Ruta 246 - La Granja de San Ildefonso en otoño. Paseo por los jardines, Fábrica de Cristales y el Casco Antiguo

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Fecha: 27 de noviembre de 2025

1 persona a pie

Distancia: 4,67 km

Desnivel positivo: 88 m

Dificultad técnica: Paseo

Desnivel negativo: 88 m

Altitud máxima: 1.249 m

Altitud mínima: 1.156 m

Tipo de ruta: Circular

Tiempo en movimiento: una hora 4 minutos

Tiempo: una hora 10 minutos


El propósito de esta ruta es realizar un paseo rápido por La Granja de San Ildefonso aprovechando un espacio temporal disponible de apenas una hora, combinando los jardines reales en un contexto paisajistico otoñal, el Palacio y el casco urbano tradicional. El itinerario permite apreciar el sistema hidráulico, las fuentes monumentales y la arquitectura borbónica, además de descubrir la Real Fábrica de Cristales y su legado artesanal.





Adjunto el mapa y el vínculo a Wikiloc:


https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/la-granja-de-san-ildefonso-en-otono-paseo-por-los-jardines-fabrica-de-cristales-y-el-casco-antiguo-241753533




La Granja de San Ildefonso es una localidad situada en la vertiente norte de la Sierra de Guadarrama, en la provincia de Segovia. Su desarrollo está estrechamente ligado a la decisión del rey Felipe V de construir allí un palacio y unos jardines inspirados en Versalles. El Palacio Real, terminado en el siglo XVIII, se convirtió en residencia de verano de la corte borbónica, y alrededor de él fue creciendo el núcleo urbano actual. Los jardines, uno de los principales atractivos del lugar, destacan por su trazado geométrico, su vegetación ornamental y un complejo sistema hidráulico que alimenta más de una veintena de fuentes monumentales. Estas fuentes funcionan sin bombas: dependen del desnivel y del agua almacenada en el gran estanque conocido como El Mar, situado en la parte alta del recinto.


Además del palacio y los jardines, La Granja alberga la Real Fábrica de Cristales, fundada en el siglo XVIII para producir vidrio de alta calidad destinado a la corte. El edificio, hoy museo, conserva hornos, herramientas y ejemplos de la tradición vidriera. El entorno natural que rodea el municipio forma parte del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, lo que convierte la zona en un punto de partida habitual para rutas de montaña. El conjunto combina patrimonio cultural, historia borbónica y un paisaje de gran valor ambiental.

Acerca de los Jardines del Palacio, hicimos una ruta este verano muy completa que adjunto, en la que se da mucha más información al respecto.

https://amsenderismo.blogspot.com/2025/07/ruta-163-paseo-por-los-jardines-de-la.html

https://es.wikiloc.com/rutas-a-pie/paseo-por-los-jardines-de-la-granja-de-san-ildefonso-220890960

Comienzo el paseo en la puerta de acceso al Parador de La Granja. La intención es recorrer parte de los jardines, acercarme al Palacio y después recorrer el casco histórico antes de volver al punto de partida. Camino unos metros hasta la Puerta de Segovia. La temperatura es fresca, típica de finales de noviembre. Desde allí bajo hacia la Calle de Mallo, donde encuentro una pequeña fuente en estado ruinoso. Sigo avanzando hasta alcanzar el Palacio de La Granja. Accedo a los jardines por las zonas permitidas al público y me encamino hacia la Fuente de los Dragones de Arriba. La fuente, situada en un lateral del conjunto, combina perfectamente con la estructura ordenada de los parterres y bancos. Continúo unos metros más hasta la Fuente de las Tazas de Arriba, que aparece cercana y ofrece una sensación de continuidad entre los distintos niveles de los jardines.





Sigo caminando hacia el Estanque del Cuadrado, que atravieso por uno de sus laterales. El agua está tranquila y refleja bien los árboles que rodean la explanada. Desde aquí continúo recto por el Paseo del Mar, una avenida larga y rectilínea que conduce hacia la zona más amplia del conjunto hidráulico. Avanzo por el Puente de los Suspiros, un punto de paso que marca el inicio del sector más monumental del jardín. A los pocos minutos aparece ante mí El Mar, un gran estanque que funciona como depósito y corazón del sistema de fuentes. El agua ocupa una extensión considerable y, aunque ahora está calmada, es fácil imaginar cómo alimenta el conjunto completo cuando las fuentes están en funcionamiento.





Me acerco al Mirador del Mar para observar la perspectiva hacia el palacio, alineada con precisión siguiendo el eje principal del jardín, a la sobra de Peñalara. Tras unos minutos continúo hacia la Calle Góndola, tomando la izquierda para ir regresando lentamente hacia el Palacio pero sin abandonar todavía el recorrido por las fuentes. En la siguiente intersección tomo el sendero que sale ligeramente por el centro-izquierda, guiándome hacia la Fuente de Andrómeda. Esta fuente está algo apartada, en una zona más tranquila del jardín, lo que permite observarla sin demasiada afluencia. Su diseño se integra bien en la pendiente del terreno.





Prosigo hacia la Fuente de los Dragones Media Luna, situada junto al Bosquete de los Malandrines. La zona está más sombreada y el ambiente resulta algo más recogido. Poco después aparece la Fuente de las Tres Gracias, que marca un enlace claro hacia la parte baja de los jardines. Continúo descendiendo y llego a la Fuente de Neptuno, donde el conjunto escultórico se emplaza en un espacio amplio que resalta su presencia. Desde allí sigo hacia la Fuente de la Selva y luego hacia la Fuente del Abanico, ambas situadas en zonas secundarias pero que forman parte del circuito tradicional para recorrer los jardines completos.





Me acerco nuevamente al Palacio de La Granja, rodeándolo por una de las explanadas donde se aprecia la Secuoya gigante conocida como El Rey. Su altura destaca entre el resto de los árboles ornamentales y confirma la variedad botánica del conjunto. Camino bordeando el palacio hasta la fachada principal para completar el tramo monumental del recorrido. En esta zona hay paneles de información sobre La Granja, que explican brevemente el origen del conjunto, la relación con la Casa de Borbón y el uso del entorno como residencia real.





Continúo hacia el casco histórico, donde encuentro otra fuente antes de entrar en la zona de la Iglesia de San Pío XII. El trazado urbano cambia de estilo: calles estrechas, casas tradicionales y un ambiente más silencioso que en la zona palaciega. Desde allí sigo hacia la Casa Consistorial, situada en una plaza con tránsito moderado, y después avanzo hasta la Iglesia de los Dolores, que se levanta con una estructura más sobria que las edificaciones reales. Camino unos metros más hasta la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, situada al final de una calle regular donde la arquitectura mantiene la línea tradicional del pueblo.





Desde ese punto giro hacia la Calle de la Carbonería y continúo por la Calle del Padre Claret. Ambas vías conservan la disposición rectilínea propia de los pueblos que crecieron alrededor de instalaciones reales, con viviendas de dos alturas, fachadas sencillas y un ambiente tranquilo incluso en temporada alta. El último punto destacado antes de cerrar el círculo es la Real Fábrica de Cristales, cuya estructura de ladrillo y grandes ventanales define bien su función industrial histórica. Aunque el la ruta solo paso durante la fachada, unas horas más tardes tendría la oportunidad de participar en una visita guiada por la Fábrica, en donde se me proporcionó información de la misma, así como, de una demostración en vivo acerca del trabajo artesanal sobre el vidrio.





La Real Fábrica de Cristales de La Granja es uno de los principales conjuntos industriales históricos de España y un referente europeo en la producción de vidrio artístico. Fue fundada a comienzos del siglo XVIII por iniciativa de Felipe V, con el objetivo de abastecer a la corte de piezas de vidrio y cristal de alta calidad sin depender de importaciones. Su emplazamiento en La Granja respondió a la disponibilidad de recursos naturales necesarios para la fabricación —maderas de la sierra y agua abundante—, además de su proximidad al Palacio Real. El edificio actual, de grandes dimensiones y estilo industrial ilustrado, fue construido entre 1770 y 1784. En su interior trabajaban maestros vidrieros procedentes de Francia, Alemania y Bohemia, lo que introdujo técnicas avanzadas en España, como el cristal tallado, el vidrio soplado de gran formato y la elaboración de espejos. La fábrica llegó a producir lámparas, vajillas, jarrones, lunas de espejo y piezas decorativas destinadas tanto a la realeza como a la nobleza. Tras periodos de esplendor y decadencia, el conjunto fue restaurado en el siglo XX y hoy alberga la Fundación Centro Nacional del Vidrio. El museo permite observar hornos históricos, talleres de soplado en funcionamiento y una colección que muestra la evolución del vidrio en La Granja. Es un punto clave para comprender la tradición artesanal y la relevancia económica que tuvo esta industria en la zona.





Camino unos metros más para volver al Parador, donde cierro la ruta de manera natural.

Este recorrido no es solo un paseo urbano y monumental, sino una forma de entender la organización histórica del municipio y su relación con la Sierra de Guadarrama. Aunque no transito por senderos de montaña, los jardines y el diseño hidráulico están conectados directamente con el entorno natural. El agua que alimenta las fuentes procede de los arroyos y depósitos situados en la sierra, formando parte de un sistema que aprovecha el desnivel natural para mover el agua sin mecanismos modernos. Pasear por estos jardines implica reconocer cómo se ha gestionado durante siglos un recurso esencial en un entorno de montaña, integrando ingeniería, paisaje y conservación. La estructura de caminos, paseos y parterres sigue orientando el tránsito de visitantes y mantiene un equilibrio entre el uso recreativo y la preservación de un patrimonio cultural y natural que hunde sus raíces en el Guadarrama.

El recorrido se completa en poco más de una hora, con un desnivel leve y suficiente para ofrecer variedad sin exigir esfuerzo significativo. La mezcla de jardín histórico y núcleo urbano permite aprovechar bien incluso un espacio de tiempo reducido. La sensación final es la de haber recorrido un resumen compacto de La Granja, desde su palacio y jardines hasta sus calles tradicionales, pasando por algunos de los puntos más característicos del municipio.

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