugazmente. La siguiente parada es Pueblo Nuevo, donde la Línea 7 enlaza con la Línea 4. El trazado sigue siendo llano, aunque el tráfico aumenta de nuevo. En Ascao el ambiente vuelve a ser de barrio, con tiendas pequeñas y panaderías. El recorrido se hace más monótono, pero lo compensa la sensación de avance continuo.





En García Noblejas retomamos ritmo. Aquí se nota que la línea se adentra en el distrito de San Blas. Pasamos por Simancas, junto a la parroquia de Jesús Divino Obrero, y poco después por la estación de San Blas, junto a la Estación de Bomberos número 7. El recorrido se mantiene bien señalizado y los barrios se suceden con naturalidad. En Las Musas volvemos a cruzar el Anillo Verde Ciclista, esta vez en su tramo este, lo que simboliza el cierre del gran arco urbano que hemos recorrido desde Pitis. 



Finalmente llegamos al Estadio Metropolitano, fin de la Línea 7 y punto final de la caminata. El estadio, casa del Atlético de Madrid, domina el paisaje con su cubierta blanca y sus grandes explanadas. Hemos recorrido 20,71 kilómetros, con un desnivel positivo de 166 metros y negativo de 158, en un tiempo total de poco más de cinco horas. La altitud máxima ha sido de 716 metros y la mínima de 640, en una ruta solo de ida, de Mirasierra a Rosas.







Estas rutas a pie por la superficie del metro de Madrid forman parte de un proyecto personal que busca redescubrir la ciudad desde una perspectiva diferente. Caminar sobre el trazado de las líneas permite unir barrios, reconocer su diversidad y observar cómo la ciudad cambia en ritmo, arquitectura y vida a lo largo de su extensión. Cada línea tiene su carácter, y la Línea 7 destaca por su recorrido transversal, uniendo el noroeste con el sureste de la capital, atravesando zonas residenciales, parques y avenidas que muestran una Madrid cotidiana y viva.

Dejo el mapa de la ruta



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